viernes, 3 de marzo de 2017
Ned Garver, ganador de 20 juegos con los Carmelitas que perdieron 102 veces, fallece a los 91 años de edad.
Richard Goldstein. The New York Times. 28-02-2017.
Ned Garver, el único pitcher en la historia de la Liga Americana en ganar al menos 20 juegos en una temporada para un equipo que perdió por lo menos 100 veces, hecho que logró con los Carmelitas (Browns) de San Luis, falleció este domingo 26 de febrero en Bryan, Ohio.
El deceso fue confirmado por su hijo Don.
“La multitud ni siquiera nos abucheaba”, dijo una vez Garver de sus casi cinco años con los Carmelitas ante asistencias muy bajas en Sportman’s Park, el cual compartían con los populares Cardenales. “Había más peloteros que público”.
Garver tuvo marca de 20-12 en 1951 con un equipo sotanero que terminó con registro de 52-102.
También bateó .305 y despachó un jonrón para romper un juego empatado con los Medias Blancas de Chicago el día final de la temporada, cuando logró su vigésima victoria.
Fue segundo en el premio al jugador más valioso de la Liga Americana. Perdió con Yogi Berra, cuyos Yanquis ganadores del banderín terminaron 46 juegos por delante de aquellos Carmelitas.
Garver lideró la liga en juegos completos en 1951 con 24, la segunda temporada consecutiva que era el número 1, y fue el pitcher abridor de la Liga Americana en su único juego de estrellas, permitiendo un imparable y una carrera sucia en tres innings.
Garver, un derecho de estatura normal, se defendía con sinkers, sliders y cambios de velocidad para sacar ventaja ante las fortalezas y debilidades de los bateadores. Lanzó durante 14 temporadas en la Liga Amerciana y ganó 129 juegos. Perdió 157 veces, pero nunca pitcheó para un equipo de primera división.
“Junto conmigo, Ned sabía más de beisbol que cualquier pitcher de la Liga Americana”, recordó en su memoria de 1962 (“Maybe I’ll Pitch Forever”, escrita con David Lipman), Satchel Paige, compañero de Garver en los Carmelitas. “Aún con sus lanzamientos lentos, lo hacía muy bien todo el tiempo, solo usando su inteligencia”.
Los Carmelitas probablemente son más recordados por su extravagante dueño Bill Veeck, quien una vez envió a batear como emergente al enano Eddie Gaedel en un juego de agosto de 1951 contra los Tigres de Detroit. (Gaedel se agachó, creando una situación de zona de strike inexistente y negoció un boleto en cuatro lanzamientos).
Cinco días después, Garver estaba en medio de otra de las ocurrencias promocionales de Veeck.
A los aficionados les habían solicitado que votaran para escoger la lineación de los Carmelitas para su juego del 24 de agosto en casa contra los Atléticos de Filadelfia.
A más de 1100 de ellos les facilitaron asientos detrás del dugout de los Carmelitas el Grandstand Managers Day con tarjetas que leían “Si” por un lado y “No” en el otro. A medida que el juego avanzaba, Bob Fishel, el director de publicidad de los Carmelitas, les pidió que votaran por la estrategia, acerca de si debían cambiar al pitcher u ordenar un intento de robo.
El consenso era entregado rápidamente cada vez a un coach de los Carmelitas, quien llevaba las directrices mientras el manager Zack Taylor, se relajaba en una mecedora en un palco de terreno.
Garver, el pitcher abridor de los Carmelitas de ese día, fue bateado duro en el primer inning.
“Con tres carreras en contra y corredores en primera y tercera, Fishel mostró la pregunta ‘¿Debemos poner a calentar un pitcher?’” Recordó Veeck en su memoria de 1962, “Veeck as in Wreck”, escrita con Ed Linn.
Los managers de la tribuna vetaron la idea, recordó Veeck, “presumiblemente en la teoría de que podían herir los sentimientos de Garver”.
Garver los recompensó al pitchear un juego completo en la victoria de los Carmelitas 5-3.
Ned Franklin Garver nació el día de Navidad de 1925 en el pueblo noroccidental de Ohio de Ney (pronunciado Nay), donde sus padres, Arl y Susie, eran propietarios de una granja. Ned jugó beisbol semipro después de sus días de escuela secundaria. Fue firmado por la organización de los Carmelitas al ser descartado del servicio militar para la segunda guerra mundial por tener los pies planos.
Garver se unió a los Carmelitas en 1948 y se convirtió en el pilar de su cuerpo de lanzadores. Ningun otro pitcher de los Carmelitas ganó más de seis juegos en 1951.
Pero Garver fue afectado por un nervio presionado en su cuello en 1952 y fue cambiado a los Tigres en agosto. Lanzó cuatro temporadas completas con Detroit, otras cuatro con los Atléticos de Kansas City, y entonces se retiró luego de una breve estancia con los Angelinos de Los Angeles en 1961.
Solo otro pitcher de la historia moderna de las ligas mayores, Irv Young de los Beaneaters de Boston de la Liga Nacional en 1905, un ancestro de los Bravos de Boston (y Milwaukee y Atlanta), ha alcanzado la meseta de las 20 victorias con un equipo de 100 derrotas. Young tuvo marca de 20-21 con un equipo de Boston que jugó para 51-103.
Además de su hijo Don, Garver, quién vivía en Bryan, es sobrevivido por su segunda esposa, la antigua Dolores Hart; otro hijo, Ned, y una hija, Cheryl Garver, de su primer matrimonio, con la antígua Dorothy Sims, quien falleció en 1955; sus hijastros Kevin Cottrell, Tonya Cottrell y Tammy Berenyi; cuatro nietos; y una bisnieta.
Despues de sus días como pitcher, Garver fue scout de los Rojos de Cincinnati e hizo trabajo promocional para una compañía empacadora de carne de Ohio. Fue alcalde de Ney por ocho años.
Los Carmelitas pasaron a la historia del beisbol en 1954, cuando se mudaron a Baltimore y se convirtieron en Orioles.
“Aunque éramos un equipo perdedor, estoy orgulloso de haber sido parte de los Carmelitas de San Luis”, le dijo Garver a Baseball Digest en 2004. “Todos mis carros todavía tienen calcomanías de los Carmelitas”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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