martes, 29 de octubre de 2019

¿Puede la Recuperación de un Estadio de las Ligas Negras Revivir una Ciudad Empobrecida?

Paterson, N.J., planea restaurar Hinchliffe Stadium, el cual una vez fuese escenario del beisbol de las Ligas Negras, y convertirlo en museo y facilidad multideportiva. ____________________________________________ Kelly Whiteside _____________________________________________________________ PATERSON, N.J. — Solìa haber un estadio de beisbol aquí, en la esquina de Maple y Liberty. La realeza del beisbol una vez rondaba las bases, y los ciudadanos llenaban las tribunas. Ahora desfigurado con graffitis, Hinchliffe Stadium parece un pedazo de terreno a punto de ser demolido. Arbustos y árboles han invadido las gradas, y el cuadro interior esta cubierto de asfalto y basura. “Este es un estadio que desafortunadamente ha simbolizado el decaimiento y el declive de la ciudad”, dijo el alcalde la de ciudad André Sayegh. “Es triste. Y eso habla de la trayectoria de Paterson. Lo que tratamos de hacer es colocar a Paterson de vuelta en el mapa, y parte de eso consiste en restaurar el estadio hasta su gloria previa”. Hinchliffe, abandonado desde 1997, es uno de pocos estadios de las Ligas Negras que aun siguen de pie. Una joya arquitectónica y símbolo de perseverancia en medio de la injusticia racial, se convirtió en una víctima de las necesidades más urgentes de esta ciudad empobrecida económicamente. Luego de muchos intentos fallidos para recaudar fondos para su recuperación, un salvado de noveno inning parecía poco probable. Hasta ahora. ______________________________________________________________________________________ Despues de mucho debate en los últimos meses, una propuesta para transformar Hinchliffe en un complejo deportivo, principalmente para niños y equipos de secundaria, venció su último obstáculo cuando miembros del Concejo Municipal aprobaron el plan de desarrollo. Se espera que la refacción empiece el año próximo, a tiempo para el centésimo aniversario de la fundación de las Ligas Negras. Una vez hogar de los Black Yankees de Nueva York y los Cubans de Nueva York, Hinchliffe vio jugar peloteros como Monte Irvin, Josh Gibson, Satchel Paige, Cool Papa Bell y el nativo de Paterson Larry Doby, primer pelotero negro en jugar en la Liga Americana. Los esfuerzos previos para devolverle la vida al espacio fallaron, eso dejó a los residentes, incluyendo a los jóvenes, fatalistas respecto al futuro de la edificación. “Cuando este lugar sea restaurado, tendré 40 años de edad”, dijo Saleh Ahmed de 14 años de edad. Al cruzar la calle, en frente de Hichliffe, Ahmed y otros inmigrantes de Bangladesh se reúnen regularmente para jugar cricket. Aunque el estadio Art Decco se asoma inmenso, los muchachos no saben nada de su lugar en la historia. Para ellos, es otro territorio abandonado, uno con una placa de National Historic Landmark. Los camerinos, los cuales alguna vez alojaron inquilinos del Salón de la Fama y peloteros estrellas de la época, ahora son solo corredores de silencio. Ahmed una vez tuvo que buscar una pelota que fue a tener al estadio. “Fue muy tenebroso”, dijo él. Vaughn McKoy, administrador de negocios de la municipalidad, jugó futbol americano liceísta en Hichliffe. Eso le allanó el camino para una beca en Rutgers y una carrera como abogador y fiscal estadal y federal. _______________________________________________________________________________________________ “Si naciste en la década de 1990, no tienes recuerdos de ese estadio y lo que significa para la comunidad”, dijo McKoy. Por eso piensa que una galería de exhibición para rendir honor a los peloteros de las Ligas Negras quienes llamaron a Hinchliffe su hogar, lo cual es parte del plan de restauración, es tan importante: “Contar la historia de estadio”, dijo él, “y lo que significa para la comunidad”. En las décadas de 1930 y 1940, el juego floreció aquí, cuando la segregación mantuvo a los peloteros negros fuera de las ligas mayores. En 1933, la primera temporada completa de beisbol del estadio, Hinchliffe recibió en equivalente en las Ligas Negras de la Serie Mundial. El próximo año, los Black Yankees de Nueva York convirtieron al estadio en su hogar. Después que Jackie Robinson rompió la barrera racial en Major League Baseball en 1947 con los Dodgers de Brooklyn, y Doby lo imitara tres meses después con los Indios de Clevelnad, las puertas finalmente se abrieron para los peloteros de color, disminuyendo la necesidad de las Ligas Negras. Más allá del beisbol, Hinchliffe experimentó una amplia existencia, allí se presentaron veladas boxísticas, carreras automovilísticas y personalidades como Duke Ellington y Abbott y Costello, quien pudo en realidad haber estado en primera base durante la actuación del dueto. (Lou Costello creció en Paterson). La ciudad lanzaba sus fuegos artificiales desde el estadio, cerca de Great Falls, donde el río Passaic se precipita por un desfiladero de 77 pies. El estadio está incluido en el Great Falls National Historic Park. ______________________________________________________________________________________ Hinchliffe, el cual pertenece al sistema escolar, se convirtió en fuente de orgullo cívico. Generaciones de atletas de escuela secundaria actuaron en su terreno, y el día de Acción de Gracias, era reverenciado el juego de futbol americano entre las secundarias rivales de la ciudad. Hasta Doby, quien empezó su carrera de beisbol de Salón de la Fama probando en Hinchliffe, atesoraba las memorias de sus días de futbol americano en la escuela secundaria allí, de acuerdo a su hijo: “Le pedía a mi padre que me contara sus historias de beisbol, y todo de lo que quería hablar era del futbol americano en el día de Acción de Gracias entre Paterson Eastside y Central High School”, dijo Larry Doby Jr.. Agregó, “Hablaba de cómo todo el pueblo iba al estadio”. ______________________________________________________________________________ Cuando el estadio cayó en el abandono en la década de 1990 y cerró en 1997, parte de Paterson murió también. Ahora el renacimiento del estadio es la pieza central de una propuesta para revitalizar a Paterson mediante créditos de impuestos estadales. El proyecto de 76.7 millones de dólares, con 31.4 millones destinados a Hinchliffe, incluye planes de construir edificios residenciales, un restaurant, un estacionamiento y la galería, la cual el alcalde avizora como una versión en la costa este del Negro Leagues Baseball Museum de Kansas City, Mo. Recordar las dificultades que enfrentaron los peloteros es relevante especialmente hoy, dijo Raymond Doswell, vice presidente del museo de Kansas City. “Es una pena que haya tenido que haber una Liga Negra. Es una tragedia para la historia estadounidense”. __________________________________________________________________________________________ Paterson, la tercera ciudad más grande de Nueva Jersey, es también una de las más diversas, se habla más de 40 lenguajes y tiene una vibrante escena gastronómica. A pesar de este entramado, y de las lecciones de historia que provee el estadio, los comentarios intolerantes rodearon el manejo de la propuesta en el Concejo Municipal. Michael Jackson, el vicepresidente del concejo, quien fuera mariscal de campo de Bethune-Cookman después de jugar en Hinchliffe, se opuso a la restauración, diciendo que eso no generaría el crecimiento económico que se supone aportarían los créditos de impuestos. Prefería un plan para construir un complejo deportivo y un hotel para crear más empleos y mejorar la base de impuestos de la ciudad. “¿Cómo da revitalización económica el estadio?” dijo Jackson. “No lo hace. No se hace dinero con los niños”. En una reunión reciente del Concejo Municipal, él usó la frase “los judíos nos degradaron”, para referirse a los planes de los desarrollistas y las negociaciones pasadas de la ciudad. Cuando fue interpelado por el alcalde, un opositor político de origen árabe, Jackson, quien es negro, respondió, “Como si ustedes no hubiesen usado la palabra ‘negro’ antes”. Después el concejal publicó una nota en su página Facebook, lo cual generó interpretaciones acerca de que él comparaba la crítica de su comentario anti-semita con una turba de linchamiento. ______________________________________________________________________________________ Han pasado 22 años desde que se produjeron las últimas celebraciones en Hinchliffe, y si el Concejo Municipal hubiese votado contra el plan, como lo hizo inicialmente, la oportunidad de desarrollarlo usando créditos de impuestos estadales hubiera desaparecido. Como dijo Sayegh, “No había Plan B”. Al final, la propuesta avanzó. Se espera que el estado firme el plan este mes. Una vez empiece la restauración el año próximo, el proyecto se debe completar en dos años, de acuerdo a lo estipulado por el estado. Ante el voto del futuro de Hinchliffe, el concejo se hizo cargo de los negocios regulares de la ciudad. También reconoció a Nazier Mule, un destacado jugador de la secundaria de la clase de 2022. Hinchliffe no estará listo para que él juegue allí. Aún así, la promesa de ver peloteros rondar las bases allí, genera sonrisas. “Imagino que será como si se regresara a aquellos días”, dijo Mule, “con los niños divirtiéndose en el terreno”. _____________________________________________________________ Traducción: Alfonso L. Tusa C. 28 de octubre de 2019.