martes, 10 de abril de 2018
Rusty Staub, eterno bateador quien ganó el banderín con los Mets, fallece a los 73 años de edad.
Richard Goldstein. The New York Times. 29 de marzo de 2018.
Rusty Staub, Le Grand Orange de los toleteros del beisbol y uno de los mejores bateadores de su época, las décadas de 1960, 1970 y 1980, principalmente con Houston, Montreal, Detroit y los Mets, falleció este jueves 29 de marzo en West Palm Beach.
Su muerte, acaecida en un hospital, fue causada por un ataque cardíaco, dijo su hermano Chuck. Staub quien vivía en Wast palm Beach, había lidiado con dificultades de salud en años recientes, incluyendo un ataque cardíaco que sufrió en un vuelo desde Irlanda hacia Nueva York en 2015.
Staub falleció temprano el día inaugural de las grandes ligas, y horas después, durante las ceremonias del primer juego de los Mets ante los Cardenales de San Luis en Citi Field, el equipo solicitó un minuto de silencio para él, descrito como “un neoyorquino icónico en su ciudad adoptiva”, y para Ed Charles, el popular tercera base de su equipo campeón de la Serie Mundial de 1969, quien falleciera el 15 de marzo.
Un espigado bateador zurdo quien pesaba 120 kg al final de su carrera, para entonces era un cocinero gourmet y propietario de un restaurant, Staub delineó un figura infalible en el plato.
Tenía el cabello rojo y rizado, agarraba el bate tres pulgadas por encima del extremo, usaba los pantalones del uniforme bien arriba y volaba como el dulce en invierno”, dijo una vez el periódico canadiense The National Post.
Pero podía batear, y jugar en los jardines y la primera base. En sus 23 temporadas, acumuló 2716 imparables y 292 jonrones mientras asistía a seis juegos de estrellas.
Floreció como bateador con los Astros de mediados de la década de 1960; se convirtió en el primer jugador estrella de los Expos; y jugó nueve temporadas con los Mets en dos estadías: en la década de 1970, cuando ganaron su segundo banderín de la Liga Nacional, y luego en la de 1980, cuando se convirtió en uno de los bateadores emergentes más cotizados del beisbol.
Despues fue narrador de los juegos de los Mets, desde 1986 hasta 1995, trabajó principalmente con Ralph Kiner y Tim McCarver. Y aunque era oriundo de Nueva Orleans, el considerado el neoyorquino. En una ocasión fur propietario de dos restaurantes en Manhattan, Rusty’s y Rusty Staub’s on Fifth.
Staub fue muy respetado, durante su carrera en el beisbol y después, por su participar en los asuntos de la comunidad y por su trabajo caritativo.
Particularmente se encariñó en Canadá, donde jugó para el equipo de expansión, los Expos; participó en el juego de estrellas sus tres temporadas en Montreal, desde 1969 hasta 1971. Staub aprendió francés y se convirtió en embajador itinerante del equipo, ganándose e l apoyo de Major League Baseball en Canadá.
Lo hizo por respeto a los aficionados.
“Estaba en Quebec, y no podía hablar con un niño”, le dijo a The Montreal Gazette en 2012. “No podía decir nada para animarlo. Sentía que no estaba haciendo mi trabajo, no era capaz de responder a los medios al menos en lo más básico”.
“Tomé unas 25 clases de francés después de la primera temporada, y el año siguiente tomé clases más largas”, continuó él. “No hay duda de que hacer ese esfuerzo es parte de la razón por la cual Le Grand Orange representaba a Montreal y a todos esos aficionados, ellos sabían que me importaban y que trataba de dar lo mejor”.
En cuanto al sobrenombre que se quedó con él, él escribió en The New York Times, que los compañeros de equipo lo habían estado llamando Big Orange aun antes que llegara a Montreal en un cambio con Houston.
“El sobrenombre no se formalizó ante el publico hasta un día cuando jugábamos en Los Angeles”, recordó él. “Bateé un jonrón y ejecuté una buena atrapada cuando Willie Crawford largó un estacazo contra la cerca. El día siguiente en los periódicos, yo era ‘Le Grand Orange’. Yeso se quedó así en los periódicos ingleses y franceses”.
Los Expos lo enviaron a los Mets en abril de 1972. Un año después, ayudó a impulsarlos hasta el banderín de la Liga Nacional, al despachar tres jonrones, que fueron todos sus imparables, en la victoria de cinco juegos ante los Rojos de Cincinnati en la serie de campeonato de la Liga Nacional.
También se lesionó su hombro en esa serie al ejecutar una excelente atrapada. Pero bateó .423 en la Serie Mundial, con dos dobles y un vuelacercas, aunque los Mets fueron derrotados por los Atléticos de Oakland en siete juegos.
Staub empujó 105 carreras en 1975, una marca para los Mets que se mantuvo por 15 años. Pero ese diciembre fue enviado hacia los Tigres de Detroit, los Mets recibieron al pitcher Mickey Lolich, y se desempeñó principalmente como bateador designado.
Staub regresó a los Expos en un cambio de julio de 1979. En su primer turno al bate de vuelta al Olympic Stadium, los aficionados le tributaron una ovación de pie.
Fue una corta segunda estadía en Montreal. Pasó la temporada de 1980 con los Rangers de Texas y entonces firmó con los Mets como agente libre, jugó sus últimas cinco temporadas con ese equipo. Como bateador emergente en 1983, bateó ocho imparables seguidos en junio y empujó 25 carreras esa temporada.
Staub tambie mostró sus técnicas culinarias en televisión, pero su amor por la comida resultó un reto para controlar el peso.
“Es difícil”, le dijo a The Times en 1985. “Voy a mi restaurant italiano favorito, y tienen ese rissotto que disfruto mucho. Tiene salsa de champiñones, y me digo, ‘No esta vez’. Pero cada vez que voy allí tengo que comerlo”.
Daniel Joseph Staub nació en Nueva Orleans el 1 de abril de 1944. Firmó con la organización de los Colt .45 de Houston en septiembre de 1961 al egresar de Jesuit High School de Nueva Orleans. La franquicia que luego se convirtió en Astros, se preparaba junto a los Mets para entrar a la Liga Nacional la próxima temporada como equipo de expansión.
Despues de jugar en las menores, Staub debutó con Houston en 1963. Su temporada de consagración fue en 1967, cuando bateó para .333 y lideró la liga con 44 dobles además de ser seleccionado para el juego de estrellas por primera vez.
Se retiró con los Mets después de la temporada de 1985, con 1466 carreras impulsadas y un promedio de bateo vitalicio de .279, junto a sus 292 jonrones y 2716 imparables.
Además de su hermano, le sobreviven sus hermanas, Sally Johnston y Susan Tully.
Despues de retirarse del beisbol, Staub se convirtió en presidente de la Rusty Staub Foundation la cual ha apoyado almacenes de comida de emergencia en toda Nueva York en colaboración con la caridad católica. También creó el New York Police and Fire Widows’ and Children’s Benefit Fund, el cual ha recaudado millones de dólares para las familias del personal uniformado fallecido en cumplimiento de su deber. (Un tío de Staub falleció mientras trabajaba como oficial de policía en Nueva Orleans).
Cuando los juegos de grandes ligas se reanudaron en Nueva York luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, con los Mets enfrentando a los Bravos de Atlanta, los Mets donaron alrededor de 450.00 $, al fondo para las viudas y sus hijos.
Esa noche, Staub dijo que la organización había distribuído 8.3 millones de dólares en los 15 años antes de los ataques.
“Desde entonces, hemos recaudado 8 millones de dólares”, le dijo a The Times. “Si quieres conseguir dinero para las viudas y sus hijos, somos los indicados”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C. 10 de abril de 2018.
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