martes, 21 de julio de 2015

Tratando de vencer obstáculos a través del océano.

Associated Press. 04-07-2015. Paris. Simplemente por jugar beisbol, Melissa Mayeux está rompiendo barreras. Al convertirse en la primera mujer en aparecer en la lista de registro de MLB internacional, ella se hizo elegible para firmar con equipos profesionales, es el último obstáculo vencido por Mayeux, una campocorto de 16 años de Francia. Previamente había logrado que abolieran una norma de prohibición de presencia femenina y así continuó jugando beisbol con muchachos franceses. Aún en una lejana conversación de Skype desde unaa clínica de pitcheo y bateo en Alemania donde Mayeux trabajaba en su manejo del bate la semana pasada con el dos veces Todos Estrellas Steve Finley, su enfoque era claro. Mayeux es una poco común pionera del beisbol, proviene de la tierra del Tour de Francia (ciclismo) y los campeones de la Copa Mundial de futbol de 1998. Francia vio su primer juego de beisbol a la sombra de la entonces en construcción Torre Eiffel en 1889, pero nunca fue un buen escenario para el deporte. Las ambiciones beisbolera de Mayeux empezaron con solo lo suficiente. Su hermano mayor, Dylan, jugaba beisbol, y ella “quería hacer todo lo que hacía él”, dijo ella. Ella agregó: “Lo seguía a todas partes. Somos muy unidos, hacíamos todo juntos. Él empezó en el beisbol a los 5 años. Yo tenía 3. Cuando él iba a entrenar, yo siempre quería ir con él, para jugar, correr. Por eso empecé a entrenar a los 3 años y jugué mi primer campeonato a los 5”. Mayeux juega con el equipo de beisbol nacional junior de Francia y con el equipo nacional de softbol, con otras mujeres, en el nivel de mayores. Mayeux era la única muchacha en sus equipos juveniles quién seguía jugando beisbol. Pero una regla federativa francesa prohibía a las muchachas continuar jugando con muchachos después de los 15 años. Ella dijo que las personas siempre le recordaban a ella y sus padres que debía cambiarse al softbol. Su razonamiento, dijo ella con una respiración brusca, era que las muchachas tenían menos reflejos que los muchachos, por lo que ella estaría en un gran riesgo de lesionarse porque los pitchers lanzaban más rápido con la edad. “Es bla, bla, bla”, dijo ella. “Solo excusas para sacar a las muchachas del beisbol”. Ella agregó: “No los escuché. Eso me motivó más a continuar, a cambiar las cosas. Siempre quise seguir jugando porque sabía que este era mi deporte y porque ser una muchacha no era razón para detenerme. No podía entender eso”. Tampoco podía entenderlo Didier Seminet, quién asumió como presidente de la Federación Francesa de beisbol y softbol en 2010. Mayeux lo acredita por haber respaldado sus esfuerzos, escribía cartas; mis padres me ayudaron mucho”, dijo ella, para rescindir la regla. Eso finalmente ocurrió el año pasado, y habría tomado más tiempo de no ser por Mayeux, dijo Seminet. “Lleva generaciones cambiar a las generaciones”, dijo él. “Lo que de verdad me gusta de esta historia es como ella se faja con los muchachos”. “Usted pregunta, ‘¿Por qué esto no ocurrió hace diez años?’ Porque la nuestra es una sociedad chauvinista. ¿Dónde llevará a Mayeux su espíritu aventurero? Ni siquiera ella lo sabe con seguridad. Ella espera llamar la atención de los scouts de MLB en agosto en un campamento de la élite europea, donde ella trabajará con el campocorto del Salón de la Fama Barry Larkin. Ella sueña con convertirse en la primera mujer en jugar en Grandes Ligas pero sabe que hay más barreras que vencer. “Sé que hay personas que se oponen a la idea de que una muchacha sea firmada para jugar beisbol profesional algún día”, dijo ella. “Pero ellos nunca me han visto jugar; ellos no me conocen. Espero poder cambiar su opinión”. “Todo lo que quiero es jugar al nivel más alto que pueda, disfrutar y seguir avanzando”. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

lunes, 20 de julio de 2015

El promontorio desaparecerá, pronto, en Houston.

Terence Moore. MLB.com. 05-06-2015. Por muchas razones, los Astros no necesitaban abrir su nuevo estadio en 2000 con un jardín central que durara para siempre. No solo eso, ellos agregaron un promontorio muy empinado detrás de la zona de seguridad. Luego colocaron un poste para la bandera cerca de la pared casi detrás del promontorio. El promontorio y el poste estaban en juego. Nada bueno. Si se verifica, unos cuantos jardineros centrales aún se lamentan al recordar como dudaban a la hora de buscar los elevados en el Minute Main Field. Esto es bueno: Al comenzar la temporada de 2016, los oficiales de los Astros removerán ese promontorio y el poste del jardín central. Recortarán la distancia desde el plato a la pared en esa parte del estadio desde 436 pies hasta 409 pies, lo cual bajará al jardín central de Houston desde el más profundo del beisbol hasta el sexto más profundo. Ocuparan la zona detrás de la pared con restaurantes y bares, y le darán la oportunidad a los aficionados de tener una vista de la acción a nivel de terreno. “El nuevo jardín central no solo será maravilloso para los aficionados, sino que convertirá al Minute Maid Park en un estadio atractivo para peloteros actuales y futuros”, le dijo el gerentye general de los Astros Jeff Luhnow a los reporteros, hablando principalmente desde un punto de vista de mercadeo. Entre los involucrados con esta situación, el jardinero central de los Astros, Jake Marisnick le dijo al Houston Chronicle, “La seguridad tiene mucho que ver con esto. Me refiero a que resulta complicado subir ese promontorio y más con ese poste ahí…No se han visto muchas pelotas bateadas hacia ese lugar. No pienso que es algo muy importante, pero sería bueno si la pared la movieran hacia adelante”. Ese es el plan. Con 15 millones de dólares a disposición para las renovaciones venideras para el Minute Maid Park, todos ganan, excepto tal vez por Tal Smith, el legendario antiguo ejecutivo de los Astros. El promontorio es llamado el promontorio de Tal, pero no hay que preocuparse. Los Astros encontraran otras manera de rendir honores a Smith. Ellos podrían declarar el area que se extenderá desde el jardín central a través del nuevo espacio para los aficionados más allá de la cerca, algo así como el Valle de Tal. No me malinterpreten. Entre las muchas cosas que separan al beisbol de sus contrapartes está la originalidad de sus estadios. Wrigley Field gana mucho de su encanto de su hiedra. Igual con su pizarra manual que está más allá de las gradas del jardín central, y hablamos de unas gradas que han sido reconstruidas recientemente en la parte norte de Chicago más allá de las paredes de los jardines de más de 100 años de edad. Aún así, esas gradas le continúan dando a los Cachorros un hogar único para la eternidad. Ya saben cual es la próxima parada: El Monstruo Verde. Como Wrigley, Fenway Park ha sido golpeado con varios mandarriazos en años recientes. Aún, cortesía de el Monstruo Verde, que es la pared del jardín izquierdo (junto a otros vericuetos en otras partes del estadio), los Medias Rojas tienen su Wrigley en Boston. Yankee Stadium ya no es el que Ruth construyó. Ni siquiera es el que fue renovado en los años ’70. Es el que Steinbrenner construyó e inauguró en 2009, con muchos aditamentos modernos, pero luce muchas de las características de sus predecesores. Está el Monument Park, y también existe el decorado distintivo que era parte del techo del Yankee Stadium de Ruth. Los Reales tienen sus fuentes de agua en Kauffman Stadium. Los Orioles tiene su almacén detrás del jardín derecho. Los Cerveceros tienen su tobogán para Bernie Brewer, y los Mets tienen su Gran Manzana. Tampoco hay nada indebido con esa piscina detrás de la pared del jardín derecho en el Chase Field de Phoenix, porque Arizona es conocida por ser un poco ardorosa, aún durante la primavera o el otoño. Luego están los remeros de kayacs de McCovey Cove detrás de la pared del jardín derecho en el AT&T Park de San Francisco. Todas esas cosas eran únicas para esas franquicias, lo cual significa que los Astros fueron muy lejos (y muy profundo en el jardín central) respecto a su promontorio y su poste. Por una parte, ambas cosas a menudo eran molestas para los peloteros. Por la otra, no eran oriiginales. Los Astros obtuvieron la idea del poste del Yankee Stadium original, que tenía su poste dentro del terreno de juego, en medio de un jardín central inmenso, como el de Minute Maid Park ahora. Y sobre el promontorio, bien, esto es más personal. Los Astros construyeron su promontorio como tributo al promontorio que estaba en la zona de seguridad del jardín izquierdo en el viejo Crosley Field. En mis años adolescentes en Cincinnati hacia finales de los años ’60, mis hermanos y yo eramos asíduos en Crosley, allí disfrutábamos a Johnny Bench, Tony Perez, Lee May y otros miembros de la gran maquinaria roja enviar cohetes hacia las cercanas colinas del sur de Ohio. También disfrutábamos viendo a los jardineros izquierdos trastabillar al tropezar con el promontorio de Crosley. El único lugar de las Grandes Ligas que debe tener un promontorio en los jardines es Great American Ballpark porque es el sucesor de Crosley y Riverfront Stadium como el hogar de los Rojos. Great American Ballpark carece de un promontorio, por cierto. Pero su entrada principal recuerda la terraza del jardín izquierdo de Crosley, y también tiene sus rasgos propios, desde la apertura en las gradas para dar a los aficionados una vista única del centro de la ciudad y las dos chimeneas detrás de la cerca entre el jardín derecho y el central para conmemorar los barcos de vapor que navegaban en el cercano rio Ohio. De regreso al Minute Maid Park, el cual aún tiene un tren que corre más allá de la pared del jardín izquierdo. El Houston Chronicle hizo una encuesta hace tres años preguntando a sus lectores si el tren debería permanecer o irse, y 80 porciento apoyó su permanencia. Entonces los Astros deben mantener el tren. Es lo suficientemente único. Traducción: Alfonso L. Tusa C.