sábado, 26 de julio de 2014
En Cooperstown, un escritor de beisbol también es el gerente
Richard Sandomir. The New York Times. 24-07-2014
Como alcalde de Cooperstown, N.Y., Jeff Katz está inclinado a promover todas las atracciones de la villa, no sólo el Salón de la Fama del béisbol.
Esta semana, luego de la inauguración de "An American Tragedy", una ópera de Tobias Picker, en el Festival Glimmerglass, Katz se halló en notable compañía extra beisbol.
"Fue un momento perfecto de Cooperstown: Tobias alquiló una casa para una fiesta, ahí estaban Justice Ruth Bader Ginsburg, Oliver Sacks y Jonathan Miller", dijo él, en referencia a Sacks, neurólogo y escritor, y Miller, un director legendario de opera y teatro. "Oliver había escrito de Piker, quien tiene la enfermedad de Tourette, y yo le hablo a Justice Ginsburg del desarrollo económico de Cooperstown".
Él añadió, "Eso no tenía nada que ver con béisbol".
Pero el béisbol a menudo está en su mente, y no solo porque la ceremonia dominical de inducción al Salón de la Fama traerá decenas de miles de aficionados a la villa que tiene una población permanente de 1852 habitantes.
Katz escribe libros de beisbol, un talento natural del principal funcionario elegido de una villa reconocida por el Salón de 75 años de antiguedad y el cuanto fantástico de que el juego fue inventado ahí.
"Es una historia original que no pasa de ser un mito", dijo Katz en una entrevista telefónica el lunes 21 de julio. "Pero somos el sitio perfecto para ese mito. El beisbol no fue inventado aquí. Pero debió haber sido así".
El primer libro de Katz, "Los Atléticos de Kansas City y la otra cara de los Yanquis", publicado en 2007, es una crónica de la relación depredadora de los años '50 entre los poderosos Yanquis y los perennemente débiles Atléticos. Los Yanquis trataban a los Atléticos como una sucursal de liga menor, se llevaban algunos de sus mejores jugadores, como Roger Maris, Clete Boyer, Bobby Shantz y Hector López, y usualmente devolvían mucho menos en retorno, o enviaban buen taleto al oeste pero eventualmente lo recuperaban, como a Enos Slaughter y Ralph Terry.
"Los jugadores me contaron cosas reveladoras", dijo Katz. "Gil McDougald me escribió una carta diciéndome que Casey Stengel dijo una vez, '¿A quién quieren ustedes de los Atléticos' Eso lo dice todo. Y cuando los Atléticos obtuvieron a Maris de Cleveland, Ryne Duren le dijo que varios jugadores en clubhouse de los Yanquis gritaron, '¡Maris es de nosotros!'"
El segundo libro, "Temporada dividida", que será publicado la próxima primavera, explora la temporada de 1981, cuando una huelga de peloteros a media temporada ocasionó campeones de cada mitad para cada división que debieron jugar entre si para determinar quienes jugarían la serie de campeonato de cada liga. Katz entrevistó a Marvin Miller, el antíguo lider del sindicato de peloteros, tres veces antes de la muerte de Miller en 2012, y a Ray Grebey, el negociador de los dueños, quien falleció el año pasado. Estudió los papeles del Comisionado Bowie Kuhn en el Salón de la Fama y uso notas detalladas tomadas en las sesiones de estrategia de los dueños por Harry Dalton, un ejecutivo de los Cerveceros de Milwaukee.
"Se podía ver, a través de los apuntes de Dalton, que mientras los dueños decían públicamente que no estaban tratando de acabar con el sindicato, en privado decían que querían destrozarlo", dijo Katz.
Katz, quien nació en canarsie, Brooklyn, consideraba sus opciones en Chicago en 2003 cuando se rindió a la romántica noción de mudarse con su familia a Coopperstown. No era un escritor o político cuando él, su esposa, Karen, y sus tres hijos se mudaron a una casa, entonces un apartamento sencillo, a cinco minutos del Salón.
"Me di cuenta", dijo él, "que el gobierno de la villa necesitaba ser más progresista".
Para 2005 era síndico de la villa, y para 2012 era el alcalde, un trabajo honorario que retuvo este año cuando se lanzó a la reelección sin oposición.
En el camino, ha habido algunos debates sobre la rígida y feroz oposición a la explotación petrolera (aunque las perforaciones ocurrirían fuera de la villa) y a la instalación de parquímetros para generar fondos para la villa. Cooperstown tiene un presupuesto de aproximadamente 5.4 millones de dólares, casi 400.000 $ de los cuales provienen de los parquímetros que fueron instalados, pero solo obtiene el 1 % de los impuestos de ventas del condado y nada de los impuestos de alojamiento que generan sus hoteles.
"Todos obtiene más dinero de Cooperstown de lo que se queda en la villa de Cooperstown", dijo Katz.
Se espera que la villa esté abarrotada este fin de semana con por lo menos 50000 personas debido a la estatura de los seis inducidos: los jugadores Greg Maddux, Tom Glavine y Frank Thomas, quienes arrastrarán varios buses de aficionados desde Chicago y Atlanta, y los managers Tony LaRussa, Joe Torre y Bobby Cox, cuyo atracción se expande desde San Luis hasta Nueva York.
El año pasado, las multitudes fueron las más reducidas en memoria reciente debido a la ausencia de inducidos vivientes.
"La idea de que Deacon White iba a matar Copperstown fue un agradable encabezado", dijo Katz en referencia a uno de los inducidos, un tercera base del siglo XIX, desconocido para muchos aficionados contemporaneos.
La contracción fue muy dramática en el Salón, el cual solo registró 7560 visitantes de viernes a lunes, por debajo de los 12475 de 2012 y muy por debajo de los 36993 de la inducción de 2007 con Tony Gwynn y Cal Ripken Jr. La asistencia anual del Salón ha caido cada año desde 2005, en gran parte debido a la recesión, se estabilizó en 253649 el año pasado. Pero este fin de semana debe significar un pico de visitantes que podría ayudar a subir la asistencia anual.
"El nivel de energía y el número de buses nos lleva a creer que este será un fin de semana exitoso", dijo Jeff Idelson, presidente del Salón.
Para Katz, el fin de semana le recordará otra vez de las conexiones entre su trabajo, su amor por el beisbol y sus libros.
Recordó llevar a Phil Niekro a un restaurante local durante un fin de semana de inducción y encontrar a Goose Gossage en el bar cuando llegaron allí. Recordó una reunión en la oficina de Idelson para discutir sobre Doubleday Field con Brooks Robinson escuchando a dos metros.
Y, dijo, que habló con Andre Dawson luego de un discurso del Presidente Obama en la galería de las placas del Salón.
"Me había mudado a Chicago en 1987, y cuando los Cachorros firmaron a Dawson, presencié como una ciudad y un jugador se enamoraron", dijo Katz. "Así que cuando terminó el discurso, hablé con él de la temporada de 1981, que fue un gran año para los Expos, y él estuvo muy interesado. Que dia tan especial. Conocí al Presidente Obama. Hablé con Andre de Chicago, de mi libro y de Cooperstown".
Añadió, "Estoy muy consciente cuando mi trabajo se confunde con el beisbol de las maneras más inesperadas".
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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