lunes, 17 de octubre de 2016

Todo lo que se necesita saber acerca de los Cachorros de Chicago de 1908.

Scott Ferkovich. The Hard Ball Times. 07-10-2016. Los Cachorros de Chicago han tenido un verano maravilloso hasta el momento. Sus fanáticos, los cuales son una legión, están confiados en que los hombres de Joe Maddon arrollarán a través de los playoffs. A medida que este equipo avance, oiremos más acerca de que ellos no han ganado una Serie Mundial en 108 años. Sabemos mucho acerca de la entidad de beisbol de North Side de 2016, pero podemos no estar tan familiarizados con los Cachorros de 1908. Por una cosa, ese equipo ni siquiera jugaba en North Side. Wrigley Field todavía estaba a pocos años de ser construido por los Whales de Chicago de la Federal League (De hecho, su nombre original sería Weeghman Park, por el dueño del equipo Charles Weeghman). Los Cachorros en 1908 jugaban en una estructura de madera dilapidada llamada West Side Park, situada en un pedazo de tierra limitado por Polk Street al norte, Taylor al sur, Wood al este, y Lincoln (ahora Wolcott Avenue) al oeste. Esa area en la actualidad es el hogar de la University of Illinois en Chicago Medical Center. Los Cachorros empezaron la temporada de 1908 como los dos veces campeones defensores de la Liga Nacional. Luego de perder ante los Medias Blancas del otro lado de la ciudad dos años antes, ellos vencieron a los Tigres de Detroit de Ty Cobb en 1907. Chicago ganó el primer juego, pero el segundo fue decretado empate 3-3 luego de 12 innings debido a la oscuridad. Los Cachorros barrieron los próximos tres juegos para llevarse la serie. Volvieron a enfrentarse contra Detroit en 1908, y ganaron. Que año aquel. Teddy Roosevelt despachaba desde su oficina en la Casa Blanca. Un Ford Model T, recién salido de la línea de ensamblaje podía ser adquirido por $850. Oklahoma se convirtió en estado. Jack Norworth escribió “Take Me Out To The Ballgame”. Y los Cachorros de Chicago eran una dinastía. Eso fue dos años antes de que Franklin Pierce Adams escribiera el poema, “Baseball’s Sad Lexicon”, más popularmente conocido como “Tinker to Evers to Chance”. Pero el trío de cachorros de oso estaba en su apogeo en 1908. Se ha escrito mucho acerca de cómo esa puede no haber sido una gran combinación de double-plays como sugiere su reputación. El gurú de la sabermetría, Bill James, sin embargo, cree que ellos fueron tan buenos como se decía, basado en una fórmula que ideó llamada “expected double plays” (“dobleplays esperados”). El campocorto Joe Tinker, el segunda base Johnny Evers, y el primera base Frank Chance se combinaron para 491 dobleplays entre 1906 y 1910, lo cual los empata en el tercer lugar de la Liga Nacional. James, sin embargo, luego de investigar algunos números, concluyó que ellos realizaron 50 dobleplays más de lo que se hubiera esperado. En cuanto a F.P. Adams, él era un columnista de periódico y experto en canciones de despecho. Tendríamos que tomarle la palabra en que Tinker-to-Evers-to-Chance eran las más tristes de todas las palabras. Chance, quien también era manager de los Cachorros, había empezado su carrera como catcher. Luego de amenazar con retirarse antes que aceptar un cambio permanente a primera base en 1903, él aceptó, para desarrollarse como uno de los mejores fildeadores del juego en la posición. Fue un inteligente corredor de bases, lideró las mayores en bases robadas en 1903 (67) y 1906 (57). Evers tenía 26 años de edad en 1908, y era poseedor de uno de los apodos más inusuales en la historia del beisbol: The Human Crab (El Cangrejo Humano). De hecho con su reducida contextura parecía más un camarón que un hombre. Para la mayoría de las personas, él se ganó el apodo por la manera como se deslizaba a través del infield para tomar los roletazos. Su personalidad irritable pudo haber sido la razón. “Ellos dicen que él es un cangrejo”, dijo un manager de él, “y quizás tienen razón. Pero me gustaría tener 25 cangrejos como ese jugando para mí”. Joe Tinker era un guante estelar en el campocorto. Él y Evers supuestamente tuvieron un encontronazo en 1906 y dejaron de hablarse por décadas. Tinker, sin embargo, mantuvo que la situación nunca fue tan mala, y que la prensa sacó todo fuera de proporción. Sin embargo eso funcionaba para vender las copias de un gran periódico. Tinker lideró a los Cachorros en 1908 con un WAR de 7.9; solo Honus Wagner de los Piratas de Pittsburgh tuvo una figura más alta en todo el beisbol (11.5) Para completar el infield estaba el tercera base Harry Steinfeldt, quien tenía uno de los brazos más potentes de su época. El cátcher, Johnny King era, en palabras del pitcher de los Cachorros Ed Reulbach, uno de los más grandes que usó una máscara. También era el campeón mundial de billar de 1908. El jardinero izquierdo Jimmy Sheckard podía hacerlo todo en un terreno de beisbol. Evers decía que Sheckard era “más una gran pieza de la vieja máquina invencible de los Cachorros, que el crédito que recibía por serlo”. En 1901, se convirtió en el primer pelotero del siglo 20 en batear dos jonrones de bases llenas en una temporada. Sheckard también era un gran hablador de tonterías. La mayor parte del tiempo podía respaldarlas. La víspera de la serie de 1906, había alardeado que batearía .400 contra el pitcheo de los Medias Blancas. Terminó sin imparables en 21 turnos al bate, sin poder sacar la pelota del infield. El 2 de junio de 1908, Sheckard estuvo involucrado en una pelea a puñetazos en el clubhouse con el compañero de equipo Heinie Zimmerman que casi fue trágica. Durante el enfrentamiento, el novato Zimmerman agarró el objeto más cercano, una botella de amoníaco, y se la lanzó a su oponente, el vidrio se quebró al golpear a Sheckard en la cara. Sheckard fue afortunado al no perder un ojo, pero estuvo incapacitado por varias semanas. El joven jardinero Frank Shulte era del tipo supersticioso; siempre andaba buscando ganchos de cabello, los cuales el sentía que eran indicadores de cómo le iría en el plato ese día. Un gancho de cabello pequeño significaba que podría irse de 4-0; uno grande y podía contar con un par de imparables. Antes que terminara su carrera de 15 años, se robaría el plato 22 veces. Solly Hoffman fue un valioso utility de los Cachorros, capaz de jugar en cualquier parte que lo pusiera Chance. También jugo un papel clave en una de las jugadas más famosas de la historia del beisbol, pero hablaremos de eso más adelante. En el montículo, los Cachorros tenían a un grupo formidable anclado por el derecho de 31 años de edad Mordecai Peter Centennial “Three Finger” Brown. Cuando era un muchacho, Brown perdió la mayor parte de su dedo índice derecho en un accidente con un instrumento agrícola. Poco después, mientras perseguía a un conejo, se cayó y se rompió otro dedo de la misma mano, lo cual se lo incapacitó permanentemente. Una vez que empezó a jugar beisbol, Brown descubrió que su mano afectada le permitía lanzar una curva tremenda. Un seis veces ganador de 20 juegos con los Cachorros, terminó su carrera con 223 triunfos. Ed Raulbach, otro abridor quien lanzaba una curva devastadora, pitcheó 44 innings seguidos en blanco durante un lapso de 1908, el record de la Liga Nacional para la época. A fines de septiembre, él lanzó dos juegos completos sin permitir carreras en un doblejuego, el único grandeliga que hizo eso. Brown y Reulbach se combinaron para 53 victorias en 1908. El pitcher Orval Overall era uno de los pocos grandeligas de su época que había asistido a la universidad. Graduado en ciencias agrícolas en la University of California Berkeley, fue elegido presidente de su clase de primer año. Como Brown y Reulbach, tenía una curva agresiva. Jack Pfiester era el único abridor zurdo de los Cachorros. Conocido como “Jack the Giant Killer”, él blanqueó al equipo de John McGraw nueve veces en su carrera de ocho años, con una marca de 15-5. Los Cachorros de 1908 fueron los beneficiarios de la famosa jugada “bonehead” de Fred Merkle. El 23 de septiembre, los Cachorros estaban empatados en el primer lugar con los Gigantes de Nueva York, con los Piratas a solo juego y medio. Merkle, un primera base de 19 años de edad, había permanecido en el banco la mayor parte de la temporada, pero estaba recibiendo la oportunidad de empezar el juego contra los Cachorros en un juego en Polo Grounds. Este compromiso de finales de temporada quizás contó con la jugada más controversial en la historia del beisbol. El futuro inquilino del Salón de la Fama, Christy Mathewson fue el pitcher abridor por Nueva York, con Jack The Giant Killer Pfiester subiendo al montículo por Chicago. Con el marcador igualado 1-1 en el cierre del noveno episodio, Merkle fue a batear con dos outs y Moose McCormick en primera base. Merkle despachó imparable a la derecha, y McCormick avanzó hasta tercera base. El próximo bateador, Al Bridwell, conectó el primer pitcheo hacia el jardín central para un aparente imparable de ganar el juego. McCormick bailó al pasar sobre el plato, la multitud de Polo Grounds se lanzó a celebrar sobre el terreno, y Pfiester bajó del montículo entristecido. En ese punto, se derramó la locura. Merkle, a mitad de camino entre primera y segunda, vio a los fanáticos invadiendo el terreno después del imparable de Bridwell. Al no querer ser atropellado, inmediatamente se volteó y corrió hacia el dugout de los Gigantes el cual estaba en lo más profundo del jardín central de Polo Grounds. Evers, al notar que Merkle nunca tocó segunda base, empezó a gritar y hacer señas a Hoffman en el jardín central para que lanzara la pelota. Evers conocía el libro de las reglas del beisbol de cabo a rabo, incluyendo la sección 4.09, la cual decía claramente que “Una carrera no será validada si el corredor avanza hasta el plato durante una jugada en la cual el tercer out es forzado”. Se presentó un remolino por la jugada. Al confrontar las versiones de lo que ocurrió a continuación se dibuja una imagen de confusión. El resultado fue que Evers eventualmente recibió la pelota y buscó la segunda base en aquel mar de personas. Pisó la almohadilla para forzar a Merkle, y el árbitro dio la señal de out, a pesar de las protestas de los Gigantes. El juego no pudo continuar debido a la gran cantidad de personas que había en el terreno, y fue declarado empate. Los Gigantes, por supuesto, sintieron que su victoria había sido birlada por un tecnicismo . Chicago y Nueva York terminaron la temporada regular en primer lugar con marcas idénticas de 98-55, y necesitaron un juego extra. Los Gigantes perdieron, para terminar su verano descontentos, mientras los Cachorros fueron a la Serie Mundial por tercer año seguido. Una vez más, los Tigres de Detroit probaron no ser rivales para los poderosos Cachorros, Chicago ganó en cinco juegos, los dos últimos fueron blanqueos de Brown y Overall. Frank Chance y sus hombres bailaron en el terreno de Bennett Park de Detroit para celebrar su segundo campeonato seguido de Serie Mundial. Desde entonces, los Cachorros han ido a la postemporada 14 veces, incluyendo siete viajes a la Serie Mundial (ninguno desde 1945), pero se han quedado cortos. Así que levantemos una copa por los Cachorros de Chicago de 1908, hace tiempo idos pero no olvidados. ¿Estará la ciudad de los vientos brindando por un nuevo campeón esta postemporada? Acerca de Scott Ferkovich Scott Ferkovich es miembro de la Society for American Baseball Research. Sus artículos acerca de la historia del beisbol han aparecido en páginas web tales como Seamheads.com, TheNationalPastimeMuseum.com, y DetroitAthleticCo., y ha revisado libros de beisbol para Spitball Magazine. Scott fue editor del libro de SABR, Detroit the Unconquerable: The 1935 World Champion Tigers. Está trabajando duro en su próximo libro, Green Seats and Yellow Mustard: Fifty Great Games at the Corner of Michigan and Trumbull. Él vive cerca de Detroit. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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