jueves, 29 de septiembre de 2016
Varios Mr. Octubre Élite
Reggie Jackson. The Players’ Tribune. 27-10.2015.
En la gran época del beisbol de Henry Aaron, Willie Mays, Roberto Clemente, Mickey Mantle y muchos otros grandes bateadores, el más temido era Willie McCovey.
No hay discusión sobre eso.
En 1969, yo jugaba con los Atléticos de Oakland, pero seguía siendo fanático de los Gigantes, y como estaba en Oakland, podía escuchar los juegos de los Gigantes por radio. Y recuerdo oir que Willie McCovey era caminado intencionalmente en Houston con las bases llenas.
Entonces eso no volvió a ocurrir más. Me ocurrió a mi en Seattle y recuerdo que le ocurrió a Barry Bonds más de una vez, pero así era de temido Willie McCovey en esa época. Preferían dar una carrera que dejar batear a McCovey.
Pero McCovey solo jugó dos veces en postemporada, así que no tuvimos muchas oportunidades de ver su increíble habilidad en octubre. Si lo hubiéramos hecho, el tendría su parte de momentos de Mr. Octubre.
Entonces ves a un tipo como Daniel Murphy.
Pienso que nadie pudo haber vaticinado que Daniel Murphy sería la estrella de la postemporada de 2015, que batearía siete jonrones y se convertiría en el primer pelotero en batear un jonrón en seis juegos seguidos de postemporada. No hay explicación para lo que ha hecho Daniel Murphy. No hay análisis. No hay precedente.
Pienso que una de las grandes interrogantes del deporte ocurre cuando se tiene a un pelotero como Daniel Murphy quien básicamente viene de la nada y tiene esa clase de actuación por cinco, seis, siete juegos seguidos en la postemporada, pero pareciera que eso ocurre más en el beisbol. Al Weis y Donn Clendenon con los Mets del ’69. Los tres juegos cuando Mickey Lolich dominó a los Cardenales en 1968. Don Larsen lanzando un juego perfecto en la Serie Mundial del ’56.
Êro hay algunos tipos quienes están cercanos o en el nivel de McCovey quienes han actuado en el escenario más grande del juego tantas veces que no solo podíamos predecir que ellos responderían en los momentos clave de la postemporada, llegamos a esperarlo.
Así fue como me gané el apodo de Mr. Octubre.
Pienso que hablamos de “Mr. Octubre” algo relajadamente por estos días. Siempre habrá tipos que salgan de la nada como Daniel Murphy y tengan un gran juego, o una gran serie, o una gran postemporada. Pero para ser de verdad un Mr. Octubre, hay que hacerlo año tras año, como lo hicieron los tipos de esta lista.
Con eso en mente, empezaremos con tres bateadores de mi época y pasaremos a tres de la época moderna, miremos a los tipos que yo considero, los más temidos, los bateadores de postemporada más oportunos que yo haya visto.
George Brett
George Brett podía hacer lo que quisiera en el plato. Era un bateador increíble, el mejor bateador oportuno que yo haya visto.
Cuando jugábamos ante los Reales, nuestro enfoque era simple: George era zurdo, así que le lanzábamos para permitirle sencillos hacia el jardín izquierdo, porque sabíamos que si halaba la pelota, la sacaba del parque.
Eso era todo. Ese era el reporte de escauteo sobre George. Limitarlo a que bateara sencillos y evitar el batazo largo.
Nunca se hablaba de cómo ibas a detenerlo. Se trataba de cómo ibas a minimizar el daño. Así de bueno era como bateador. Este es un tipo que bateó .390 durante una temporada completa en 1980 y bateó .373 en sus dos apariciones en Serie Mundial. Él bateó un gran jonrón al final del quinto juego de la serie de campeonato de la Liga Americana de 1976 para empatar el juego, y en la serie de campeonato de la Liga Americana de 1978, contra mis Yanquis, él bateó tres jonrones en un juego.
Terminamos ganando esa serie 3-1, pero no porque George no consiguiera sus grandes batazos. Él era el bateador más peligroso de aquella alineación de los Reales, y el resto del equipo no hizo lo suficiente para capitalizar los grandes batazos de George.
Nos volvimos a encontrar con George y los Reales en la serie de campeonato de la Liga Americana de 1980, y esa vez, ellos nos vencieron. Estábamos al borde de la eliminación en el tercer juego y teníamos ventaja de 2-1 en la apertura del séptimo inning cuando George largó un jonrón de tres carreras para darle la delantera a los Reales 4-2. Eso resultó ser la diferencia en el juego que les dio el pase a la Serie Mundial.
Ellos perdieron la Serie Mundial, pero George finalmente logró su anillo en 1985, cuando también ganó el premio al jugador más valioso de la serie de campeonato de la Liga Americana, después de batear tres jonrones en esa serie también.
George era un tipo al que nunca querías ver con un bate en la mano en un gran momento, especialmente en octubre. En cuanto a bateadores oportunos se refiere, él es el mejor que yo he visto.
Frank Robinson
Frank Robinson no tenía miedo, y todos lo sabían. Pienso que él es uno de los peloteros más subestimados de la historia. Él no era el tipo de jugador defensivo que fueron Willie Mays y Hank Aaron, pero tenía cada seña del gran bateador.
Pero cuando hablas de Frank Robinson y ser oportuno, no tienes que mirar mas allá de la Serie Mundial de 1966. Ese fue el año anterior de mi debut en las ligas mayores, pero aun recuerdo ver batear a Frank.
Los Orioles vencieron a los Dodgers en cuatro juegos seguidos en esa serie, fue una de esas ocasiones cuando sabías que los Dodgers estaban en problemas desde el principio. En la apertura del primer inning del primer juego, Frank Robinson bateó un jonrón de dos carreras ante Don Drysdale, quien, junto a Bob Gibson y Juan Marichal, era uno de los mejores pitchers derechos del juego en ese momento. Entonces, en el cuarto juego, Frank bateó un segundo jonrón ante Drysdale.
Ese jonrón fue la única carrera del juego, los Orioles ganaron 1-0 y terminaron la barrida para ganar la Serie Mundial.
Frank tuvo una de las grandes temporadas ofensivas en la historia del juego en 1966. Ganó la triple corona (.316/49/122); el premio al jugador más valioso de la Liga Americana, el más valioso de la Serie Mundial, y por supuesto la Serie Mundial. En 1966 no había series divisionales o series de campeonato de liga, era solo el mejor equipo de una liga contra el mejor de la otra enfrentándose en la Serie Mundial, así que era un poco más difícil ser Mr. Octubre en aquellos días. Pero de la manera como Frank estaba bateando esa temporada, fue probablemente mejor que fueran directo a ese punto de la Serie Mundial. Nadie lo iba a parar.
Pero de alguna manera, cuando se conversa de los grandes bateadores de todos los tiempos, especialmente de los bateadores oportunos en postemporada, su nombre parece quedar fuera.
Eso no debería ser.
Thurman Munson
Cuando hablo de bateadores oportunos, tengo que incluir a Thurman Munson.
No solo era un tremendo bateador, él bateaba delante de mi en la alineación de los Yanquis, así que yo hablaba con él durante los grandes juegos que cualquier otra persona. Antes de los turnos al bate, hablábamos en el círculo de prevenidos acerca de quien estaba pitcheando y que íbamos a hacer para empujar las carreras.
Hubo un juego ante los Dodgers en la Serie Mundial de 1977 en Yankee Stadium donde un pitcher derecho estaba en el montículo, y como Thurman bateaba a la derecha y yo a la zurda, él me dijo, “¿Cómo le batearías a un pitcher zurdo que te viniera a lanzar?”
“Le batearía bien”.
“Está bien, entonces voy a adelantar al corredor para que lo remolques”.
Y entonces en otra ocasión, los Medias Rojas tenían a un tipo llamado Andy Hassler, quién de verdad era muy incómodo para mí, en el montículo, y Thurman dijo, “¿Cómo le bateas a este tipo?”
“No le bateo muy bien…”
“Está bien, entonces voy a tratar de batear un imparable para empujar la carrera”.
Y así lo hizo.
Thurman era un tipo que hacía cualquier cosa que quisiera en el plato. Él puede no haber conectado batazos largos tan a menudo como lo hacía yo, pero consiguió tantas conexiones oportunas como yo cuando jugamos juntos, tal vez más.
Recuerdo el tercer juego de la serie de campeonato de la Liga Americana de 1978 contra un tipo llamado Doug Bird de los Reales. Tuvimos una de esas conversaciones en el círculo de prevenidos. Thurman no le bateaba muy bien a Bird, pero yo si. Había corredor en primera base, así que Thurman iba a tratar de avanzarlo para que yo lo remolcara. Él tenía la habilidad para batear la pelota hacia el jardín derecho y conseguir un imparable, y si fallaba el imparable, avanzaba al corredor. Estábamos abajo por una carrera, y todo lo que él quería era hacer contacto. Bateó un jonrón entre el jardín izquierdo y el central por encima del rótulo de 430 pies en Yankee Stadium para darnos una ventaja de una carrera.
Este es un tipo quien bateó .357 en postemporada de por vida y bateó imparable importante tras imparable importante, yo fui muy afortunado de tener un asiento de primera fila.
No hay muchos tipos quienes fuesen tan oportunos como Thurman Munson.
***
Lo interesante de los tipos de mi época es que llegué a conocerlos y me hice amigo de muchos de ellos. Más recientemente, también he tenido la oportunidad de conocer algunos de los mejores bateadores del juego, pero más que cualquier cosa, me dispuse a ser un aficionado. Veo lo juegos por televisión, y disfruto cuando un Daniel Murphy u otro candidato a Mr. Octubre se convierte en ese tipo oportuno durante una carrera de postemporada, ese tipo al que todo equipo le teme cuando se para en la caja de bateo.
Y cuando hablas de tipos de años recientes quienes encajan en ese molde, solo hay un lugar por donde empezar.
Derek Jeter
En la historia de la postemporada, Derek Jeter lidera en imparables (200), dobles (32), está igualado en triples (5) y es tercero en jonrones (20). También es líder de todos los tiempos en juegos de postemporada jugados y apariciones al plato, lo cual ayuda a las otras estadísticas, puedes darle todas las oportunidades del mundo a un tipo en la postemporada, y la mayoría de ellos no estarán a la altura de la ocasión.
Derek Jeter siempre estuvo a la altura.
Dereck no era un jonronero, pero bateó 260 cuadrangulares en sus 20 años de carrera, y muchos de esos jonrones ocurrieron en grandes momentos, o contra los Medias Rojas o en juegos de playoff. Él tenía una habilidad para batear jonrones en momentos cumbres. No tenía mucho poder, pero siempre parecía encontrar ese pequeño extra cuando más importaba. El jonrón que viene a mi mente, por supuesto, es el que bateó en el cuarto juego de la Serie Mundial de 2001. El beisbol de Grandes Ligas tuvo una semana sin actividad esa temporada después de los sucesos del 11 de septiembre, lo cual retrasó el calendario de la postemporada. El cuarto juego se efectuó el 31 de octubre y fue a extra innings , así que cuando Derek fue a batear en el cierre del décimo episodio, el reloj había indicado la medianoche, develando oficialmente el primero de noviembre, era la primera vez que se daba un juego de Grandes Ligas en noviembre.
Y él bateó el jonrón para ganar el juego y empatar la serie que le ganó el apodo de “Mr. Noviembre”.
Es algo divertido. No se diría que Derek tenía gran poder, velocidad o brazo, ciertamente no era el tipo más rápido. Pero era un líder ganador, lo cual elevaba todo lo demás de él y hacia que el total de sus habilidades fuese más que la suma de sus atributos. Por esa razón, él es reconocido como uno de los grandes peloteros de su época. Algunos lo llaman el más grande.
Cuando llegaba la postemporada y él lograba gran batazo tras gran batazo en el momento oportuno, eso reforzaba su grandeza.
Si hay un “gen de la oportunidad”, Derek Jeter, y todos esos tipos que menciono aquí, lo tienen.
Manny Ramirez
Manny Ramírez fue un tremendo ejecutante en el momento oportuno. Él era principalmente increíble. Era tan relajado en el plato que casi parecía que dormía entre lanzamientos. Nada de angustia.
Sea que se hable del jonrón ganador del quinto juego de la serie divisional de la Liga Americana de 2003, el jonrón para terminar el segundo juego de la serie divisional de la Liga Americana de 2007, o la Serie Mundial de 2004 donde él ganó el premio al jugador más valioso, todo lo que Manny hizo fue conseguir los grandes batazos cuando más se necesitaban, especialmente en la postemporada. Él es el líder jonronero de todos lo tiempos en postemporada con 29 vuelacercas. Eso es parcialmente, porque, como Derek Jeter, el jugó en la era moderna de los playoffs expandidos, un lujo que los tipos de mi época no tuvieron, pero él es otro tipo quién aprovechó la mayoría de sus oportunidades para conseguir grandes batazos en momentos oportunos de postemporada.
Él hizo mucho de eso en Boston, pero muchas personas olvidan que cuando se fue de Boston en 2008, fue directo a Los Angeles y allí retomó su rendimiento de postemporada. En ocho juegos de postemporada ese año, él bateó cuatro jonrones y empujó 11 carreras. Bateó .520 en esas dos series combinadas.
Aquí está el ejemplo perfecto del tipo de bateador que era Manny: En esa serie ante los cachorros en esa postemporada de 2008, él fue burlado completamente por un pitcheo y perdió el balance de su pie delantero. Pero algo característico de él era que siempre mantenía su cuerpo en el area de bateo por largo tiempo, sus manos permanecían atrás y su cuerpo en posición de batear. Y debido a que siempre estaba en posición de batear y a que era tan poderoso, aunque fue burlado con ese pitcheo particular, aún fue capaz de batear la pelota hacia las gradas entre el jardín central y el izquierdo.
La ejecución de ese jonrón fue una exhibición de bateo tan contundente que nunca la olvidaré. Si mi equipo está en una situación decisiva, el tipo que quiero en el plato es el que pueda ser burlado completamente con un lanzamiento, pero de alguna manera puede reaccionar para alcanzarlo y sacarlo fuera del parque.
Manny Ramírez es ese tipo
David Ortiz
Si hay una lista de grandes bateadores oportunos, pienso que hay que incluir a David Ortiz, y la razón es muy simple. Si miras a los otros tipos, los George Brett y los Derek Jeter, ellos siempre representaron la imagen de la humildad. Confiaban tremendamente en su habilidad, pero eran caballeros, y la presentación a veces puede engañarte al subestimarlos.
Ortíz tiene una intensidad natural en él, una presencia, y se debe parcialmente a su tamaño. Es un tipo corpulento, pero si lo ves de cerca, se ve más grande, y él lo aprovecha. Tiene una gran actitud,
Cuando él entra en la caja de bateo en una situación decisiva, se siente diferente. Él sabe que es una amenaza, y los demás también.
Su éxito habla por si solo.
Él fue el jugador más valioso de la serie de campeonato de la Liga Americana cuando los Medias Rojas vinieron de atrás de una desventaja de 0-3 para vencer a los Yanquis en siete juegos, y él bateó el jonrón para terminar el cuarto juego que empezó la remontada.
Él terminó esa serie con tres jonrones y 11 carreras empujadas, y con 17 jonrones vitalicios en postemporada y 60 carreras empujadas vitalicias en postemporada, él es un tipo quien puede dar el batazo largo en cualquier momento y marcar carreras en la pizarra, y lo hace cuan do la espalda de su equipo está contra la pared. Eso, junto con su presencia, lo hace uno de los bateadores más temidos de enfrentar en postemporada de siempre.
No quedan muchos de esos tipos en esta postemporada. No he visto uno. Los tipos de esta lista no eran maravillas de un imparable. Ha habido algunas actuaciones tremendas este año, pero ninguno de esos tipos se acerca aún al territorio de Mr. Octubre. Hace falta más de una postemporada de oportunismo para alcanzar ese nivel.
Pienso que a todos nos gusta ver tipos destacar en los momentos grandes, sin importar quien sea.
Todavía queda mucho beisbol por jugar en esta Serie Mundial, y veremos quien puede aparecer y ser ese tipo oportuno cuando se presente la ocasión.
Quien quiera que vaya a ser, lo estaremos observando.
Reggie Jackson,
Mr. Octubre.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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