miércoles, 27 de julio de 2016
El Antiguo Infielder Richie Hebner.
Peloteros que dejaron el juego en sus propios términos.
El una vez tercera base tiene buenas memorias de su carrera, pero desea haber tenido la oportunidad de jugar n un Juego de Estrellas.
Kevin Glew. Baseball Digest. Octubre 2004.
Cuando Richie Hebner no está en el estadio de beisbol, podría encontrarse con un pie en la tumba.
No, el antiguo tercera base de los Piratas de Pittsburgh no está muriendo, pero el pasa un apreciable período de tiempo en los cementerios.
“Excavé 30 tumbas el invierno pasado”, dijo Hebner, quien trabaja en el negocio de excavar tumbas de su familia en el receso entre temporadas. “En el beisbol escuchas a los peloteros quejarse cuando batean un elevadito. Nunca oigo a nadie quejarse cuando excavo tumbas. La compañía es muy silenciosa”.
Como lo muestra el destino, el nativo de Boston resultó ser tan bueno con el bate como con la pala. Al crecer con cinco hermanos, el determinado jovencito tuvo suficientes oportunidades de practicar sus destrezas beisboleras. Y a la edad de 18 años había impresionado lo suficiente a los Piratas para que lo seleccionaran como su primera escogencia del draft amateur de 1966.
Un Hebner de amplia visión debutó en Grandes Ligas en septiembre de 1968, sin embargo, no fue hasta el inicio de la próxima temporada que batearía du primer imparable.
“Fue contra Bob Gibson. Yo quería la pelota, pero no me atreví a pedirla porque Gibson lucía muy intimidante”, recordó él.
El voluntarioso infielder bateó .301 ese año para liderar a todos los novatos de la Liga Nacional. Luego de otra sólida temporada en 1970, el corajudo bostoniano jugaría un papel clave en el equipo de los Piratas que ganó la Serie Mundial de 1971. El joven tercera base descargó un jonrón ganador en el tercer juego de la serie de campeonato de la Liga Nacional y agregó tres imparables más, incluido otro cuadrangular, en el juego final de esa serie.
Hebner también fue parte de una fuerte escuadra de los Piratas que capturó otro título divisional en1972, que perdió ante Cincinnati la serie de campeonato de la Liga Nacional por un wild pitch de Bob Moose.
“Fue una larga caminata de regreso al dugout en ese viejo estadio de Cincinnati en el mejor de los días, pero ese día parecía una carrera de taxi de 10 $”, recordó él.
La derrota, sin embargo, fue puesta en perspectiva ese receso entre temporadas, el compañero de equipo Roberto Clemente falleció cuando su avión que llevaba ayuda humanitaria a los sobrevivientes del terremoto de Nicaragua, se estrelló en el océano.
“Fuimos a Puerto Rico a presentar nuestro respeto, y debe haber habido unas 5000 personas paradas en la costa, juro que ellos pensaban que él iba a salir de las aguas”, dijo él.
Afectados por la muerte de Clemente, los Piratas fallaron en ganar su división en 1973, pero se recuperaron para ganar el título de la división este de la Liga Nacional las dos temporadas siguientes, con lo cual alcanzaron cinco coronas divisionales en las primeras siete temporadas de Hebner.
Después de la campaña de 1976, el gran trabajador veterano firmó con los Filis de Filadelfia, donde jugaría primera base y participaría en dos postemporadas más. Pero cuando los Filis firmaron a Pete Rose después de la temporada de 1978, el entusiasta infielder fue cambiado a los Mets de Nueva York.
A pesar de comandar a los Mets en carreras empujadas en 1979, Hebner fue negociado a los Tigres de Detroit en el receso entre temporadas. Fue en la ciudad del motor donde disfrutaría su mejor temporada ofensiva (82 carreras empujadas en 104 juegos) en 1980.
“Un lamento que tengo es nunca haber participado en un juego de estrellas “, dijo él. “Tenía 62 carreras empujadas en el receso del juego de estrellas y no me seleccionaron”.
A finales de la temporada de 1982 Hebner se encontró de vuelta en Pittsburgh, se mantuvo allí la campaña de 1983. Entonces firmó con los Cachorros de Chicago. Fue utilizado principalmente como bateador emergente y conectó para .333 en 1984 y ayudó a impulsar a los Cachorros hacia la postemporada.
Hebner pasó una temporada más en Chicago antes de pasar a labores de coach. Junto a pasantías como coach de bateo de los Medias Rojas y Filis, el extrovertido bostoniano ha trabajado con las organizaciones de los Piratas, Azulejos y Devil Rays (su trabajo actual es con los Bulls de Durham, el equipo AAA de los Rays).
El antiguo pelotero admite que puede ser frustrante trabajar con algunos peloteros de hoy.
“En la actualidad pagan mucho dinero en las mayores, así que si no puedes fajarte aquí en AAA, recoge tus cosas y empieza una vida nueva”, dijo él. “Algunos peloteros no quieren esforzarse”.
En cuanto a ser coach de Grandes Ligas otra vez, él lo recibiría con gusto, pero no se preocupa por eso.
“Lo que sea que ocurra, ocurre. No me trasnocho por eso”, dijo él.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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