jueves, 20 de abril de 2017

Por qué entrevistar a Sandy Koufax hizo que este periodista se sintiera más nervioso que nunca antes.

Ed Sherman y Jewishbaseballmuseum.com. 18 de mayo de 2016. El periodista deportivo Jeff Passan pasó hace rato la etapa de su carrera cuando se sentía ansioso ante la inminencia de entrevistar a un atleta famoso. Pero Sandy Koufax era diferente. Fue un momento especial para Passan, el periodista de beisbol principal de Yahoo Sports. Una parte de él sintió que estaba de vuelta en la escuela hebrea, impresionado por la noción de conversar con la leyenda deportiva judía. “Estaba más nervioso por esa entrevista de lo que había estado antes”, dijo Passan. “No quería echarla a perder”. La entrevista es parte del excelente nuevo libro de Passan, “The Arm: Inside the Billion-Dollar Mystery of the Most Valuable Commodity in Sports”. Esta es la revision que hice para Chicago Tribune. Altamente recomendada. El libro trata de una epidemia del beisbol, todos esos pitchers que se someten al bisturí de la cirugía Tommy John. Desafortunadamente, esta operación no existía en los días de Koufax. De haber existido podría haber evitado que él se retirara en el apogeo de su carrera, a la edad de 30 años. En el libro, Passan detalla todo lo que experimentaba Koufax para subir al montículo. Solo con leerlo uno se asombra. Passan escribe: “El día antes, el propio día, y el día después de sus aperturas, Koufax se tomaba una cápsula blanca y anaranjada de butazolidina, un tipo de fenilbutazona, un antiinflamatorio originalmente indicado para caballos y considerado totalmente contraindicado para consumo humano. Él amortiguaba el dolor con una aspirina que contenía codeína”. “Luego, antes que Koufax saliera a pitchear, el cuerpo de fisioterapistas de los Dodgers se ponía guantes de látex, dispensaba una generosa cantidad de Caposlin, un bálsamo traslúcido, y la aplicaba en el hombro y la espalda de Koufax. Caposlin era más una declaración de guerra que un alivio, consistía de 3 por ciento de capsicina pura, el ingrediente activo del ají picante, junto con turpentina, aceite de alcanfor y otros elementos que castigaban el cuerpo con calor…Koufax lo necesitaba para manejar su miseria. Hay más, incluyendo como Koufax a menudo hacía 160 o más envíos en un juego, y trabajaba con pocos días de descanso. Pocos se preguntan porque finalmente él se cansó de eso. Koufax rara vez da entrevistas. Así que conseguir algun tiempo con la reclusiva leyenda requirió algun trabajo de parte de Passan. Se probó que valió la pena el esfuerzo. ¿Como fue el proceso de conseguir una entrevista con Sandy Koufax? Passan: Desde el comienzo, él era el tipo con quien más quería hablar. No se puede escribir un libro sobre el brazo de pitchear sin hablar con Sandy Koufax. Además de su excelencia, él es el rostro de los pitchers previos a la operación Tommy John. Lo primero que hice fue hablar con los Dodgers. ¿Hay alguna manera de que esto pudiera ocurrir? La respuesta no fue no, sino casi seguro que no. Entonces fui donde Jane Leavy (la autora de la biografía de Koufax éxito de ventas). Me dijo que escribiera a un número de buzón postal de Vero Beach. Estuve una semana escribiendo a mano esa carta. Quería escribir la carta perfecta. Envié una carta de dos páginas. Cinco días despues, la carta fue devuelta. Eso es todo. Asumí que tendría que escribir el libro sin hablar con él. Entonces apareció de la nada Steve Brener (antíguo hombre de relaciones públicas de los Dodgers quien ahora administra Brener Zwikel & Associates en Los Angeles), llamó y dijo, “¿Te gustaría hablar con Sandy?” Dije, “Déjame pensar en eso. ¡SÍ!” Hice la reservación de un vuelo para encontrarnos el día siguiente en el lugar de entrenamiento primaveral de los Dodgers en Arizona. ¿Cómo se sintió antes de la entrevista? Para esa entrevista estuve más nervioso de lo que había estado en cualquier otra. No quería metar la pata. La única vez que estuve nervioso fue cuando entrevisté a Michael Jordan. Pero Koufax era diferente. Se trata de Sandy Koufax y yo soy judío. Cuando estás en cuarto grado y vas a la escuela hebrea, y tienes que escribir la reseña de un libro, escribes acerca de Sandy Koufax. De los simbólicos momentos del siglo 20 que involucran a judíos famosos, la decisión de Sandy Koufax de no pitchear el día de Yom Kippur está muy arriba en la lista. Eso era tener fe, tener convicción. Algo que todos entendíamos. Hay un cierto orgullo en ser judío, y el personificaba eso. Describa el momento cuando lo conoció. Llegué al campo de entrenamiento primaveral de los Dodgers. Steve Brener me llevó a una zona escondida. Ahí estaba Sandy Koufax sentado en una silla. Era casi como si el sol brillara sobre él. Tal vez exagero, pero parecía como si hubiera una luz que viniera del cielo. Nos estrechamos la mano. Podías imaginar como él lanzaba esa curva. Estaba en gran forma. Lucía glorioso. ¿Cómo se desarrolló la entrevista? Él estuvo grandioso. Yo estuve mal. Me sentí como Chris Farley hacienda “The Chris Farley Show” en “Saturday Night Live”. ¿Como le va Mr. Koufax…? Él tiene todo lo que buscas en una gran entrevista. Tiene la reputación que le endilgan porque no habla mucho. Pero una vez que lo hace, puede ser expansivo, interesante y reflexivo. Él de verdad quería hablar acerca de Frank Jobe. Tiene un enorme respeto por él. No trabajó con él cuando fue pelotero, pero después del beisbol, el Dr. Jobe fue su objetivo. Él quería hablar con el Dr. Jobe de su contribución al juego. Su libro documenta gráficamente el extraordinario dolor que Koufax resistió durante las etapas finales de su carrera. ¿Cómo logró él eso? Hay que recordar que era la revolución pre-ortopédica. No existía la cirugía Tommy John. No existía la resonancia magnética. Lo que ellos sabían del codo venía de las investigaciones con cadáveres. Pero se sabe lo que es la inflamación. Se sabe que es estar lastimado. Él tenía importantes cantidades de ambas cosas. El hecho de que lanzara tan a menudo como lo hizo, con tantos pitcheos como los que hizo, es asombroso. Usted escribió que en 1966 Koufax lanzó 168 envíos en una victoria de juego completo contra los Mets. El manager de los Dodgers Walter Alston sabía que su pitcher estrella estaba lastimado, y aún así lo dejó porque no quería desgastar su bullpen. ¿En que estaba pensando? Ahora se ha pasado al otro extremo donde se cuida demasiado a los pitchers. Pienso que ciertos tipos pueden dar más. Pero dejar a alguien en el montículo de la manera que los Dodgers hicieron con Sandy, sabiendo en retrospectiva lo que sabemos ahora, es algo muy triste. Me entristece que un brazo como el de él haya sido sometido a ese desgaste por ignorancia. Fue una ignorancia comprensible debido a que la tecnología no existía para reconocer lo que le hacían a los pitchers en esa época. Desearías que él pudiera haber pitcheado 10 años más. ¿Se hubiese beneficiado Koufax de la cirugía Tommy John? Koufax no pensaba que tenía partido el ligamento cruzado del codo. El Dr. Jobe pensaba que si. Jobe dijo que si él hubiera pensado en esa idea 10 años antes, la cirugía se llamaría Sandy Koufax, no Tommy John. “Era cualquier tipo de cirugía una opción para Koufax? Koufax no quería operarse. En aquel entonces se pensaba que eso aceleraría la artirtis. Pasarías el resto de tu vida incapacitado para levantar el brazo. Koufax quería una vida después del beisbol. Yo respeto su decisión (retirarse a los 30 años de edad) así como cualquier otra que tomara. Si su carrera hubiese continuado ¿Qué clase de pitcher hubiera sido cuando tuviera casi cuarenta años? El no era solo un pitcher de rectas. Disponía de destacados envíos lentos. También era un lanzador muy inteligente. Si hubiera perdido velocidad en su recta, se hubiera adaptado. Puedo verlo convertirse en un zurdo de recursos, dominando bateadores hasta pisar los cuarenta años. Sí él hubiera lanzado por más tiempo habría sido el mejor pitcher de todos los tiempos. Artículo cortesía de Jewishbaseballmuseum.com, un sitio nuevo de judíos y beisbol. Ed Sherman es el editor gerente de Jewishbaseballmuseum.com. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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