jueves, 26 de noviembre de 2015

Ken Johnson, el único perdedor de un juego sin hits de 9 innings, fallece a los 82 años.

Bruce Weber . The New York Times. 23-11-2015 El beisbol, esa empresa loca por las estadísticas, ha producido su lote de actuaciones raras por parte de algunos jugadores. Quince jugadores han hecho tripleplays sin asistencia. Trece bateadores han conectado dos jonrones con las bases llenas en un juego, incluyendo uno, Fernando Tatis, quien en abril de 1999 lo hizo en el mismo inning, lo cual puede ser la anomalía más resaltante del juego, aunque el juego perfecto de Don Larsen con los Yanquis ante los Dodgers en 1956, el único sin hits ni carreras lanzado en la Serie Mundial, es mejor conocido y mejor recordado. Los juegos sin hits ni carreras no son del todo poco comunes. Casi 300 de ellos han sido lanzados en Grandes Ligas, y hasta su categoría más famosa, los juegos perfectos, tiene 23 ocurrencias. Cinco veces en la era moderna de las Grandes Ligas, un equipo no ha permitido imparables y no ha podido ganar. Pero en quizás en el caso más sonado de buenas y malas noticias del juego, solo una vez un pitcher lanzó un juego completo de nueve episodios sin permitir imparables y lo perdió. El hombre que tiene esa doble distinción, Ken Johnson, cuya carrera de 13 años en las ligas mayores incluyó pasantías en siete equipos, falleció el sábado 21 de noviembre en Pineville, La. Su hijo Kenneth Jr. dijo que su padre había sido afectado por las enfermedades de Alzheimer y Parkinson y que falleció luego de contraer una infección renal. Por tres temporadas en el medio de su carrera, 1965-67, mientras lanzaba con los Astros de Houston y los Bravos de Milwaukee y Atlanta (la franquicia se mudó luego de la temporada de 1965), Johnson fue un abridor efectivo, tuvo marca de 43-27 con 26 juegos completos. Fue más temprano, sin embargo, el 23 de abril de 1964, que mientras lanzaba para Houston (entonces conocido como los Colt .45) contra los Rojos de Cincinnati, el reclamó su lugar en la historia. Un derecho quien combinaba una bola de nudillos con una recta y lanzamientos quebrados, “Él siempre dijo que la bola de nudillos lo llevó a las mayores”, dijo su hijo, Johnson lanzó un juego brillante, solo caminó a dos, ponchó nueve y rasuró una alineación que incluía dos Todos Estrellas, el cátcher Johnny Edwards y el campocorto Leo Cárdenas; un futuro inquilino del Salón de la Fama, Frank Robinson; y el eventual líder de imparables de todos los tiempos, Pete Rose. Los Rojos solo batearon tres pelotas fuera del cuadro interior. En la parte de arriba del noveno inning, sin embargo, Johnson ayudó a su propio revés; con un out, el atrapó un toque de Rose y lanzó desviado a primera base, permitiendo a Rose llegar hasta segunda base. Rose anotó dos bateadores más tarde por error del segunda base Nellie Fox. Joe Nuxhall, quien permitió cinco imparables por Cincinnati, completó su blanqueo. Nuxhall era la respuesta de una pregunta de trivia. En junio de 1944, más de un mes antes de cumplir 16 años, él lanzó dos tercios de inning para los Rojos contra los Cardenales, para convertirse en el pelotero más joven en aparecer en un juego de Grandes Ligas. Kenneth Travis Johnson Sr. Nació en West pal beach, Fla., el 16 de junio de 1933. Su padre, Ernest, fue cajero bancario; su madre Marjorie Lois Travis, era mesera. El joven Ken jugó beisbol en la secundaria, se unió a la ramada y luego pasó un año en la University of South Carolina. Ahí conoció a Joanna Lynn Ergle, conocida como Lynn, con quien se casó en 1955. Ella le sobrevive. Además de su hijo Kenneth Jr., doctor en medicina, un Segundo hijo, Russell; una hija, janet Lynn Johnson; seis nietos; y cinco bisnietos. Johnson fue firmado por los Atléticos de Filadelfia antes de la temporada de1952 y jugó en su sistema de ligas menores, avanzó a las mayores (para entonces el equipo se había mudado a Kansas City) en 1958. Además de Houston y los Bravos, Johnson lanzó para Cincinnati, para quien él lanzó dos tercios de inning en la Serie Mundial de 1961; los Yanquis; los Cachorros; y los Expos de Montreal. Sobre todo, él lanzó en 334 juegos de temporada regular con una marca de 91-106 y una efectividad de 3.46. Luego de su retiro, él trabajó como coordinador de servicio comunitario en Palm Beach Atlantic University en Florida y luego como entrenador de beisbol en Louisiana College en Pineville. El no-hitter de Johnson merece mención junto a otras actuaciones importantes que en un momento llevaron al columnista Arthur Daley del New York Times a referirse al montículo de lanzar como la “Colina Rompecorazones”. En Chicago en 1917, Hippo Vaughn de los Cachorros y Fred Toney de los Rojos, se enfrentaron para un doblo no-hitter combinado de nueve innings antes que Vaughn permitiera dos imparables en el décimo y los Rojos ganaron. Harvey Haddix de los Piratas de Pittsburgh lanzó 12 innings perfectos contra los Bravos de Milwaukee antes de perder el juego en el decimotercer episodio. “Lancé el mejor juego de mi vida y aún así perdí”, dijo Johnson después que lanzó el mejor juego de su vida. “Una manera muy dura de entrar al libro de los records”. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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