lunes, 13 de enero de 2014
Jerry Coleman, 89, infielder de los Yanquis, piloto de combate y voz de los Padres.
George Vecsey. 06-01-2014
Jery Coleman un antíguo piloto de combate quién jugara en seis Series Mundiales con los Yanquis, pero quién dejara su marca más duradera como narrador, primero de los Yanquis y luego de manera más indeleble con los Padres de San Diego, falleció este domingo 05 de enero cerca de su hogar en San Diego. Tenía 89 años.
Su hija Chelsea Coleman confirmó la muerte, declaró que la causa fueron complicaciones luego de una caída.
Los Padres informaron que abrirían el estadio para que los aficionados presentaran sus respetos. En 2012, el equipo homenajeó a Coleman, una figura muy querida en San Diego, con una estatua en el estadio.
La carrera de Coleman como beisbolista fue poco espectacular: Su promedio vitalicio de bateo fue .263, tenía poco poder y solo jugó una temporada como regular. Pero esa temporada fue impresionante: Como camarero titular de los Yanquis en 1950, participó en 153 desafíos, bateó .287 y fue nombrado Jugador más Valioso de la Serie Mundial donde los Yanquis barrieron a los Filis.
Como piloto de la marina, voló sobre el Pacífico durante la segunda guerra mundial y fue llamado a volar en la guerra de Corea.
Empezó a narrar los juegos de los Padres en 1972, era conocido por perderse en las nubes del idioma inglés, como nunca lo hizo en la cabina de vuelo.
Una vez dijo: "Winfield corre hacia la pared, pega la cabeza contra la cerca y esta se cae! Rueda toda el camino de vuelta hacia la segunda base. Esto es terrible para los Padres".
Tambien decía cosas como esta"Randy Jones está en el montículo, el zurdo con el peinado de Carlos Marx".
Coleman reconoció que había un "término asociado a mí 'Colemanismos' o lo que podrías llamar equivocaciones", dijo él en "An American Journey: My Life on the Field, in the Air, and on the Air", una memoria escrita con Richard Goldstein y publicada en 2008.
"Tal vez hablo muy rápido, muy apresurado", añadió. "Debí haber dicho en la jugada de Winfield. 'Winfield retrocede. Golpea su cabeza contra la pared. Está rodando hacia el infield. Claro que me refería a la pelota. No me preocupé en decir, 'No es su cabeza la que rueda hacia el infield'. Me saltaba una palabra aquí y otra allá".
Pero podía ser completamente claro cuando tenía algo que decir sobre un tema. Luego que el beisbol empezó a prestarle atención a los físicos desmesurados de algunos peloteros y sus inflados totales de jonrones, en 2005 Coleman habló a favor de grandes penalizaciones por abuso de esteroides.
"Si soy emperador, la primera vez, 50 juegos, la segunda vez, 100 juegos, y al tercer strike, estás fuera", dijo.
Major League Baseball adoptó esa estructura de penalizaciones para finales de ese año.
Gerald Francias Coleman nació el 14 de septiembre de 1924 en San José, Calif. Asistió a Lowell High School en San Francisco, jugó en una liga élite con Bobby Brown y Charlie Silvera, ambos fueron parte de una nueva era de los Yanquis después de la guerra.
.Coleman se fue a la guerra después de participar en 83 juegos en las ligas menores en 1942. Se enlistó en el programa prevuelos de la naval y luego fue asignado a los Marines. Una vez le dijo a Michael Kay de la cadena televisiva YES de los Yanquis que el día mas orgulloso de su vida fue el 1 de abril de 1944, cuando le entregaron sus alas de piloto. Voló en 57 misiones en las islas Salomón y en Filipinas en un bombardero de dos puestos Dauntless.
Cuando la guerra terminó, regresó al sistema de granjas de los Yanquis antes de llegar a las Grandes Ligas en 1949. En 1952, cuando la guerra de Corea se prolongó, el Congreso presionó para reclutar o llamar jugadores de Grandes Ligas como Coleman. Ted Williams fue enviado a la guerra, y ganó un perfil más alto luego de estrellar su bombardero en llamas.
Coleman tambien fue activado.
"Como lo entiendo, la razón parece muy simple", le dijo Coleman a The New York Times en 1952. "A un piloto de experiencia le toma alrededor de dos meses entrar en forma. Empezar con un joven que nunca ha volado, podría tomar dos años antes que este listo para labores de combate".
Coleman jugó 11 juegos a principios de 1952 y se fue a volar en 63 misiones en un Chance Vought F4U Corsair, un avión de combate de un asiento que había sido apodado "Silbido de la muerte" por los soldados japoneses en la segunda guerra mundial por el escalofriante sonido que hacía cuando el viento soplaba a través de los respiraderos del motor.
Se escapó de la muerte cuando un jet Sabre casi choca con él mientras se dirigían al mismo canal de circulación. En otra ocasión, su aeroplano se volteó luego que el motor fallara durante un despegue, con la carga de artillería intacta, casi fue estrangulado por las orejeras de su casco. También vio a su compañero de habitación de la marina caer derribado en combate y luego tuvo que confirmar la muerte a la esposa del piloto en persona.
Luego de su baja militar, Coleman jugó en ocho juegos al final de la temporada de 1953, luego jugó cuatro temporadas más, bateò .364 contra los Bravos de Milwaukee en la Serie Mundial de 1957 antes de retirarse.
Luego de una breve pasantía trabajando en el sistema de granjas de los Yanquis, trató de narrar juegos de beisbol aconsejado por Howard Cosell, para que se uniera al equipo de narradores todos estrellas de los Yanquis que incluía a Red Barber y Phil Rizzuto, en 1963. Permaneció en la cabina de los Yanquis hasta 1969.
Cuando se mudó a California, Coleman, trabajó brevemente con los Angelinos, se estableció en la sección La Jolla de San Diego, antes de empezar como narrador de los Padres.También transmitió juegos para todo el pais por radio hasta 1997.
En 1980, los Padres lo sacaron de la cabina para que dirigiera el equipo, luego que el equipo terminara de último, regresó a la cabina de transmisión.
Como pocos otros narradores regionales favoritos, Coleman tenía poco apego por expresiones usuales. Sin embargo tomo prestada la exclamación "Oh, doctor!" de Barber, quién había usado la frase con los Dodgers y los Yanquis.
En 2005, Coleman recibió el premio Ford Frick del Salón de la Fama. Este premio en honor a un antíguo comisionado de béisbol, es entregado anualmente a un narrador por sus "grandes contribuciones al beisbol". También fue inducido al Salón de la Fama deportivo de Marine Corps.
Además de su hija Chelsea, le sobreviven su esposa Maggie Coleman; dos hijos de un matrimonio anterior, Diane Long y Jerry Coleman; una hermana, Rosemarie Coleman; dos nietos y dos biznietos.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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