lunes, 29 de febrero de 2016
Tributo a la derrota
El resultado de la jornada de reflexión (Febrero 2016) de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), en mi opinión, solventó solo una parte de las incongruencias del formato adoptado para la temporada 2015-16, el sistema de puntos y dos vueltas que permitió la clasificación de dos equipos con balance negativo en detrimento de otro con marca positiva. La parcialidad a la que me refiero se refiere al acceso de los mejores perdedores a un juego de comodín que supuestamente limpia la condición de equipo descalificado al ganador de esa instancia.
El objetivo esencial de la competencia deportiva siempre fue la victoria: esa misma que apretó Filipides contra su desfallecimiento cuando corrió desde Maratón hasta Atenas para buscar refuerzos para las tropas griegas. Son victorias las que determinan en Major League Baseball (MLB) los dos contrincantes que dilucidan en un juego el comodín de la Liga Americana y la Liga Nacional. La competencia desfallece cuando la derrota deja de ser acicate de superación para convertirse en oportunidad de competidores descalificados.
Cuando se justifica la presencia de un equipo perdedor junto a tres que ganaron sus respectivas series, resulta evidente la incongruencia, la burla a los tres ganadores y a la afición, que puede asumir la derrota de ver perder a su equipo ante el mejor, pero algo le parecerá injusto si su equipo pierde ante otro que debió salir de competencia.
¿Habría que esperar entonces que un equipo descalificado por perder una de las series iniciales, derrote en la final a su vencedor del primer play off para considerar el pase del mejor perdedor como una injusticia en próximas reflexiones?
Siempre me pareció más justo el formato del todos contra todos, porque permitía que todo se decidiera entre todos los clasificados, y había más oportunidad de recuperarse de una mala arrancada. Sin embargo las series directas también son válidas, mi propuesta sería que los tres ganadores de esas series sean clasificados de acuerdo a su desempeño en la temporada regular. El de mejor marca pasa directo a la final, los otros dos juegan una serie a tres juegos para dos y el ganador es el otro finalista, me parece una opción más justa que seguir premiando a los perdedores.
Alfonso L. Tusa C.
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