martes, 25 de marzo de 2014

Desnaturalizar el juego

El tipo sonreía. Las manos en jarra templaban las franjas anaranjadas de su camisa desgastada, propia de un ser humano que experimenta en carne propia las vicisitudes del día a día. Quienes pretendan reescribirle la historia de la realidad solo recibirán hechos contundentes, en sus gestos, en su rostro, en sus cicatrices, esas que ni cien mil pasquines, o emisoras de radio y televisión diseñadas al patrón del traje del emperador podrán desdibujar bajo el manto de una supuesta sensibilidad social. Respiraba profundo. Necesitaba purificar los pulmones de tantas realidades subvertidas, de tantos crímenes negados, de tanto dolor burlado, de tanta violencia agazapada. Julio se frotó los antebrazos y lanzó la página deportiva sobre la mesa, miró hacia las cañas bravas alineadas en el techo. ¿Para ti el béisbol sigue siendo el mismo? Julio se acercó a la biblioteca y sacó una revista amarillenta del tramo más cercano al piso. Basilio estiró la piel de los antebrazos, refrescando un poco las quemaduras de gases lacrimógenos y laceraciones de perdigonazos. Puede ser que el juego mantenga su esencia. Anotar carreras, lanzar strikes, hacer los outs. Pero este béisbol dista mucho del que se jugaba hace cuarenta, cincuenta, sesenta años. Y para mí, que se haya incluido un bateador designado en la alineación regular significa más involución que evolución. Primero porque se priva al pitcher de batear, con lo cual el juego pierde una parte importante de su estrategia, el toque de sacrificio, la velocidad de piernas para embasarse con cualquier rodado al infield, la visión más profunda de los pitchers sobre los movimientos de sus rivales monticulares. Con esta visión completa de las dos fases del juego, el pitcher desarrolla cualidades físicas y mentales más profundas. Segundo, por que se promueve la proliferación de jugadores unidimensionales, lo cual los hace olvidar la otra faceta del juego, en este caso la defensiva. Eso, desconecta al bateador designado de la integridad del juego. Mira lo que dice aquí. El sonido de las páginas revolcaba residuos arqueológicos, de especies casi prehistóricas. Un pitcher decidió un juego con un jonrón dentro del campo. Bueno papá, eso no lo vemos ahorita ni en la Liga Nacional. A los pitchers los tienen tan limitados en los lanzamientos que pueden hacer en un juego, imagínate a que ritmo les permitirán correr en las bases. Basilio estornudó y se alejó un poco de la revista. Pero sin embargo les permiten lanzar a toda velocidad. ¿Quién habrá determinado que la velocidad es el rasgo fundamental de un pitcher? Si, es importante tener algo en la bola. Lo principal es mantener la pelota baja y poder lanzar adentro cuando sea necesario. Para eso es necesario el control y ese viene con un equilibrio entre velocidad y raciocinio. Saber lanzar va más allá de ponchar. Para ponchar al menos hacen falta tres pitcheos. Si el pitcher es capaz de obligar al bateador para que haga swing a los envíos que él quiera puede llegar a lograr tres outs con tres lanzamientos. Julio alisó la portada de la revista, un recuadro anaranjado resaltaba en la esquina superior izquierda. Pero dicen que en las ligas donde hay bateador designado los pitchers son más exigidos porque eliminan el out fácil del pitcher. Por eso se habla de que el pitcheo de la Liga Americana es mejor que el de la Nacional. Basilio se pasó los dedos por el bigote incipiente de espinas. Eso es muy relativo hijo. Hay pitchers que son muy buenos bateadores. Y a la larga los más débiles también mejoran, la práctica, la dedicación y el compromiso los llevan a ello. Además, los pitchers de la Liga Nacional tienen que estar pendientes de todos esos detalles porque ignoran en que momento un pitcher dejará de ser débil con el bate, eso los hace crecer en su estrategia de cómo encarar un juego, que por cierto va mucho más allá de lanzar 100 millas. Esos lanzamientos son los que hacen más indefensos a los pitchers ante los linietazos que salen dirigidos hacia ellos a más de 100 millas. ¿Y qué te parece esa nueva modificación del reglamento que hizo MLB con respecto a los catchers y cuando deben bloquear el plato? Julio metió la revista en el polvoriento último tramo de la biblioteca, tosió y sacudió las manos. Basilio salió al patio y respiró profundo. Puedo entender que se quiera evitar los encontronazos en el plato, pero hay situaciones de situaciones. ¿Cómo pedirle a un catcher que deje el “home” libre cuando el tiro desde los jardines viene en camino y el corredor te va a ganar el pentágono antes de que la pelota se incruste en la mascota? Es como castrar una de las jugadas más épicas y trascendentales del juego. Parecido a lo que hicieron la última vez que el béisbol fue deporte olímpico. Fue muy triste ver en un juego de extrainning como empezaba una entrada con hombres en segunda y tercera sin outs. Eso es cualquier cosa menos béisbol. Alfonso L. Tusa C.

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