jueves, 21 de abril de 2016

Milt Pappas, astuto jugador estrella cambiado por inquilino del Salón de la Fama, fallece a los 76 años.

Bruce Weber. The New York Times. 19-04-2016. Milt Pappas, un astute pitcher derecho quien ganó más de 200 juegos en las Grandes Ligas pero legado más memorable, aunque desafortunado, es que fue cambiado por el futuro inquilino del Salón de la Fama, el jardinero Frank Robinson en el que ha sido considerado uno de los cambios más desbalanceados de la historia del beisbol, falleció este martes 19 de abril en su hogar de Beecher, Ill. Su muerte fue confirmada por su esposa, Judi, quien dijo que no estaba segura de la causa. Pappas apareció en su primer juego de Grandes Ligas con los Orioles de Baltimore en 1957, cuando tenía 18 años. La temporada siguiente ganó 10 juegos para un equipo que ocupó la sexta posición, se convirtió en el primer miembro de una joven rotación conocida como los pichones (Baby Birds); para 1961 estaba conformada por Chuck Estrada, Steve Barber y Jack Fisher, ninguno llegaba a 24 años. Era un pitcher de control sin una recta poderosa, a lo largo de su carrera Pappas ponchó menos de cinco bateadores por cada nueve innings, pero también concedió solo 2.4 boletos y permitió menos de un jonrón. Para finales de 1965, con solo 26 años, él había ganado 110 juegos y había ido dos veces al Juego de Estrellas. Entonces fue cuando los Orioles, quienes eran ricos en pitcheo pero de pobre bateo, lo cambiaron (junto a dos peloteros de menores consecuencias) a los Rojos de Cincinnati por Robinson, quien había cumplido 30 años y estaba a cuatro años de su premio al jugador más valioso en la temporada de 1961. En vista de todo eso, el cambio parecía razonable para ambas partes, quizás hasta favorecía a los Rojos. Las cosas no se dieron de esa manera. Pappas tuvo una buena carrera, al ganar 99 juegos más (quedó a un juego de estar entre un puñado de pitchers en ganar 100 juegos en cada liga) con los Rojos, los Bravos de Atlante y los Cachorros de Chicago. Robinson, sin embargo, de inmediato lideró la Liga Americana con promedio de bateo de .316, 49 jonrones y 122 carreras empujadas, ganó la triple corona y el premio al jugador más valioso y llevó al equipo a su primera Serie Mundial desde 1944, cuando la franquicia aún estaba en San Luis, y a una barrida de los Dodgers de Los Angeles. Robinson fue al Juego de Estrellas en cuatro de las próximas cinco temporadas, y en seis como Oriol promedió casi 30 jonrones por temporada y más de 90 carreras empujadas. Sus Orioles jugaron tres Series Mundiales más, perdieron ante los llamados Milagrosos Mets de 1969 y ante Pittsburgh en 1971. Vencieron a Cincinnati en 1970, pero para entonces Pappas, quien nunca pitcheó en una Serie Mundial, ya se había marchado de ese equipo. Había sido cambiado a Atlanta en junio de 1968, poco después del asesinato de Robert F. Kennedy. Varios equipos declinaron jugar el 8 de junio, el día del entierro, pero los peloteros de los Rojos votaron por jugar, se reportó que por margen estrecho y solo después que fueron presionados por la gerencia. Molesto, Pappas renunció como representante de los peloteros del equipo, y fue cambiado tres días después. Los Bravos, a mediados de 1970, vendieron su contrato a Chicago, donde, además de ganar 51 juegos en menos de cuatro temporadas (incluyendo 17 en 1971 y 1972), él tuvo un momento notable más. El 2 de septiembre de 1972, él tenía un juego perfecto en curos contra los Padres de San Diego con dos outs en el noveno inning cuando concedió boleto a Larry Stahl en conteo de 3-2. El lanzamiento pareció estar afuera, pero Pappas responsabilizó al árbitro, Bruce Froemming, y aunque completó su no-hitter, estuvo molesto con esa sentencia por el resto de su vida. Él alegaba que al no estar nada en juego excepto la historia del beisbol, Froemming debió haberle concedido el último pitcheo y estirar la zona de strike. “Hasta este día todavía no entiendo que pasaba por la mente de Bruce Froemming en ese momento”, le dijo Pappas a ESPN en 2007. “¿Por qué no levantó su mano derecha como hizo el árbitro en el juego perfecto de Don Larsen?” Él agregó: “Era un juego como local en Wrigley Field. Yo lanzaba para los Cachorros de Chicago. El marcador estaba 8-0 a favor de los Cachorros. ¿Qué tenía que perder él al no cantar el último pitcheo como strike para completar un juego perfecto?” Milton Steven Pappastediodis nació en Detroit el 11 de mayo de 1939. (La mayoría de las fuentes dicen que su segundo nombre era Stephen, pero Judi Pappas sijo que se deletreaba con una v). Sus padres era inmigrantes griegos quienes recortaron su apellido; su padre era dueño de una farmacia y una fuente de soda. Él se graduó en Cooley High School en Detroit antes de firmar como agente libre amateur con los Orioles. Apareció en solo tres juegos de ligas menores. Su marca vitalicia fue 209-164, con 3.40 de efectividad. La primera esposa de Pappas, Carole, fue objeto de algún misterio cuando la familia Pappas vivía en Wheaton, Ill., un suburbio de Chicago. El 11 de septiembre de 1982, ella desapareció un sábado mientras hacía diligencias. Hubo alguna sospecha de juego ilegal, pero cinco años después, en agosto de 1987, su cuerpo fue descubierto dentro de su carro en el fondo de un estanque de retención a cuadras de su hogar. Además de su esposa, la antígua Judi Bloome, con quién se casó en 1987, los sobrevivientes de Pappas incluyen a su hija, Alexandria Arlis; un hijo de su primer matrimonio, Steven; y cinco nietas. Una hija de su primer matrimonio, Michelle, falleció en 2015. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

miércoles, 20 de abril de 2016

69 años después, Filadelfia se disculpa con Jackie Robinson.

Marc Tracy. The New York Times. 14-04-2016. El pasado verano, los Monarchs de Anderson, el equipo de beisbol de Filadelfia que se hizo famoso un año antes cuando llegó a la Serie Mundial de Pequeñas Ligas amparado por el brazo poderoso de Mo’ne Davis, se adentraron en el sur. Jugaron beisbol, y también visitaron lugares significativos del movimiento de los derechos civiles como homenaje a la herencia del equipo, después de todo, tomaron su nombre, por los Monarchs de Kansas City, el equipo de las ligas negras para el cual una vez jugara Jackie Robinson. “Me paré donde se pararon Martin Luther King y John Lewis”, escribió el jardinero Myles Eaddy en un blog del equipo después de una visita a Selma, Ala., y agregó, “Es muy agradable saber que tan lejos hemos llegado”. Casi un año después, el viaje del equipo ha ayudado a inspirar una disculpa ofrecida por Filadelfia a Robinson, quién rompió la barrera racial de Major League Baseball cuando debutó con los Dodgers de Brooklyn al comienzo de la temporada de 1947. La disculpa llega cuando Major League Baseball celebra este viernes, el aniversario 69 del primer juego de Robinson con los Dodgers con su Jackie Robinson Day, el cual empezó en 2004. Cada jugador de Grandes Ligas usa el 42 de Robinson, un acontecimiento anual del beisbol. Lo que es diferente este año es la disculpa de la ciudad de Filadelfia por la manera como los Filis trataron a Robinson cuando empezó su carrera. “Obviamente, todos saben de Jackie Robinson cuando son niños colegiales”, dijo Helen Gym, la miembro del concejo quien introdujo la resolución para disculparse con Robinson, la cual fue aprobada por unanimidad. Pero Gym agregó que la gira de los Monarchs al sur y la película de 2013 sobre la vida de Robinson, titulada “42”, incentivó su interés y el del Concejo de la Ciudad para recordar a Robinson y reconocer la contribución de los Filis a la hostilidad que él encontró inicialmente. Aunque la resolución se refiere al racismo que Robinson encontró como pelotero visitante en Filadelfia, en general se reconoció que la peor conducta que los Filis mostraron contra él ocurrió al principio de esa temporada, en Ebbets Field en Brooklyn, durante uno de los primeros juegos de los Dodgers. Fue entonces que los Filis, liderados por su manager, Ben Chapman, gritaron reiterados epítetos raciales a Robinson cuando llegaba al plato, un enfrentamiento que fue retratado vívidamente en “42”. La resolución del Concejo de la ciudad declara que a Robinson le dijeron “regrésate a los algodonales”. De acuerdo a Jonathan Eig, cuyo libro de 2008 “Opening Day” hizo una crónica de la temporada de novato de Robinson, Chapman y varios Filis también hicieron comentarios acerca de las características físicas de Robinson. Robinson dijo después que eso fue lo más cerca que estuvo de estallar y tomar retaliación. “Por un minuto de rabia, pensé, ‘Al infierno con el noble experimento de Mr. Rickey’”, recordó una vez Robinson, refiriéndose a Branch Rickey, el ejecutivo de los Dodgers quién escogió a Robinson como el pelotero que el sentía capaz de integrar el juego al tener la disciplina para no responder a los insultos y provocaciones que enfrentaría. En aquellos juegos iniciales contra los Filis, Robinson contuvo su rabia. “Él sabía que esto no era solo simbolismo”, dijo Eig. “Él sabía que si podía integrar a Major League Baseball, eso afectaría las vidas de muchas personas. Y él sabía que si titubeaba, podía perder la oportunidad”. Por su parte, Chapman insistiría años después que los insultos fueron motivados menos por racismo que por el deseo de ganar ventaja competitiva sobre un novato presumiblemente frágil. Le dijo al periodista Allen Barra que él también había usado epítetos contra Joe DiMaggio, quien era descendiente de italianos, y Hank Greenberg, quien era judío. ”Puedo imaginar la posibilidad de que ambas cosas sean verdad”, Dijo Eig de Chapman, “que él era profundamente racista y que pensaba que al atacar al tipo negro con este lenguaje racista podía provocarlo, hacerle perder la compostura, sacar lo más primitivo del pelotero, hacer que lo expulsaran por la mitad de la temporada, hacerlo renunciar”. De cualquier modo el insulto inicial de Robinson por Chapman y sus peloteros creó una respuesta. En el segundo juego de esa serie, de acuerdo a “Opening Day”, Eddy Stanky de los Dodgers, un jugador del cuadro y nativo de Filadelfia, confrontó a los Filis, les gritó y los llamó cobardes por abusar verbalmente de alguien quien no podía responderles. Los comentaristas intervinieron, y mostraron respaldo por Robinson. “Fue la primera vez que tantas personas blancas y reporteros blancos en particular notaron el abuso del cual era objeto Robinson”, dijo Eig y agregó, “Entrevisté a un aficionado quien asistió a uno de esos juegos cuando era adolescente, él oyó las barbaridades, y estaba impactado”. Chapman había recibido presiones desde dentro del beisbol para el momento cuando los Dodgers hicieron su primera visita a Filadelfia esa temporada, del 9 al 11 de mayo, a Robinson no le permitían compartir el mismo hotel con sus compañeros. Él pidió tomarse una fotografía con Robinson, una petición, dijo Eig, a la que Robinson accedió con los dientes apretados. Los dos hombres posaron rígidos, sosteniendo el mismo bate. Todos estos años después, la resolución del Concejo de la Ciudad parece un genuino gesto de enmienda. “Estoy seguro que Robinson estaría de acuerdo en que una disculpa es válida”, dijo Eig. Traducción: Alfonso L. Tusa C.