sábado, 16 de enero de 2016

Monte Irvin, jardinero estrella quien perdiera sus mejores años por el racismo, fallece a los 96 años de edad.

Richard Goldstein. The New York Times. 12-01-2016. Monte Irvin, el jardinero de los Gigantes de Nueva York quien fuese uno de los primeros peloteros negros destacados en las Grandes Ligas y un inquilino del Salón de la Fama por su brillantez en las Ligas Negras, donde pasó la mayoría de sus mejores años antes que la barrera del color del beisbol fuese derrumbada, falleció la noche de este lunes 11 de enero en su hogar de Houston. El Salon de la Fama Nacional de Beisbol de Cooperstown, N-Y., anunció su muerte. Irvin fue elegido para ingresar al Salón en 1973 luego que este fuese abierto par las estrellas de las Ligas Negras. Irvin también se convirtió en el primer ejecutivo negro de la jerarquía de Major League Baseball, asignado para promover un juego que una vez lo había excluído debido a su raza y lo había dejado a él y sus seguidores preguntándose, ¿Qué hubiese ocurrido si…? Desde el tiempo cuando él crecía en New Jersey, donde había llegado desde Alabama, Irvin podía hacer cualquier cosa. En la escuela secundaria él fue atleta estadal en beisbol, baloncesto, futbol y atletismo, desarrolló su fuerza al ayudar a su padre a entregar la leche en caballo y carreta. En el terreno de beisbol él podía batear para promedio y poder, así como robar bases y retirar a un corredor desde los jardines con su portentoso brazo. Para el tiempo cuando él participó en su primer juego con los Gigantes, en 1949, luego de años de ser estrella para los Eagles de Newark en la Liga Nacional Negra, habiendo resistido largos viajes en autobús, hoteles de mala muerte y los precarios salarios del beisbol negro, ya tenía 30 años, dos años mayor que Jackie Robinson cuando este rompió la línea de color con los Dodgers de Brooklyn en 1947. Irvin sabía que sus mejores años habían quedado atrás. “Entonces ya había pasado mi pico”, dijo él después. “Mi único lamento es que nunca tuve la oportunidad a los 19 años, cuando era un pelotero de verdad”. Willie Mays, el gran jardinero central de los Gigantes, quien se unió al equipo en 1951, cuando tenía 20 años de edad, reconoció a Irvin como su mentor. En una declaración del martes 12 de enero, dijo, “Perdí alguien que me importaba y admiraba mucho, mucho, alguien quien fue como un segundo padre para mí”. Cuando los Gigantes dieron cuenta de los Dodgers en la histórica carrera por el banderín de la Liga Nacional en 1951, Irvin, jugando su primera temporada completa de Grandes Ligas, dio una idea de lo que pudo haber hecho ante el pitcheo de las mayores durante todos los años de espera.. Bateó para .312 con 24 jonrones y lideró la liga con 121 carreras empujadas durante la temporada regular, y bateó .458 y robó el plato en la derrota de Serie Mundial de los Gigantes ante los Yanquis. “La mayoría de los peloteros negros pensaban que Monte Irvin debió haber sido el primer negro en las mayores”, Cool Papa Bell, una estrella de las Ligas Negras e inquilino del Salón de la Fama, fue citado diciendo en el libro “Baseball for the Love of It” (1982), de Anthony J. Connor. “Monte fue nuestro mejor jugador joven de ese tiempo. Él podía batear largo; tenía un gran brazo; podía fildear; podía correr. Si, podía hacerlo todo”. Pero en 1945, cuando Branch Rickey firmó a Robinson para la organización de los Dodgers, Irvin regresaba del servicio militar. Él no llegó a las mayores hasta el 8 de julio de 1949, cuando él y Hank Thompson se convirtieron en los primeros peloteros negros de los Gigantes. Irvin jugó para dos ganadores de banderín con los gigantes: el equipo de 1951, recordado por el jonrón de playoff de Bobby Thomson ante Ralph Branca, y el equipo de 1954, el cual barrió a los Indios de Cleveland en la Serie Mundial. Un bateador derecho de cuerpo ancho, Irvin tuvo un promedio vitalicio de .293 con 99 jonrones en siete temporadas con los Gigantes y una con los Cachorros de Chicago, a pesar de su retrasada llegada a las Grandes Ligas y a una severa fractura de tobillo que sufrió en 1952. Él se convirtió en el primer ejecutivo negro del beisbol en 1968, cuando fue nombrado para manejar la promoción y las relaciones públicas por el Comisionado William D. Eckert. Permaneció en la oficina del comisionado, como asistente del sucesor de Eckert, Bowie Kuhn, hasta 1984. En 1971, Irvin fue señalado por un comité creado para abrir el Salón de la Fama a las estrellas de las Ligas Negras. Él fue elegido al Salón por ese cuerpo dos años después, siguió a Satchel Paige, Josh Gibson y Buck Leonard a Coperstown. Irvin había sido el segundo miembro viviente más viejo del Salón de la fama detrás de Bobby Doerr, el segunda base de los Medias Rojas de Boston, quien tiene 97 años. En segundo lugar está ahora Red Schoendienst quien tiene 92 años, mejor conocido por sus años con los Cardenales de San Luis. Monford Merrill Irving nació el 25 de febrero de 1919, en Haleburg, Ala., uno de 11 hijos levantados por Cupid Alexander Irvin, un cosechador, y su esposa, Mary Eliza. Cuando tenía 8 años, él y su familia se mudaron a Bloomfield, N.J., y se establecieron en Orange, N.J., dos años después. Él pronto desarrolló un fuerte físico, fortaleció sus piernas al subir y bajar de un caballo ajustado a una carreta que su padre y sus hermanos usaban para llevar la leche a una empresa láctea. Irvin logró renombre a mediados de los años ’30 como atleta en Orange High School, y asistió a la históricamente negra Lincoln University de Pennsylvania, donde estudió historia, planeaba ser maestro. Pero también jugaba a medio tiempo para los Eagles de Newark, usando el nombre de un amigo y apareciendo solo en juegos de gira, donde no pudiera ser reconocido, para retener su elegibilidad en los deportes colegiales. Se fue de Lincoln en su segundo año para jugar a tiempo completo con los Eagles. Irvin jugaba en los jardines y el cuadro para Newark. Apareció en el Juego de Estrellas de las Ligas Negras, Este-Oeste, en 1941, jugó en México por la mayor parte de la temporada siguiente y entonces, luego de servir en la armada en la segunda guerra mundial, regresó a los Eagles y fue un Todos Estrellas desde 1946 hasta 1948. El fue compañero de Larry Doby en los Eagles, otro futuro inquilino del Salón de la Fama, quien se convirtió en el primer pelotero negro de la Liga Americana cuando se unió a los Indios de Cleveland en 1947. A finales de 1948, Rickey firmó a Irvin para un equipo de las granjas de los Dodgers, evidentemente creyendo que él era agente libre debido a que estaban vendiendo al equipo de Newark. Pero cuando los Eagles reclamaron que Irvin todavía estaba bajo contrato, Rickey renunció a sus derechos. Los Eagles entonces vendieron sus derechos a los Gigantes por 5.000 $ en enero de 1949. Irvin dividió el tiempo entre los Gigantes y su equipo granja de Jersey City en 1949 y 1950 antes de mudarse al Polo Grounds para quedarse. Él tuvo un comienzo lento en el plato en 1951 mientras jugaba primera base, donde no se sentía cómodo. Pero luego que el manager Leo Durocher lo mudara a los jardines temprano en la temporada, lo alternaba con Whitey Lockman, el bateo de Irvin mejoró, y él fue una figura clave en la carrera por el banderín que fue conocida como el Milagro de Coogan Bluff. Irvin recordaba como Durocher y sus compañeros, incluyendo los sureños, le dieron la bienvenida. “En aquellos días, el asunto racial aun era un gran problema en el beisbol”, dijo él en una entrevista para el libro de Thomas Kiernan, “The Miracle at Coogan’s Bluff”. “Y aún así nunca hubo sentimiento ‘anti’ en el equipo. Todos se apoyaban, sin importar el color”. La carrera de Irvin sufrió un descarrilamiento el 2 de abril de 1952, cuando se fracturó el tobillo derecho al deslizarse en tercera base en un juego de exhibición contra los Indios en Denver. Fue sacado del campo en camilla y estuvo fuera de acción hasta el 27 de julio. Él favorecía su pierna mala cuando regresó lo cual le hacia inclinar la espalda fuera de su alineación natural. Aunque bateó .329 en 1953, sus problemas con la espalda le afectaron por el resto de su carrera. Él se retiró en 1957 luego de jugar cuatro encuentros para el equipo de ligas menores Los Angeles Angels. Los Gigantes retiraron el número 20 de Irvin en San Francisco, en junio de 2010, aunque el nunca jugó ahí para la franquicia, la cual abandonó Nueva York en 1958. Cuando los Gigantes inauguraron la Serie Mundial contra los Rangers de Texas en octubre de 2010, Irvin lanzó la primera pelota. Los Gigantes hicieron los arreglos para que Irvin asistiera a la recepción de junio de 2015 que el Presidente Obama brindó en la Casa Blanca para el equipo campeón de la Serie Mundial de 2014, cuando supieron que él no conocía a Obama, e Irvin se sentó al lado de Mays en la ceremonia. “Estoy particularmente honrado por tener dos grandes inquilinos del Salón de la Fama aquí”, dijo el presidente. Los sobrevivientes de Irvin incluyen a sus hijas Pamela Irvin y Patricia Irvin Gordon. Su esposa, Dorinda, conocida como Dee, falleció en 2008. Cuando Irvin fue inducido al Salón de la Fama, él reflexionó no solo en sus logros sino también en las oportunidades perdidas. “Perdí mis mejores años en las Ligas Negras”, dijo él. Pero agregó: “Soy filosófico acerca de eso. No tiene sentido amargarse. No estas feliz con la manera como ocurren las cosas, pero ¿para qué enfermarte por dentro? Hubo muchos tipos quienes podían jugar muy bien y nunca tuvieron una oportunidad”. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

martes, 12 de enero de 2016

Phil Pepe, periodista deportivo de Nueva York de larga trayectoria, fallece a los 80 años.

Bruce Weber. The New York Times. 14-12-2015. Phil Pepe, un popular periodista deportivo de Nueva York quien cubrió a Los Yanquis para los periódicos de la ciudad, hacía comentarios por la radio y escribió docenas de libros con, y acerca de, estrellas de Grandes Ligas, falleció el domingo 13 de diciembre en su hogar de Englewood, N.J. La causa resultó ser un ataque cardíaco, dijo su hijo David. En una carrera que duró más de medio siglo, Mr. Pepe (se pronuncia “peppy”) fue un reportero versátil quien cubrió el baloncesto, futbol y boxeo. Pero su nombre familiar en Nueva York primero en The New York World-Telegram & Sun y después por dos décadas en The Daily News, estuvo más asociado con el beisbol, el cual el reconocía por completo que era su pasión. Un hijo de Nueva York quien creció en Brooklym aupando a los Dodgers, y cuya voz distintiva, un entusiasta Noo Yawkese, lo hizo una presencia acompañable en radio WCBS por muchos años, Mr. Pepe pasó la mayor parte de su tiempo como reportero de beisbol para el odiado equipo de su niñez, los Yanquis. Él comenzó con ellos en 1961, el año de la famosa persecución de la marca de jonrones de Babe Ruth por Mickey Mantle y Roger Maris, y estuvo con ellos, con un hueco o dos, a través de los años finales de los ’60 y comienzos de los ’70 y durante su resurgir con un nuevo dueño principal, George Steinbrenner, cuando ganaron su primer banderín en 12 años en 1976 y capturaron la Serie Mundial en 1977 y ’78. Mr. Pepe sucedió al venerable Dick Young como columnista de beisbol de The News en 1982. The News reportó que desde 1969 hasta 1981, aún en los años cuando los Yanquis no fueron a la Serie Mundial, Mr. Pepe escribió el artículo principal para cada juego de la serie. Mr. Pepe era conocido por su agudeza acerca de la historia del beisbol y la estrategia y tenía la reputación de escribir historias interesantes de los juegos. Él también tuvo oportunidad de escribir acerca de los peloteros fuera del campo, incluyendo aquellos envueltos en escándalos, en 1973, los pitchers de los Yanquis Fritz Peterson y Mike Kekich revelaron que habían intercambiado esposas, y tragedias. En agosto de 1979, luego de que Thurman Munson, el capitán de los Yanquis y cátcher estrella, muriese en un accidente del avión que el pilotaba, el artículo de Mr. Pepe, de la página posterior de The News, fue la historia de una reacción bien reportada y un encomio angustiado. “Él fue el atleta más malinterpretado que haya conocido, malinterpretado porque usaba su irascibilidad como un asunto de honor, usaba una fachada para esconder sus verdaderos sentimientos, para camuflajear al verdadero Thurman Munson”, escribió Mr. Pepe. “Muy dentro de sí él era un buen tipo, un hombre de compasión y comprensivo y de gran humanidad, un hombre de familia devoto que odiaba estar lejos de casa, de su esposa e hijos; quien odiaba mucho eso, eso eventualmente lo mató”. “Fue su deseo de estar con su familia lo que hacía que Thurman Munson se mantuviera volando, y el volaba a casa casi cada noche y regresaba la próxima noche, para la preocupación de los oficiales de los Yanquis”. Philip Francis Pepe nació en Manhattan el 21 de marzo de 1935, y creció en la sección Gravesend de Brooklyn, era hijo de Michael Pepe Jr., un librero, y Lillian Martini, una cajera de almacen. Se graduó en Lafayette High School y and St. John’s University y sirvió en la armada. Mr. Pepe se unió a The World-Telegram & Sun en los años ’50 y cubrió a los Yanquis desde 1961 hasta 1966, cuando el periódico se fusionó con The Journal American y The Herald Tribune. (El diario nuevo, The World Journal Tribune, salió de circulación al año siguiente). Luego de un período escribiendo copias de radio con un narrador llamado Howard Cosell, él se unió a The News en 1968. Salió de ese periódico en 1989 para hacedr trabajo radial, para continuar escribiendo libros y para trabajar con el capítulo de Nueva York de la Baseball Writers’ Association of America, a la cual él sirvió como director ejecutivo por muchos años. Los libros de Mr. Pepe acerca de los Yanquis incluyen una historia de 1995, “The Yankees”; “1961*”, un recuento de la persecución jonronera de Mantle-Maris; “My Favorite Year, 1956”, con Mickey Mantle; “The Wit and Wisdom of Yogi Berra”; “Slick” una autobiografía de Whitey Ford; “Core Four”, acerca de Derek Jeter, Jorge Posada, Andy Pettite y Mariano Rivera en un período más reciente de éxito de los Yanquis; y “Yankee Doodles”, recolecciones de su carrera con el equipo, publicado este año. Él también escribió libros con otras figuras del beisbol, incluyendo a Bob Gibson, Jim Kaat y Tim McCarver; libros con estrellas de otros deportes; y varios compendios deportivos. Mr. Pepe se casó y divorció dos veces. Además de su hijo David, le sobreviven otros dos hijos, James y John; una hija, Jayne Platts; dos hermanos, Paul y John; una hermana, Carol Pepe; y cinco bisnietos. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

Jim O’Toole, lanzador estrella de los Rojos que perdió dos veces ante Whitey Ford en la Serie Mundial, fallece a los 78 años.

The Associated Press. 27-12-2015. Jim O’Toole, un pitcher estrella de los Rojos de Cincinnati en los años ’60, falleció el sábado 26 de diciembre en su hogar de Cincinnati. La causa fue el cáncer, dijo el equipo. O’Toole, un pitcher zurdo, inició el juego inaugural de la Serie Mundial de 1961 y perdió, 2-0, ante el as de los Yanquis, Whitey Ford. También perdió el cuarto juego de esa serie, ante Ford, la cual ganó un equipo de los Yanquis que incluía a Mickey Mantle, Roger Maris y Yogi Berra, en cinco juegos. Él fue el abridor de la Liga Nacional en el Juego de las Estrellas de 1963. O’Toole dijo que uno de sus momentos de más orgullo de su carrera fue cuando el manager Alvin Dark tomó la decisión de elegirlo como abridor antes que futuros pitchers inquilinos del Salón de la Fama como Sandy Koufax, Don Drysdale, Juan Marichal yWarren Spahn. O’Toole debutó a los 21 años con los Rojos, a finales de la temporada de 1958, y dejó marca de 98-84 en diez temporadas, nueve de ellas con los Rojos y la última con los Medias Blancas de Chicago. Tuvo marca de 19-9 en 1961 y ganó 17 juegos en dos oportunidades. O’Toole, un nativo de Chicago, y su esposa Betty Jane Wall, adoptaron Cincinnati como su hogar y criaron 11 hijos ahí. Él permaneció activo apoyando caridades locales y participando en eventos locales. El Salón de la Fama de los Rojos y la página web Museum’s llamaron a O’Toole “una fija en eventos de todo tipo y tamaño a través de su carrera como jugador retirado”. Fue inducido al Salón de la Fama de los Rojos en 1970. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

lunes, 11 de enero de 2016

Frank Malzone, tercera base de poder de los Medias Rojas de Boston, fallece a los 85 años.

Peter Abraham. The Boston Globe. 29-12-2015. Frank Malzone creció en el Bronx y asistió a la escuela secundaria a corta distancia de Yankee Stadium. Él planificaba ser electricista antes que un cazatalentos de los Medias Rojas lo viera en 1947 y le ofreciera la importante suma de 150 $ mensuales por jugar en las ligas menores. “Por supuesto que los tomé”, recordó Mr. Malzone años después. “Imagínate, ser pagado por jugar beisbol”. Esa fue una sabia decisión. Mr. Malzone jugó partes de 12 temporadas en Grandes Ligas e hizo el equipo Todos Estrellas seis veces antes de convertirse en respetado cazatalentos, instructor, y consejero. El antiguo toletero de los Medias Rojas falleció el martes 29 de noviembre de causas naturales, hizo del beisbol su vida. “Frank conoció a su esposa, Amy, jugando beisbol, él tuvo una tremenda carrera, entonces se estableció en Needham y levantó una familia maravillosa”, dijo Dick Berardino, un amigo de mucho tiempo y consultor de desarrollo de peloteros con los Medias Rojas. “Muchas personas lo van a extrañar”. Mr. Malzone bateó .274 en las Grandes Ligas con 133 jonrones y 728 carreras empujadas. Estuvo con los Medias Rojas desde 1955 hasta 1965, entonces pasó una temporada con los Angelinos de California. Mr. Malzone nunca jugó para un equipo que terminara más arriba del tercer lugar. Pero se distinguí por un desempeño estelar en tercera base, ganó tres guantes de oro seguidos luego de la creación del premio en 1957. En el ’57, Mr. Malzone se convirtió en el primer jugador de la historia en liderar a los terceras base de la Liga Americana en juegos, outs, asistencias, dobleplays, y porcentaje de fildeo. También igualó un a marca de la liga con 10 asistencias en un juego. Mr. Malzone permanece como el único tercera base de los Medias Rojas en ganar un guante de oro. “Los Medias Rojas no tenían muchas estrellas entonces, pero Frank era uno de los mejores jugadores de la Liga Americana. Él fue un tercera base destacado”, dijo Berardino. En 1959, Mr. Malzone bateó séptimo para la Liga Americana en el primero de dos Juegos de Estrellas esa temporada. En una lineación donde aparecían Ted Williams, Yogi Berra, Mickey Mantle, yRoger Maris, Mr. Malzone empujó la primera carrera de la Liga Americana con un jonrón ante el as de los Dodgers de Los Angeles, Don Drysdale. Luego que Williams se retirara en 1960, Mr. Malzone ayudó a allanarle el camino a su reemplazo en el jardín izquierdo, Carl Yastrzemski. “La primera vez que llegué a las Grandes Ligas en 1961, Frank fue el tipo quien me respaldó”, dijo Yastrzemski a través de los Medias Rojas. “Tuve dificultades la primera vez que subí, y él se encargó de mí y se quedó conmigo. Él era un real tipo de clase, muy atento, le debo mucho. No se encuentran muchas personas como él”. Luego de retirarse como pelotero, Mr. Malzone se reunió con los Medias Rojas como scout de avanzada e instructor. Por todo, pasó 68 temporadas en la organización. “Él sentía mucha lealtad por los Medias Rojas”, dijo Berardino. Malzone tutoreó varias generaciones de jugadores de los Medias Rojas, primordialmente terceras bases. Pero su influencia se extendía a los demás. “Él tenía buenos modales y yo tuve algunas buenas conversaciones con él. Él siempre trataba de darme información del otro equipo, y en el entrenamiento primaveral todo lo que hacía era trabajar conmigo en ciertas cosas”, dijo Dwight Evans, quien conoció a Mr. Malzone en 1972. “Él puede no haber sido uno de los coaches del equipo, pero fue un coach para mí, me instruía en las partes más mínimas del juego”. “De alguna manera, Frank era como un hermano mayor para mí. Yo lo quería mucho como hombre y como mentor. Lo extrañaré mucho”. Hasta hace unos pocos años, Mr. Malzone asistía al entrenamiento primaveral al menos unas semanas cada año y observaba a los terceras base en el campo. En momentos apropiados, él se acercaba y ofrecía consejos. “Haber tenido la oportunidad de aprender mucho de un tercera base guante de oro fue extremadamente beneficioso. Él fue un gran hombre y siempre fue amable conmigo”, dijo Kevin Youkilis. Mike Lowel dijo: “Frank siempre estaba ahí para darme una sonrisa y una gran palabra de aliento cada vez que iba hacia él en mis cinco años con los Medias Rojas. Él siempre fue un símbolo para mí de lo que debe ser un miembro profesional de la organización. Mi corazón está con su familia”. Cuando los Medias Rojas empezaron su Salón de la Fama en 1995, Mr. Malzone estuvo en la primera clase de inducidos. Él iba regularmente a Fenway Park, firmaba autógrafos para los aficionados y visitaba el clubhouse de vez en cuando. Mr. Malzone conoció a su esposa, Amy, mientras jugaba en las ligas menores en Oneonta, N.Y., en 1949. Su carrera fue retrasada por un lapso de dos años en la armada desde 1952 hasta 1953 durante la guerra de Corea. Él regresó al beisbol en1954 e hizo su debut con los Medias Rojas un año después. Los Malzone se mudaron a Needham en 1957 y eran miembros activos de la comunidad. Amy Malzone falleció en 2006. Mr. Malzone déja cuatro hijos, Frank, Paul, John y Jim; una hija, Anne O’Neill, ocho nietos y cinco bisnietos. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

Dave Henderson, antíguo Media Roja que bateó jonrón histórico, fallece a los 57 años.

Peter Abraham. The Boston Globe. 28-12-2005. John Tlumacki. The Boston Globe. Archivo 1986. Mr. Henderson mantuvo viva la temporada de 1986 de los Medias Rojas con un jonrón en el quinto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana. Dave Henderson solo jugó 111 juegos en partes de dos temporadas para los Medias Rojas, un porcentaje pequeño en una carrera de Grandes Ligas que se extendió por 14 temporadas e incluyó cuatro apariciones en la Serie Mundial. Pero si los Medias Rojas hubiesen mantenido la ventaja en el décimo inning del sexto juego de la Serie Mundial de 1986, Mr. Henderson sería recordado como uno de los peloteros más importantes en la historia del equipo. Mr. Henderson, quién falleciera este domingo 27 de diciembre de un ataque cardíaco, fue lo más parecido a un héroe cuando los Medias Rojas jugaron el playoff en 1986. Bateó un gran imparable tras el otro, llevó al equipo muy cerca de ganar su primera serie Mundial desde 1918. “Es una pena que no ganáramos esa temporada. Pero nuestros aficionados recuerdan a Dave y siempre lo harán”, dijo el antíguo cátcher de los Medias Rojas, Rich Gedman. “Lo que él hizo fue muy grande. Él impulsó nuestro equipo. Estoy impactado al oir lo que ocurrió. Él era muy joven para irse”. Los Medias Rojas estaban a un strike de la eliminación en el quinto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana contra los Angelinos de California cuando Mr. Henderson despachó un jonrón de dos carreras ante Donnie Moore. El estacazo que se internó en el jardín izquierdo le dio la ventaja a los Medias Rojas. “En las situaciones difíciles él tenía una manera de relajarse en el campo”, dijo Gedman. “Él tenía una forma única de controlar el momento. En situaciones de presión el se diferenciaba de los demás”. Los Angelinos empataron el marcador en el cierre del inning pero Mr. Henderson apareció de nuevo con un elevado de sacrificio en el undécimo episodio. Los Medias Rojas ganaron entonces dos veces más en Boston para avanzar a la Serie Mundial. “Hendu” destacó de nuevo en la serie, se fue de 25-10 con cuatro extravases y cinco carreras empujadas. Mr. Henderson jonroneó en el sexto juego, un batazo por la banda del jardín izquierdo ante Rick Aguilera que le dio la ventaja a los Medias Rojas en el décimo inning. Los Medias Rojas no pudieron mantener la ventaja, al permitir tres carreras con dos outs en el cierre del inning, incluyendo la ganadora por un error. Los Mets ganaron la Serie Mundial. Mr. Henderson fue cambiado a los Gigantes de San Francisco a un mes de terminar la temporada de 1987. En los años que siguieron, los aficionados los saludaban afectuosamente cada vez que regresaba a Fenway Park. “Hendu jugó solo dos temporadas en Boston, pero siempre lo reconocimos como uno de nosotros, y estamos agradecidos por el tiempo que pudimos disfrutar su talento y contagiosa personalidad”, dijo el presidente de los Medias Rojas, Sam Kennedy. “Donde quiera que fuese, Henderson hacía amigos. Él fue un gran embajador de nuestro juego, y lo hemos perdido muy pronto”. Mr. Henderson brilló como pelotero cuando firmó con Oakland antes de la temporada de 1988. Durante seis temporada con los Atléticos, ayudó al equipo a avanzar a la Serie Mundial tres veces seguidas. Mr. Henderson jugaba con una sonrisa amplia, interactuaba con los aficionados y compañeros de equipo con gran alegría. “Él siempre estaba animando y parecía que en cada fotografía que veías de él, tenía esa sonrisa”, dijo Gedman. “Él solía decir que era solo un juego y que él jugaba de esa manera”. “Su presencia en el clubhouse era importante para nosotros y él tenía una gran perspectiva de la vida en general”. Mr. Henderson jugó en 24 juegos de postemporada con Oakland y bateó dos jonrones en la Serie Mundial de 1989, para finalmente ganar el anillo que le fue negado en 1986. “Él amaba jugar beisbol, sonriendo y ejecutando”, dijo el cerrador del Salón de la fama, Dennis Eckersley al San Francisco Chronicle. “Él tenía don, de verdad”. Un native de Merced, Calif., Mr. Henderson fue una escogencia de primera ronda de los marineros de Seattle en 1977 y llegó a las mayores en 1981. Los Medias Rojas hicieron el cambio por Mr. Henderson el 19 de agosto de 1986, como parte de una negociación de seis peloteros. Él era principalmente un jugador de banca antes de ese jonrón ante Moore, entonces empezó los nueve juegos finales de la postemporada. Mr. Henderson, quien fue al Juego de Estrellas en 1991 con Oakland, terminó su carrera con 197 jonrones y 708 carreras empujadas. Bateó .258 y fue reconocido como un sólido jardinero, la mayoría de sus juegos iniciados fueron como jardinero central. Él bateó .298 en 36 juegos de postemporada, empujó 20 carreras y despachó siete jonrones. Mr. Henderson fue narrador de los Marineros desde 1997 hasta 2006 y residió en el area de Seattle. Pasó mucho tiempo recaudando fondos para encontrar una cura para el síndrome de Angelman, un desorden genético que afectó a uno de sus hijos, Chase. También participó en campamentos de fantasía con Atléticos y Marineros. Mr. Henderson tuvo un trasplante de riñón en octubre y falleció en el Harborview Medical Center de Seattle de lo que fue descrito como un ataque cardíaco masivo. Le sobreviven su esposa Nancy, y los hijos Chase y Trent. Traducción: Alfonso L. Tusa C.