miércoles, 12 de junio de 2013
Cinco décadas del juego sin hits ni carreras de Juan Marichal
Lo que llamaba más la atención de un juego donde lanzara Marichal, era la altura hasta donde levantaba el pie izquierdo. Perfeccionó ese movimiento aconsejado por el manager de los Giants de Springfield (A), Andy Gilbert en 1959. Le dijo que si lanzaba por encima del brazo iba a ser más efectivo. Marichal adoptó la patada alta para evitar que los bateadores descifraran sus lanzamientos.
Antes del juego efectuado el 15 de junio de 1963 en Candlestick Park, Marichal había ganado sus últimos cinco desafíos, sin embargo hizo un pequeño ajuste en su mecánica antes de enfrentar a los Colt 45 de Houston aquel sábado. Tomó esa determinación porque los Colt 45 le habían bateado muy duro la última vez que los enfrentó.
Marichal había lanzado dos juegos de un hit. Durante los primeros 4 episodios y dos tercios estuvo lanzando perfecto. En el primer inning ponchó a Ernie Fazio (2b), dominó a Brock Davis (cf) en rodado a primera base y retiró a Bob Aspromonte (3b) en elevado al campocorto.
El dandy dominicano retiró por la vía rápida el segundo y tercer innings. En el cuarto Fazio ensayó un toque sobre la línea de tercera base que Jim Davenport atacó con prontitud y lo hizo out en primera. Marichal mantuvo el juego perfecto hasta el quinto inning, luego de dos outs caminó al jardinero izquierdo Al Spangler, luego fue forzado en la intermedia con rodado de Bob Lillis por la antesala.
La próxima intentona de los Colts apareció en el séptimo episodio cuando Aspromonte negoció boleto luego de un out. Carl Warwick hizo el mejor contacto de un bateador de Houston en toda la noche, descargó un batazo inmenso a lo profundo del jardín izquierdo, Willie McCovey lidió con las corrientes de aire de la bahía y realizó una maravillosa atrapada sobre su cabeza luego de correr bastante hasta casi llegar a la zona de seguridad. Rusty Staub entregó el último out con elevado al centro.
En el octavo, Spangler bateó elevadito a primera base, Lillis salió con globo al centro y John Bateman descargó un batazo candente por la esquina caliente que fildeó Davenport y metió un riflazo a primera.
Marichal se había enfrascado en un duelo de pitcheo con Dick Drott ante una multitud de 18.869 aficionados. Los Gigantes sólo le habían bateado un infield-hit a Drott, Willie Mays en el primer inning.
En el cierre del octavo Davenport descargó doble a la izquierda para iniciar el inning. Mateo Alou emergió por José Pagán y se ponchó sin tirarle. Marichal salió con bombo a la izquierda. Chuck Hiller descargó doble a la derecha para remolcar la carrera de Davenport.
Marichal quizás experimentó su mejor inning en el noveno. Utilizó 11 lanzamientos. Johnny Temple emergió por Drott y Marichal lo obligó a elevar de foul hacia primera base donde Orlando Cepeda capturó la pelota. Pete Runnels bateó por Fazio y se ponchó. El último bateador fue Davis, en conteo de 2 y 2 vio una recta silbante atravesar el home para el tercer strike.
Además del triunfo, Marichal se convirtió en el primer pitcher de los Gigantes que lanzaba un juego sin hits ni carreras desde que Carl Hubbell lanzara uno el 8 de mayo de 1929 en una victoria de los Gigantes de Nueva York ante los Piratas de Pittsburgh 11-0.
Marichal recetó 5 ponches, concedió dos boletos. Sólo le sacaron 6 pelotas del cuadro interior. Aquella temporada de 1963 fue su primera con 20 triunfos, dejó marca de 25-8, lideró la liga con 321 innings lanzados, 2.41 de efectividad.
Alfonso L. Tusa C.
lunes, 10 de junio de 2013
Luis Mono Zuloaga, una gran abnegación por el béisbol menor.
Abrí el correo eléctronico que me envió Ramón Corro, y aunque sólo supe de sus dias de pitcher activo mediante medios escritos y testimonios de otras personas, de inmediato aparecieron las estructuras del local del Centro Comercial Sambil, allí se realizó el acto de los exaltados al Salón de la Fama del Beísbol Venezolano del año 2009. Junto a Oswaldo Olivares, Jesús Ramos, Aurelio Monteagudo, Luis Tiant, Urbano Lugo Jr., el manager Regino Otero y el narrador Carlos Tovar Bracho animó aquella mañana pletórica de historia beisbolera. Cuando le tocó dirigirse a la concurrencia además de su agradecimiento llevó una voz de colaboración para con el béisbol menor, una de sus grandes empresas de toda la vida. Siempre estuvo muy ligado a las categorías menores, anduvo muy involucrado en la fundación de Criollitos de Venezuela.
Fue tal la vehemencia y la integridad que transmitió con sus planteamientos, que de pronto se escuchaban los gritos de los niños en medio del más carbonizante juego de béisbol, aquel lanzamiento tenía tanta o más mordiente que su famosa curva “pollera” que tantas satisfacciones le diera en sus años con Cervecería Caracas o Leones del Caracas. Muestra de ellas es la temporada 1947-48 cuando dejó marca de 10 ganados y 4 perdidos con efectividad de 2.51, en 118 innings de 21 juegos. Completó 9 juegos. 103 hits. 33 carreras limpias. 65 ponches. 51 boletos. El Negro Prieto siempre tuvo elogios para Luis Zuloaga, decía que era uno de los pitchers zurdos más útiles con que contaba su equipo, aún cuando en su época con los Leones nunca regresó al nivel de sus años con el Cervecería.
Mientras observaba la intervención de Luis Zuloaga en el Sambil de Chacao, vinieron a mi mente imágenes de aquellas barajitas de inmortales del béisbol venezolano que aparecían al final de los albumes de finales de los años 60 y comienzos de los 70. Carlos Terremoto Ascanio. Antonio Briñez. Luis Aparicio Ortega. José Pérez Colmenares. Adolfredo González. Guillermo Vento. Vidal López. Luis Mono Zuloaga. ¿Porqué lo llamarían el mono? Era una de las preguntas que nos hacíamos cuando dejábamos caer las barajitas en aquel apasionante juego de “paredita”. A medida que pasó el tiempo nos enteramos de las hazañas de todas esas glorias del béisbol y al llegar a Luis Zuloaga siempre nos reíamos por lo del origen del apodo. Alguna vez escuché que Zuloaga en muchas oportunidades discutió con el árbitro principal por la apreciación de bolas y strikes, Roberto Olivo fue uno de los hombres de azul con quién más desarrolló altercados.
Zuloaga había nacido el 31 de diciembre de 1922 en Valencia. Carabobo. Falleció este miércoles 22 de mayo de 2013 en Caracas. Aquella mañana luminosa de Chacao, nos regaló la elocuencia de Oswaldo Olivares, el agradecimiento de los familiares de Jesús Ramos, la satisfacción de los seres queridos de Aurelio Monteagudo, las imágenes de las faenas de Luis Tiant, la tranquilidad de Urbano Lugo Jr., los campeonatos de Regino Otero, la alegría de la familia de Carlos Tovar Bracho y la tenacidad de Luis Mono Zuloaga, siempre al lado del béisbol menor hasta el cierre del noveno inning.
Alfonso L. Tusa C.
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