miércoles, 10 de agosto de 2016
Más que 3000.
Derek Jeter. Editor Fundador. The Players’ Tribune. 03-08-2016.
Vean a Ichiro en el circulo de prevenido al bate. El tipo nunca deja de moverse.
Vayan y vean algún video de eso. Él toma varios swings de calentamiento, entonces de repente empieza a agacharse, con las rodillas dobladas, moviéndose de lado a lado. Se levanta para hacer un par más de swings, y entonces volverá a agacharse en una posición más amplia, haciendo esos movimientos locos donde enrolla los hombros adelante y atrás. La rutina completa es como un largo paso de baile.
Ichiro siempre se está estirando. Antes de los juegos, después de los juegos, los días libres, en el círculo de prevenidos al bate, cuando está embasado. Todo el tiempo. Si llegaras temprano al estadio para un juego diurno, siempre encontrarás a Ichiro en el clubhouse, estirado en la alfombra en algún tipo de pose.
Recuerdo a Ichiro aún antes de conocerlo. Él era un novato y los Marineros visitaban Nueva York a principios de la temporada de 2001. No recuerdo cuantos rumores había alrededor de él- Todo lo que oía era que él era un jugador de posición de Japón, lo cual era algo muy raro para ese momento. En mi carrera hubo un puñado de grandes jugadores japoneses, pero la mayoría eran pitchers, no jugadores de posición. Y la mayoría no eran novatos de 27 años de edad.
Ichiro bateó un rodado de rutina al campocorto. No tuve que moverme ni un pasoa mi derecha. Para el momento que me di cuenta, él casi estaba en primera base. Casi venció mi tiro. Recuerdo haber pensado. ¡Guao! ¿Quién es este tipo? Puede volar. Yo estaba de verdad sorprendido. La primera vez que hablé con Ichi fue esa temporada, en segunda base, Ichiro terminaba en segunda base muy a menudo. Las primeras veces que conversamos él era cordial pero no hablaba mucho. Su inglés aún estaba ausente. Cerca de un año después, recuerdo que él bateó un doble y se deslizó en segunda.
Le di una sonrisa. Mientras se sacudía el polvo, me agarró fuera de guardia al responderme con algunas palabras.
“What’s going on, my main man?” (“¿Como va todo, mi hombre principal?”)
Main man? Todo lo que pude hacer fue reir. ¿Donde estaba aprendiendo esas cosas este tipo?
A medida que pasaron los años, vi a Ichiro en segunda base más y más. Él siempre había sido amigable, pero mientras su inglés mejoraba, nuestras conversaciones eran un poco más largas. Pronto estábamos intercambiando una o dos oraciones completas entre pitcheos. Siempre me hacía reir con varias frases que tomaba de sus compañeros de equipo. Me dijo que estaba aprendiendo mucho con Mike Cameron. Mike le había enseñado cosas como, “¿Que tal esta mi hermano de otra madre?” Yo podía decir que Ichi se estaba adaptando bien en un país nuevo. Seattle era un lugar receptivo para él, y pienso que esos equipos de los Marineros eran muy buenos en parte debido a su química.
No me sorprende que el inglés de Ichiro haya mejorado tanto tan rápido. Su enfoqu para aprender el lenguaje era el mismo que su enfoque en el juego de beisbol: Trabajo y más trabajo.
En este momento las personas están prestando mucha atención a Ichiro al aproximarse a su imparable 3000. Él se unirá a uno de los clubs más exclusivos del beisbol. Es un logro increíble. Cuando se agregan sus 1.278 imparables de Japón, donde él jugó hasta que tenía 26 años, su carrera será reconocida como una de las mejores de esta o cualquier generación.
Pero por un momento, miremos más allá de la marca de los 3000 imparables. La mayoría de las personas no se enfoca en lo grande que Ichi es como pelotero en todos los terrenos. Tiene todas las herramientas.
Su corrido de bases, su velocidad, era como la de ninguno en el beisbol. Este es un tipo quien ha usado la velocidad como su arma principal por 25 temporadas como profesional.
El brazo de Ichiro es increíble. Su bateo es obviamente grande, pero por momentos su defensiva ha sido subestimada. Sabes a que me refiero si lo has visto hacer out a alguien desde el jardín derecho. Tal vez todo ese estiramiento influía en eso.
En el plato, su coordinación mano-ojo y su habilidad para mover el bate son tan puras como pueden ser. He oído a algunas personas referirse a él como un bateador de contacto, y eso es verdad hasta cierto punto. Como bateador tu trabajo es embasarte, e Ichi se embasaba más que casi todos. Pero pienso que llamarlo bateador de contacto es privarlo de lo que lo hace tan especial. La mayoría de nosotros solo lo ha vistobatear sencillos y dobles. Pero él tenía una habilidad para mostrar cierto poder que no siempre era aparente.
Durante el juego de las estrellas de Seattle en 2001, yo estaba con algunos peloteros de los Marineros cuando ellos empezaron a conversar de porque Ichiro debería inscribirse en el derby de jonrones. Pensé que estaban bromeando.
“Él ganaría si se inscribiera”, dijo alguien.
Poco después, supe lo que quería decir el tipo. Todos vieron como Ichi dio su clínica personal de jonrones.
Más que todo, he admirado a Ichiro porque es un modelo de consistencia. En mi mente, la característica más subestimada de cualquiera es la consistencia. Es algo a lo que no se le presta atención hasta que desaparece. Pienso que el beisbol siempre fue más que un juego para él. Nació para hacer eso. Y lo más impresionante de todo, el tipo tiene 42 años de edad y no lo recuerdo en la lista de incapacitados. Se ha cuidado mucho. Parece enfocarse en el beisbol como una artesanía que no puede ser perfeccionada. Pienso que él no tiene concepto de tiempo libre mientras juega. Es su trabajo de vida. Eso empieza con trabajar duro todo el tiempo, aún cuando nadie mira.
Durante el receso del juego de estrellas de 2013, recuerdo oir que Ichiro fue a Yankee Stadium para ejercitarse, solo para encontrar que había preparativos para un concierto esa noche. Así que se fue a Central Park a jugar a lanzar la pelota.
Pasando a octubre de 2014, pocos días después que me retiré. Yo había regresado a Yankee Stadium para llevarme mis cosas del casillero. Algunos empleados estaban ahí pero el estadio estaba tranquilo. No habíamos clasificado a los playoffs. A la mayoría de los muchachos les gusta tomar una pequeña vacación para relajarse hasta diciembre o enero.
Mientras desocupaba mi casillero, vi a Ichiro caminar hacia la jaula para batear. Recuerdo pensar, Espero que por lo menos se tome un par de días libres.
Para ese momento, Ichiro hablaba un inglés más fluido. Todavía viajaba con un traductor, pero no lo necesitaba la mayor parte del tiempo. Eso significaba que teníamos muchas más oportunidades de hablar.
Nunca olvidaré un momento en particular. Era el primer juego de la serie de campeonato de 2012, el juego donde me fracturé el tobillo. Fui a buscar un roletazo en el duodécimo inning, y oi un estallido en mi tobillo.
Salí del juego y regresé al clubhouse para los rayos X y el hielo. Los Tigres anotaron dos carreras en el duodécimo y perdimos 6-4. Poco después que terminó el juego, me fui a una habitación más pequeña al lado del clubhouse para cambiarme de ropa y ordenar mis pensamientos. Ichi y su traductor vinieron y se sentaron a mi lado. Ichi me preguntó por mi tobillo.
“Está fracturado. Estoy fuera”.
Él sonrió, pero no dijo nada. Yo había terminado de enfriar mi tobillo y descansaba un poco. No había apuro por ir a ninguna parte. Habíamos perdido y yo sabía que no podría jugar hasta la próxima temporada. De pronto el clubhouse estaba casi vacío. Ichi, su traductor y yo estábamos sentados en la pequeña habitación para cambiar de ropa. Ichi todavía seguía con su uniforme.
Finalmente, recogí mis cosas y me levanté con mis muletas para irme. Fue entonces que me di cuenta que Ichiro había estado esperando por mi. Cuando me levanté, él se levantó y me vio alejarme.
No sé si eso fue una señal de respeto. Tal vez se estaba tomando un largo receso esa noche. Tendrías que preguntarle. Pero me gusta pensar que sé lo que él trataba de decirme. Despues de todas esas conversaciones cortas en segunda base a través de los años, y el tiempo que compartimos como compañeros de equipo, ese momento de silencio entre nosotros aquella noche aún permanece en mí más que cualquier cosa. Cuando pienso acerca de quien es Ichiro como atleta y como persona, eso es lo que recuerdo.
Me quito el sombrero ante Ichiro. Él es uno de esos tipo que solo aparece una vez en la vida. Nadie ha visto a alguien como él. Y para ser honesto, probablemente no veremos a alguien como él de nuevo.
Parte de mí quiere decirle, “Espero que disfrutes de algun tiempo libre pronto”, pero sé que no le gustaría oir eso. No estoy seguro de que él sepa que es el tiempo libre.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
lunes, 8 de agosto de 2016
Brandon Crawford, el campocorto de los Gigantes, es el mejor en lo que el hace mejor.
Tyler Kepner. The New York Times. 20-07-2016.
Boston.- Brandon Crawford, el espléndido campocorto de los Gigantes de San Francisco, es el mejor jugador defensivo del beisbol. Si solo el supiera que hacer con eso.
“Estoy en las redes sociales, así que puedo verlo, pero probablemente la razón por la que no lo veo es porque no sé como lo calculan”, dijo Crawford este miércoles 20 de julio. “No sé que hacer para mejorar. Como sé, que mi si promedio al bate es bajo, debo conseguir más imparables. Eso es un calculo simple, no tan fácil, pero sabes lo que tienes que hacer. Con las carreras salvadas con defensiva y todas las estadísticas sabermétricas, no sé. Solo quiero hacer las jugadas”.
Crawforda hace tantas que cuando Fangraphs empaca todos sus lances defensivos en un número, carreras defensivas sobre el promedio, Crawford clasifica primero en las mayores. Los Gigantes, quienes visitarán Yankee Stadium para tres juegos empezando este viernes 22 de julio, también marchan primeros como equipo.
El éxito defensivo ha rescatado a un roster afectado por las lesiones del jardinero derecho Hunter Pence (pantorrilla); el segunda base Joe Panik (concusión) y el tercera base Matt Duffy (tendón de Aquiles). Los Gigantes perdieron su quinto juego seguido este miércoles 20 de julio, por 11-7 ante los Medias Rojas en Fenway Park, aún así, su marca de 57-38 les permite estar solo medio juego detrás de los Cachorros de Chicago como el equipo de mejor marca en las mayores.
“Hemos perdido algunos peloteros clave, nuestro segunda base y nuestro tercera base, y nuestra defensa no se ha resentido”, dijo el manager Bruce Bochy. “Por eso es que Crawford ha sido tan importante; él solidifica ese infield. Eso es lo que somos. Somos un equipo más de pitcheo y defensa. No somos un equipo de poder al bate; no vamos a caerle a palos al otro equipo. Tenemos que atrapar la pelota, ejecutar las jugadas fundamentales del beisbol”.
El estilo de los Gigantes ha funcionado en cada año par de esta década, con títulos de Serie Mundial en 2010, 2012 y 2014. Crawford, quien creció en Pleasanton, Calif. Y tiene su nombre en un ladrillo de familia en la plazo de los aficionados de las afueras de AT&T Park, estuvo ahí en los últimos dos títulos.
“Tengo una teoría acerca de porque eso puede ocurrir cada otro año: desde jugar una larga temporada, ese mes adicional es mucho beisbol extra, y hemos tenido muchas lesiones los años impares intermedios”, dijo Crawford. “Pero principalmente, probablemente eso sea una coincidencia”.
Antes de Crawford, los Gigantes habían visualizado el campocorto como el dominio de los veteranos. Ellos ganaron el título de 2010 con Juan Uribe y Edgar Rentería en esa posición; Omar Vizquel y Deivi Cruz los habían precedido. Todos tenían más de 30 años. Crawford, ahora en su sexta temporada, solo tiene 29. Él dijo que había mejorado al disminuir los “errores tontos”, un porcentaje bajo de jugadas que alguna vez hizo rutinariamente.
“Él tiene la destreza para hacer todo lo que quieres de un campocorto”, dijo Ron Wotus, el coach de banca e instructor de infield desde 1998. “Tremendas manos, brazo fuerte y preciso, y tiene un gran sentido para la posición y las exigencias del posicionamiento. Él lee los swings, se ajusta a los elevados. Sus habilidades defensivas son tan buenas como las de cualquiera que haya visto”.
Los otros, dijo Wotus, pueden tener mejor alcance. Pero Crawford, quien firmó una extensión de contrato de seis años por 75 millones de dólares en noviembre pasado, tiene una cualidad innata para saber donde se debe ubicar. Los Gigantes han usado más variantes defensivas esta temporada que lo que habían hecho antes, dijo Wotus, pero ellos animan a Crawford para que sea el capitán del infield.
“Hablamos cada día y trabajamos juntos, pero una vez que el juego comienza y él empieza a leer los swings, el toma la mayoría de las decisiones”, dijo Wotus. “Confío en cualquier pensamiento que él tiene. Nos gusta dejar que nuestros jugadores usen sus instintos cuando llega el momento. Tenemos nuestro plan defensivo con el que empezamos, pero siempre les digo, ‘Usen sus instintos, confíen en su coraje y hagan lo que necesiten hacer’”.
En 2014, con dos outs en el cierre del noveno inning del séptimo juego de la Serie Mundial, Crawford hizo una atrapada de campocorto con un tiro de Juan Perez desde los jardines, para mantener a Alex Gordon de los Reales en tercera base en un juego de una diferencia de una carrera. Gordon no iba a retar a Crawford en lo que hubiera sido un tiro de rutina, y Madison Bumgarner logró el out final con un elevado de foul de Salvador Perez.
Bumgarner sigue siendo el as de la rotación de los Gigantes, y los recién llegados Johnny Cueto y Jeff Samardzija han ganado 22 de 27 decisiones. El cuerpo de lanzadores depende mucho de lo que Crawford haga al campo.
“Tenemos un cuerpo de pitcheo que induce muchos batazos”, dijo el relevista veterano Javier López. “Tenemos tipos que pueden recetar varios ponches, como Bumgarner, pero Sarmdzija es mas un lanzador que induce batazos, también Cueto, y mucho de nuestro bullpen también tiene esa orientación”.
Al hablar de Crawford, López continuó: “Y yo fácilmente puedo confiar en sacar el out con un batazo por allí, porque lo veo ejecutar todos los días, siento que él es un can didato a jugador más valioso. Sé que se trata de un juego altamente orientado hacia la ofensiva, pero si se mira a lo que él hace de ambos lados del juego, es muy impresionante. Él tiene confianza total en si mismo para hacer muchas jugadas, y muchos tipos alimentan eso”.
Crawford está bateando .276 con nueve jonrones y lidera su equipo con 61 carreras empujadas. Se fue de 4-2 este miércoles, una noche que perteneció a Hanley Ramirez de los Medias Rojas, quien descargó tres jonrones. Los Gigantes permitieron seis en dos juegos en Fenway.
“Tenemos que reducir algo de eso”, dijo Bochy. “Nos están sacando muchas pelotas en estos momentos”.
Aún para un equipo con el mejor fildeador de las mayores, no hay defensa contra eso.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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