lunes, 26 de agosto de 2013

Pitcher relevista es ahora una estrella, guiado por Gary Sheffield.

Tyler Kepner. 22-06-2013. The New York Times. Cincinnati - Si ud quiere una vacación de lujo en el trópico, más cercana de lo que piensa y a un buen precio, Gary Sheffield se la tiene. Cerca del puente Sunshine Skyway en el golfo de la costa de Florida, en frente de Skinny's Place, el mejor lugar de hamburguesas de la zona, está el resort Anna Maria Island Beach. "Queda cerca del campamento de entrenamientos primaverales de los Piratas, justo en la playa", dijo Sheffield, quién es dueño del lugar. "Lo llamo una joya escondida". Sheffield terminó su carrera de 20 años en las Grandes Ligas con los Mets en 2009. Fue caminado intencionalmente en su último turno al bate, temido hasta el final. Ahora de 44 años, es un magnate financiero a pequeña escala, con el resort, una línea de tabacos y una agencia deportiva que representa a un grandeliga, Jason Grilli, otra joya escondida. Grilli es el cerrador de los Piratas de Pittsburgh y una estrella repentina a los 36 años. Es lo suficientemente viejo para haber sido compañero de equipo de Sheffield con los Tigres de Detroit, pero lo suficientemente joven para asustarse cuando Sheffield lo invitó a cenar. De alguna manera, dijo Grilli, ellos coincidían. Eran escorpio, dijo, apasionados y tercos. La mayoría de las personas conoce a Sheffield por su swing feroz, por pararse intimidante en el plato, moviendo su bate sobre su cabeza como un limpiaparabrisas a su velocidad máxima. Bateó 509 jonrones, ganó un título de bateo, lideró a los Marlins a un campeonato y negoció su propio contrato de agente libre con George Steinbrenner y los Yanquis. Pero si ud. ha conocido a Sheffield, lo recuerda más que todo por su mirada punzante. Sheffield lo mirará a los ojos con una intensidad que probablemente no encontrará en nadie más. Aquellas comiquitas de Superman, con rayos x saliendo de sus ojos. Ese es Sheffield, y eso es lo que Grilli recuerda más de su primera reunión de negocios en Tampa. Ocurrió después de la temporada de 2010, más de dos años después de que jugaron juntos por última vez. Entonces Grilli había lanzado en partes de ocho temporadas en las mayores, principalmente como relevista, con un balance de .500, 4.74 de efectividad y 2 salvados. Esa no era la carrera que el esperaba luego de haber sido escogido de cuarto en Seton Hall en 1997. Para empeorar las cosas, se había destrozado la rodilla derecha con Cleveland la campaña anterior. "Ni siquiera podía levantar la pierna; dolía mucho", dijo Grilli. "Caminar bien, más aún pitchear otra vez, estaba en duda. Gritaba como los demonios. Quieres ver a un hombre adulto llorar por su madre enferma, así de severo era". Grilli no lo sabía entonces, pero en verdad estaba llorando por Sheffield.Nunca lanzó un juego con los Indios, quienes no lo quisieron más. Había tenido tres agentes. Un amigo mutuo, el antíguo jugador Trenidad Hubbard, puso a Grilli en contacto con Sheffield y Xavier James, un abogado y socio de negocios de Sheffield. Sheffield había ganado 168 millones de dólares en su carrera pero dijo que nunca compró una casa hasta que tuvo 30 años. "Vivo una vida modesta", dijo, y agregó que le mostró a Grilli como podía incrementar sus ingresos. Grilli no había ganado un millón de dólares en un contrato desde su bono del draft, pero Sheffield dijo que el dinero era menos importante que la credibilidad. "Gary Sheffield podría cabalgar sobre el crepúsculo", dijo Grilli. "No necesita hacer lo que hace. No tenía que hacer eso por mí. Yo no era un prospecto. Nadie me quería. Ni siquiera le estaba pagando en ese momento. Pero le dije, 'Si me tomas como tu cliente, te prometo que no te desilusionaré'. Él quería ver la llama en mis ojos". Las reuniones de invierno de 2010 fueron en Orlando, Fla., donde Grilli vive, así que acompañó a Sheffield y a James a las sesiones de negocios. Sheffield asume una actitud más agresiva con los equipos, "como un tigre", dijo Grilli, mientras James es más diplomático. Llegaron a un acuerdo con los Filis de Filadelfia. Grilli lanzó en AAA hasta mediados de julio de 2011, con 1.93 de efectividad. Pero los Filis, quienes buscaban su pase a los playoffs, le dijeron a Grilli que su repertorio no se ajustaría a las Grandes Ligas. Grilli fue despedido oficialmente y Pittsburgh lo firmó el día siguiente. En Detroit, como relevo intermedio, Grilli había utilizado sinkers y curvas para minimizar sus pitcheos y refrescar al resto del bull pen. Sheffield no lo aprobó. Como en todo, él tomo el control mediante la asesoría de su cliente. "Le dije a Jason mi honesta opinión de su estilo de pitcheo, supo que no me gustaba", dijo Sheffield. "Le dije, 'Tu repertorio y tus resultados no se compaginan'. Él es un tipo grande con una buena sinker y una slider escurridiza, cuando veo eso, pienso que es el repertorio de un cerrador, él tenía que creerlo. El hecho de que alguien te diga que no eres ese tipo de pitcher, eso no significa que eso sea así". La tasa de ponches de Grilli aumentó con los Piratas mientras él dejaba la curva a un lado y se concentraba en la mezcla de rectas y sliders. Luego de ponchar 90 en 58.2 innings la temporada pasada, con una efectividad de 2.91, Grilli se fue al mercado abierto y se unió a Sheffield y James en las reuniones invernales de Nashville. Sheffield no es el único expelotero en convertirse en agente; el antiguo pitcher Dave Stewart representa a Matt Kemp, Chad Billingsley y Chris Carter, y antiguos jugadores de ligas menores como Scott Boras, Casey Close y Larry Reynolds tienen muchos clientes. Pero Sheffield dijo que su experiencia le dio una perspectiva inapreciable. "Es divertido, sé exactamente lo que los equipos van a hacer con sus rosters", dijo. "He vivido esto por 25 años. Es automático. Le dije a Jason lo que iba a pasar". Sheffield y James negociaron con los Cachorros de Chicago, los Azulejos de Toronto y los Piratas. (Los Mets necesitaban ayuda en el bull pen pero no mostraron interés).En el transcurso, Sheffield dijo que sabía que los Piratas planeaban cambiar al cerrador Joel Hanrahan y darle su trabajo a Grilli, aun cuando no lo dijeron claramente en las negociaciones. Otros equipos actuaron con intensidad en el mercado de relevistas, los Dodgers de Los Angeles firmaron a Brandon League por 3 años y 22.5 millones de dólares; y los Rojos, que firmaron a Jonathan Broxton por tres años y 21 millones de dolares. Pero esos pitchers son mas jóvenes y han sido cerradores del equipo de estrellas en el pasado. Grilli nunca ha cerrado y estaba deseando firmar por menos para regresar a Pittsburgh. (Hanrahan fue cambiado en diciembre a los Medias Rojas de Boston). Grilli ganará 6.75 millones de dolares por los próximos dos años, mucho más de lo que haya ganado nunca, pero una ganga para los Piratas. Sheffield, quien jugó para ocho equipos, dijo que le recalcó a Grilli, un veterano de nueve organizaciones, la importancia de sentirse a gusto. Los Piratas con ganas de competir, porque buscan su primera temporada ganadora desde 1992, tienen un atractivo especial. "Sabía que estábamos cerca de ganar y quería ser parte de eso", dijo Grilli. "Estoy aquí porque ellos me dieron una oportunidad de triunfar y la aproveché. Estoy agradecido con estos tipos". Russell Martin, el receptor de los Piratas, dijo que Grilli confundía a los bateadores al variar el tiempo entre lanzamientos mientras usaba la misma velocidad en su brazo para lanzar la recta y la slider. El martes en Cincinnati, ponchó tres Rojos en el noveno inning para completar una victoria. Todd Frazier se ponchó con sliders desde tres diferentes puntos. "Es complicado", dijo Frazier. "Un tipo de mezcla entre slider y curva. La otra es un tipo de pelota que se cae. Y tiene otra que parece una recta y rompe hacia otra parte. Es muy dificil batearle. Grilli dijo que se despertó en su hotel la mañana siguiente y lloró mientras reflexionaba sobre su exsistencia. El hijo de un grande liga, su padre, Steve, lanzó en los años setenta, había celebrado el dia del padre el pasado fin de semana al salvar su juego 25 en 25 oportunidades, con sus hijos viendolo en el estadio. Un lugar en el juego de las estrella del próximo mes en Citi Field parece razonable, y Grilli había preparado un correo electrónico con detalles para su familia. "No es una sorpresa para mí", dijo esa tarde luego de una carrera antes del juego en el Great American Ball Park. "Quería hacer algo grande. Sólo que todavía mi turno estaba por llegar". Esa noche, el turno de Grilli llegó en el noveno inning con los Piratas ganándole a los Rojos 1-0. Ningún equipo le había anotado en más de cuatro semanas, y no había permitido jonrones en toda la temporada. Pero con un out, Grilli dejó un primer pitcheo en recta en el medio del plato, y Jay Bruce la devolvió a 417 pies en las gradas del right field. Grilli agarró la bolsa de la pezrrubia y la lanzó a la tierra. Se recuperó sin más daños, pero los Piratas perdieron en 13 innings. Después, Grilli dijo que se sintió horrible por recargar de trabajo a un exigido bull pen, pero no ofreció disculpas. Podría sentarme aquí y crucificarme, pero todos aquí han dado lo mejor por mí", dijo Grilli. "No voy a quejarme esta noche". Naturalmente, mientras hablaba, Grilli miraba a los reporteros directo a los ojos. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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