lunes, 12 de agosto de 2013

Teodoro Obregón: cada palmo del cuadro interior supo de su guante.

“…el cambio donde pasé al Caracas, se dio porque el Valencia tenía dificultades para pagar la nómina a los peloteros. El gerente de Industriales coincidió con Oscar “Negro” Prieto en un bar de Sabana Grande. Acordaron que le prestaría el dinero. A cambio Prieto deslizó una condición. ‘Debes entregarme a Teodoro Obregón’. El gerente de Industriales cerró los ojos. Pidió unos minutos para ir al baño…” La noticia del fallecimiento de Obregón trajo muchas imágenes del abanico del estadio Cuatricentenario (asi se llamaba cuando Industriales del Valencia apareció en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional). Allí empezó el trajinar de Teodoro por la pelota profesional. Llegaba hasta las nebulosas del hueco cual Luis Aparicio, registraba cada centímetro de la grama alrededor del montículo como Alfonso Carrasquel, llegaba al último vestigio de arcilla detrás de la intermedia cual David Concepción, saltaba en coordinaciones acrobáticas para atrapar linietazos como Enzo Hernández, perseguía elevados movidos por la brisa hacia el left field corto como Omar Vizquel, pasaba la pelota al camarero desde posiciones imposibles como Oswaldo Guillén. Todo un prodigio del campocorto. Todo esto lo escuché de mis hermanos mayores, al principio me los quedaba mirando incrédulo. Después al seguir las transmisiones radiales y revisar la literatura beisbolera, empecé a entender, porque Teodoro Obregón refulgía entre la pléyade de grandes short stops venezolanos. Formó parte de aquellos equipos de los Industriales que ganaron varios títulos desde mediados de los años cincuenta hasta inicios de los sesenta. Junto a Teolindo Acosta, Carlos Castillo, Gustavo Gil, Luis Rodríguez, Marcelino Sánchez, Emilio Cueche, Elio Chacón, Roberto Muñoz, formaba la piedra angular criolla de aquella temible novena que hacia burbujear el verde y el blanco sobre el diamante. Obregón participó en cuatro de los cinco títulos campeoniles de los Pericos. Junto a Castillo y Gil formó combinaciones excelsas alrededor de la segunda base, todas esas jugadas que encendían el radio de bulbos donde mis hermanos seguían los juegos, seguramente eran la razón fundamental para que aquella mañana de finales de noviembre de 1968 llegaran al cuarto como si hubiesen descubierto el tesoro de Ali Babá. “Por más que insistieran no iba a cambiar esta barajita. Es difícil de salir, además este es el tipo que hace ahogarse a los narradores con esas jugadas increíbles”. Me quedé mirando donde guardaban las barajitas. En lo que salieron a almorzar, subí al bidet y de ahí al lavamanos. Abrí el gabinete y ahí estaba el mazo de cartulinas. Estaba un pelotero ligeramente inclinado hacia delante, el guante a la altura del pecho y la mirada fija al frente. Abajo decía CARACAS en azul celeste. Arriba: Teodoro Obregón ss. Después bajé a duras penas, casi me lesiono el tobillo al saltar sobre el bidet. Resultó inevitable rebobinar todas esas imágenes cuando este sábado 10 de agosto de 2013 leí en el muro de Facebook de Pedro Reyes “Murió Teodoro Obregón”. Primero resonó aquella conversación telefónica donde hablamos de su cambio a los Leones del Caracas. Luego sus dos temporadas como mejor paracortos defensivo de LVBP, al menos desde la expansión de 1965. 1966-67 con el Valencia y 1968-69 con Caracas. Por curiosidad me fui a baseballreference.com y entre aquellos impresionantes números defensivos me llamó la atención su temporada de 1961 con los Jerseys de Jersey City de la International League AAA (filial de Cincinnati). En 155 juegos tuvo 731 lances. 242 outs. 448 asistencias. 41 errores. 95 dobleplays. “…justo antes de regresar del baño se sintió un temblor en las paredes del local. La gente se miraba asustada, el terremoto de Caracas estaba muy cercano en el tiempo. El gerente del Valencia, llegó con el puño derecho enrojecido. La negociación se completó con el cambio que me enviaba al Caracas. El Valencia recibiría a Dámaso Blanco. Caracas siempre había estado detrás de mí, desde que jugaba amateur. El día de la firma, el scout de ellos llegó tarde y firmé con Valencia”. Alfonso L. Tusa C.

No hay comentarios:

Publicar un comentario