lunes, 27 de marzo de 2017
Dallas Green, quién llevara a los Filis al título de la Serie Mundial de 1980 y también dirigiese a los Yanquis y los Mets, fallece a los 82 años de edad.
Peter Bottechristianred. New York Daily News. Miércoles, 22 de marzo de 2017.
Dallas Green, la figura del beisbol quien condujera a los Filis de 1980 al título de la Serie Mundial, pero quien tuvo menos éxito cuando fue manager de los Yanquis y los Mets a finales de los ’80 y principios de los ’90, falleció este miércoles, anunciaron los Filis.
Su familia le dijo a CBS News que él falleció a las 12:30 pm el miércoles en el Hahnemann Hospital de Filadelfia, donde había estado recibiendo diálisis durante el mes pasado. La estación reportó que Green falleció debido a complicaciones renales y neumonía.
Los Filis firmaron a Green como pitcher de escuela secundaria en Delaware, en 1955, y el pasó la mayor parte de las próximas seis décadas trabajando en varias ocupaciones beisboleras, como jugador, coach, manager, gerente general, scout y en la oficina principal.
Green empezó su carrera en el beisbol como pitcher, pero el derecho tuvo una carrera como jugador para el olvido, al compilar marca vitalicia de 20-22 con los Filis, los Senadores de Washington y los Mets desde 1960 hasta 1967.
“Fui un ganador de 20 juegos”, dijo Green una vez. “Me tomó cinco años hacer eso”.
Green también es la respuesta a una trivia que involucró al rey del bateo Pete Rose cuando ambos hombres eran peloteros activos.
“Bateé mi único jonrón de bases llenas ante él”, le dijo Rose al Daily News este miércoles, en referencia a su estacazo contra Green el 18 de julio de 1964 cuando Rose estaba con los Rojos y Green lanzaba para los Filis.
Pero el logro más grande de Green se remonta a la época cuando empezó su carrera como manager con los Filis, al reemplazar a Danny Ozark durante la temporada de 1979, la cual también fue la temporada de estreno de Rose con los Filis. En 1980, con un roster cargado de talento, que incluía a los inquilinos del Salón de la Fama, Steve Carlton y Mike Schmidt, así como a Rose, los Filis avanzaron a la postemporada y vencieron a los Astros en la serie de campeonato de la Liga Nacional, y entonces derrotaron a los Reales en seis juegos, en el clásico de otoño. El difunto relevista Tug McGraw realizó el out final de la serie, al ponchar a Willie Wilson para darle a los Filis su primer título de Serie Mundial. Los Filis volvieron a ganar la Serie Mundial en 2008.
“Si no hubiésemos tenido a Dallas Green como manager, no habríamos ganado la Serie Mundial de 1980. Fue el manager apropiado en el momento justo para ese equipo”, le dijo Rose, quien es analista de FOX, a The News. “Era un manager rudo, pero tenía el respeto de todos. Hacía que fuera divertido ir al estadio. Cuando los peloteros estrella respetan al manager, se sabe que se tiene al tipo correcto”.
Green también fue gerente general de los Cachorros en los años ’80, ayudó a construir la escuadra de 1984 que perdió el campeonato de la Liga Nacional ante San Diego. Como ejecutivo de la oficina principal en Chicago, el también promovió la instalación de las luces en Wrigley Field, en agosto de 1988 se efectuaron los primeros juegos nocturnos allí.
La experiencia dirigencial de Green en el Bronx, y después en Flushing no fue tan esplendorosa como en Filadelfia. Dirigió a los Yanquis por 121 juegos en 1989, dejó marca de 56-65 y tuvo frecuentes encontronazos con el difunto dueño George Steinbrenner, a quien Green llamaba “Manager George”, por las constantes intromisiones del dueño. Green fue cesanteado el 21 de agosto y reemplazado por Bucky Dent.
“Pienso que para nadie es un secreto que ambos éramos de carácter fuerte”, dijo Green después que fue cesanteado, en referencia a Steinbrenner. “Siempre he dicho que hay que dejar que los polvorines se asienten bien, solo que a veces se asientan de mala manera”.
Green resurgió pocos años después en Flushing, para dirigir a los Mets a una marca de 229-283 desde 1993 hasta 1996, cuando fue despedido y reemplazado por Bobby Valentine. Green fue uno de cuatro individuos en dirigir a los Yanquis y los Mets, junto a Casey Stengel, Yogi Berra y Joe Torre.
“Nos sentimos entristecidos por la desaparición de Dallas Green. Dallas fue un ‘verdadero hombre de beisbol’. Fue uno de cuatro hombres (Casey Stengel, Yogi Berra y Joe Torre) en dirigir a los Mets y los Yanquis. Presentamos nuestras condolencias a su esposa, Sylvia y al resto de la familia Green”, expresó una declaración de los Mets.
En 2011, la tragedia impactó a Green y su familia cuando su nieta de 9 años de edad, Christina Taylor-Green fue una de seis personas asesinadas en el tiroteo de Tucson donde resultó herida de gravedad la U.S. Representative de Arizona, Gabrielle Giffords. Christina estaba en un evento de reencuentro en un mercado de Safeway cuando ocurrió el tiroteo.
“He pasado por muchos momentos duros en mi vida pero nunca me voy a recuperar de este”, le dijo Green a The News en 2011. “Estamos muy afectados. Mi hijo (John, el padre de Christina) esta devastado”.
Más adelante en su vida, Green abogó por el control de armas, y expresó su disgusto cuando el senado estadounidense falló en seguir los pasos para expandir tales leyes.
“Washington está tan desordenado que no se pueden poner de acuerdo en nada”, dijo Green. “Pienso que esto es parte de eso. Entiendo la segunda enmienda; lo que me cuesta entender es como una Glock y como un AK-47 y todas esas armas sofisticadas se ajusten a los pensamientos de nuestros predecesores. Ellos tenían un disparo cada vez y cinco minutos para recargar. Estos tipos matan de 50 a 60 personas a la vez”.
Green no fue inducido en el Salón de la Fama, pero dejó una huella indeleble en el pasatiempo de Estados Unidos. “Él fue un gran tipo”, dijo Rose. “No era un gritón en el clubhouse, pero hacía cumplir la disciplina. Hubiera sido un tremendo militar, o un gran general si hubiese ido a la armada. Fue un buen hombre de beisbol, y usualmente no digo eso de los pitchers”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
Preguntas y respuestas: Dustin Pedroia, el hombre de estado más antíguo de la era post-Papi en los Medias Rojas.
Scott Lauber. ESPN.com. 16-03-2017.
Fort Myers, Fla.- Vaya y dígale a Dustin Pedroia que él es viejo del clubhouse de los Medias Rojas de Boston.
Prepárese para sorprenderse.
“La edad es solo un número, hombre”, dice Pedroia. “Pienso vivir mucho tiempo”.
Por lo menos 100 años, de acuerdo a Pedroia a principios de esta primavera. Y si duda del poder de Pedroia, bien, él está listo para probarle que usted se equivocó otra vez, como lo hizo hace una década cuando casi todos cuestionaron si un pelotero tan pequeño podía llegar a las grandes ligas.
“La parte buena de eso es que soy un campocorto. Los Medias Rojas no me han estado usando apropiadamente por los últimos 12 años, así es como lo veo. ¿Usted dice que los segundas base no envejecen bien? Bien, eso es maravilloso porque esa no es mi mejor posición de todas formas”.
Pedroia hizo más que eso. Un antíguo novato del año de la Liga Americana (2007) y jugador más valioso (2008), ha asistido cuatro veces al juego de estrellas, ganado cuatro guantes de oro y dos veces campeón de la Serie Mundial. Desde 2007, su primera temporada completa en las mayores, él tiene un WAR de 51.5, segundo mejor entre los segundas base después de Robinson Canó (58.4). En 2013, se convirtió en el primer segunda base en firmar un contrato por más de 100 millones de $.
Y después del retiro del ícono de la franquicia, David Ortíz, Pedroia es el hombre de estado más antíguo de los Medias Rojas, 33 años y casi 7 meses de edad, 19 días más viejo que el jardinero Chris Young. Pedroia todavía juega como si se le estuviera quemando el cabello. Es tan festivo como siempre, rechaza la especie de que él es el líder de la era post-Ortíz en los Medias Rojas, al insistir que él siempre ha sido un líder. Dígale que los segundas base no tienden a envejecer bien y él responderá que es diferente porque él llegó como campocorto.
Pedroia habló recientemente de esos tópicos y otros en una conversación con ESPN.com:
¿Qué extraña más acerca de jugar con David Ortíz?
DP: Hablar con él, cara a cara. Se extraña eso. Si yo tenía un tema o algo que me molestaba, tenía la opción de hablar con él. Él es mayor que yo, ha estado aquí más tiempo, ha pasado por todo. Extraño esas conversaciones, verlo todos los días. Él es divertido.
¿Ha sabido de él desde que empezó el entrenamiento primaveral?
DP: Si, le he enviado algunos mensajes de texto.
¿Piensa que él extraña esto?
DP: (Risas). No, no. Él está disfrutando la vida. Creéme.
Cuando usted llegó, los Medias Rojas tenían un equipo predominantemente de veteranos. ¿Qué lecciones aprendió de esos tipos, Jason Varitek, Mike Lowell, Ortíz, que pueda pasarle a Mookie Betts, Xander Bogaerts y otros peloteros jóvenes de este equipo?
DP: Ellos no decían nada. Solo los observabas, veías como trabajaban cada día, como manejaban las situaciones, como manejaban los buenos tiempos, los malos, como se administraban. Pero nunca tuvieron nada que decir. Solo se trataba de verlos.
¿Diría usted que ese es su modelo de liderazgo?
DP: Si, me refiero a que los tipos que necesitan decir algo son los que probablemente no son lo que tratan de hacer. He sido afortunado de haber jugado con tipos quienes estaban enfocados, que querían ganar, que estaban ahí por las razones correctas, y por tanto no necesitas tener esas conversaciones.
¿Le ha propuesto el equipo que asuma el título de capitán y usar la C en su uniforme, a la Varitek?
DP: No. Nadie me ha dicho nada al respecto. No he pensado en nada como eso.
Probablemente eso es innecesario ¿cierto? La mayoría de las personas lo ven como el capitán de todas formas.
DP: No sé. No pienso en eso. Pienso que actúo de la misma manera que lo hice en mi año de novato. No me tomo eso de modo diferente a los años previos. Se viene a ganar todos los días. Los muchachos saben que si necesitan algo pueden hablar conmigo, o con cualquiera.
Pero usted invitó a Andrew Benintendi a vivir en su casa el año pasado luego que fue subido en agosto. Eso es algo que haría un capitán.
DP: Bien, él no tenía un lugar donde quedarse. Tengo como 10 habitaciones en mi casa. Y mi familia no estaba ahí. Mis hijos tuvieron que regresar a la escuela en Arizona. (Pedroia y su esposa, Kelli, tienen tres hijos entre 2 y 7 años). Los muchachos hacen eso todo el tiempo. Es como, ‘hey hermano, tengo una habitación extra’.
¿Fue Benintendi un buen compañero de casa? Oi que lo enviaba a hacer mandados a Starbucks
DP: (Risas) Si, él es buena persona.
Pareció como si nada de las grandes ligas lo hubiese afectado. Como alguien quien tuvo dificultades cuando subió (Pedroia bateó .191 en 31 juegos en 2006), ¿qué tan impresionante fue ver lo que Benintendi fue capaz de hacer?
DP: Ahí es cuando sabes que él está listo. A veces los muchachos son subidos y parecen venados encandilados tratando de escapar. Él fue a lo suyo, hizo lo que probablemente había hecho en AA o en la universidad. Llegó, se preparó para jugar, se preparó para ganar, y eso fue todo.
¿Se prepara usted diferente para una temporada a los 33 años de edad a como lo hizo a los 23?
DP: Si. No me puedo esforzar como solía hacerlo. Se tiene que ser más inteligente, se tiene que cambiar, hay que adaptaser a nuevos estilos de entrenamiento. No se puede ser terco acerca de eso. Si soy cabeza dura y me esfuerzo como antes, no voy a durar mucho. Hay que hacer ajustes. Tienes que conocer tu cuerpo, saber que tipo de cuerpo tienes y ser inteligente.
Usted jugó con David Ortiz por 11 años, y vive durante la temporada en la calle de Tom Brady. ¿Se puede imaginar jugando cuando tenga 39, 40 años de edad?
DP: Pienso que los tipos de quienes hablas, son lo suficientemente fuertes para bloquear los rumores. A medida que envejeces, las personas dicen, ‘Este tipo no va a durar mucho’. Creéme, si quiero jugar a los 40 al nivel que tengo ahora, lo haré. Porque me diré que tengo 31. La edad es un número. Es un asunto de si quieres hacerlo o no. Me gusta mucho jugar. Es como las pequeñas ligas. Mi hijo mayor se está preparando para eso. Le gusta. Me siento igual que él.
Su contrato abarca hasta 2021, en ese momento usted tendrá 38 años. Desde 1950, Joe Morgan, Lou Whitaker y Jeff Kent son los únicos segundas base a tiempo completo en tener un OPS de .800 o mejor a los 38 años.
DP: La parte buena de eso es que soy un campocorto. Los Medias Rojas no me han usado apropiadamente por los últimos 12 años, así es como lo veo. ¿Dices que los segundas bases no envejecen bien? Bien, eso es grandioso porque esa no es mi posición.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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