lunes, 27 de abril de 2015

No es más un niño prodigio, Theo Epstein mantiene la intensidad

Christopher L. Gasper. The Boston Globe. 15-04-205. Chicago—Su cabello es más gris. Tiene dos hijos pequeños y un equipo en reconstrucción con tres años seguidos terminando en el quinto lugar. A los 41 años, él no es un niño prodigio, está mas cerca de los 50 que de los 30.Pero Theo Epstein tiene la misma intensidad, pasión y visión que tuvo durante sus días como gerente general de los Medias Rojas. Epstein salió de los Medias Rojas, sin el desaguisado del disfraz de gorila y en buenos términos, luego de la tumultuosa y desastrosa temporada de 2011, para tratar de rescatar a otra fanaticada a dolorida, la de los Cachorros de Chicago. Es difícil de creer que ya hace cuatro años que Theo se fue. En Boston, él fue el JFK (John F. Kennedy) de los gerentes generales, joven, carismático, uno de nosotros. Epstein, quién armó dos equipos campeones de Serie Mundial y acabó una maldición de 86 años, está tratando de replicar ese éxito en Chicago. Lo está haciendo a su manera con sus viejos amigos Jed Hoyer (gerente general de los Cachorros) y Jason McLeod (jefe de desarrollo de peloteros) y sin tener que alimentar al monstruo (verde). También contrató a Manny Ramírez como asesor de bateo y a Kevin Youkilis como asesor de scouts. Él piensa que su equipo llegará a la cúspide a la vuelta de la esquina, todavía sigue a los Medias Rojas, y no se arrepiente de la decisión controversial de enviar al próximo astro del beisbol, Kris Bryant, de vuelta a AAA, en vez de alinearlo en Wrigley Field el día inaugural. Epstein está entrando a la fase donde los aficionados de Chicago necesitan ver algunos resultados del salvador. En las primeras tres temporadas de Epstein en Chicago, solo los Astros perdieron más juegos (310) que los cachorros (286). Los aficionados de los Cachorros han esperado 107 años por otra Serie Mundial, pero no son tan pacientes. Por eso los Cachorros le dieron un contrato de 155 millones de dólares a Jon Lester, emplearon a Joe Maddon como manager, y trajeron veteranos como David Ross y Jason Motte. Antes de perder este martes en la noche, los Cachorros estaban dos juegos por encima de .500 por primera vez desde 2009. “En realidad estamos algo adelantados en el calendario”, dijo Epstein desde un palco de lujo en Wrigley la semana pasada. “Reconstruir en beisbol a menudo…desde el momento cuando se hace el primer diagnóstico, puede tomar cuatro, cinco o seis años, es algo duro de hacer en cualquier parte, ni hablar de los grandes mercados. Estamos muy contentos, no todo ha salido exactamente de la manera que queríamos, pero muchas cosas han salido a nuestro favor”. “Hemos sido capaces de acumular bastante talento joven en los tres últimos años, y ponernos en una posición como organización donde el equipo de Grandes Ligas está empezando a pasar del modo adquisición de talento puro hasta el modo donde somos realmente competitivos. Es agradable estar en camino a esa transición. Sabemos que todavía no hemos andado el camino completo. Este no va a ser nuestro mejor equipo, pero pensamos que va a ser un equipo muy competitivo”. La construcción de los Cachorros por Theo y Cia. Refleja la reconstrucción de Wrigley Field. Los Cachorros tampoco tratan de esconderse. Es un trabajo en proceso merecedor de una señal de perdón por nuestra apariencia. Wrigley es un gran lugar de construcción. En Chicago, Epstein, McLeod y Hoyer han construido la máquina para desarrollar jugadores y scouts que Epstein dijo que iba a construir en Boston en noviembre de 2002, cuando era el gerente general más joven de la historia de las Grandes Ligas con 28 años y 11 meses. Baseball America nombraron a los Cachorros la organización con el mejor sistema de granjas del beisbol (los Medias Rojas fueron segundos). Los Cachorros tienen una pléyade de prospectos talentosos. Jorge Soler ya está en el jardín derecho. El jugador del cuadro Javier Baez debutó en Grandes Ligas la temporada pasada. El shortstop Addison Russell está en AAA con Bryant, quienes según muchos, deberían estar en las mayores ahora mismo. “Siempre se está construyendo”, dijo Epstein. “Pero ciertamente este es uno de los grupos de jugadores de talento joven más impresionante que haya visto. Los Medias Rojas siguen competitivos por esta razón. Es muy agradable ver esos dos sistemas como dos de los más talentosos del beisbol”. “Si, eso es algo por lo que siento pasión, seleccionar y desarrollar. Más aún, es imposible ganar por cualquier período de tiempo en estos días sin hacerlo bien de manera consistente. Eso siempre será un foco”. Epstein todavía mantiene contactos con su viejo equipo, Como puntualizó, su familia aún vive a media milla de Fenway Park en Brookline. Creció como aficionado de los Medias Rojas, “imaginando lo que harían los managers”, como dijo cuando fue promovido a gerente general de los patirrojos en 2002. Él remarcó los nombres de Mookie Betts, Blake Swihart, y Henry Owens, miembros del draft final de la administración Epstein en Boston.. Él dijo ue el equipo está en muy buenas manos con el actual gerente general Ben Cherington y los muchachos de operaciones de beisbol, quienes tienen un Serie Mundial y dos últimos lugares en su cuenta. “Pienso que ellos están verdaderamente bien posicionados para un éxito de larga duración”, dijo Epstein. “Siempre mantengo el sueño de ver jugar a esos muchachos en octubre algún día. Sería muy divertido”. No hubo mención de las presiones internas de la alta gerencia que pudieron haber acelerado la salida de Epstein de Yawkey Way. Le preguntaron a Epstein si el tipo de recompensa en la que se ha comprometido por desmantelar y reconstruir fuese posible en el crisol de Boston. La respuesta es no. “No lo sé. Probablemente, no en una manera tan unilateral”, dijo. “Me refiero a que lo más cerca que estuvimos de eso fue al ganar la Serie Mundial de 2004. Eso nos dio un colchón para esperar por el desarrollo de algunos muchachos que nos ayudaron a ganar en 2007. Entonces obviamente traté de ser transparente con una temporada puente, y las coas se complicaron, en un suspiro”. Touché, Theo. Hay muchos paralelismos entre los Medias Rojas previos a 2004 y los Cachorros. Parece que la organización de los Cachorros estuviese calcando las huellas del éxito de los Medias Rojas desde preservar un estadio sagrado hasta usar a Epstein para armar un ganador. Pero Epstein dijo que las ciudades y sus bases de aficionados tienen mentalidades diferentes. El fatalismo que infectaba a Fenway durante los 86 años de sequía de Serie Mundial no existe en los Friendly Confines. Él bromeó con que le tomó un tiempo ajustarse a la sensibilidad de los Midwestern. “Cuando vine al mediooeste, me sentí un poco foráneo”, dijo él. “No podía creer cuan agradables eran todos. Tuve que mudarme al mediooeste para darme cuenta que yo era el loco. Pero ahora lo aprecio. Hay sensibilidades diferentes en las diferentes regiones del país”. Epstein es feliz en Chicago, al cual llama un lugar increíble, pero no contento. Aún tiene mucho trabajo por hacer si quiere tener éxito donde muchos hombres de beisbol han fallado desde 1908. Pero la próxima vez que uno de sus equipos juegue en octubre, Epstein lo apreciará más. Ese es el consejo que le ofrecería al Theo de 28 años, mira hacia adelante y disfruta el camino. “Eso se va en un tris, especialmente los octubres. No pienso que saboreé lo suficiente los octubres”, dijo Epstein. “Estaba tenso con cada lanzamiento. Algunas veces cuando veo esos juegos en ESPN Classic o lo que sea, es como si nunca hubiese estado ahí. Los octubres solo parecían un soplo. Solo hay que disfrutarlos más. Siempre hay algo por lo que preocuparse en el beisbol, por eso no hay que dejar que los buenos tiempos pasen sin detenerse a disfrutarlos a plenitud”. Epstein ya no es un joven maravilla, es solo otro hombre de beisbol con un plan que puede funcionar o no. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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