sábado, 15 de marzo de 2014

Los defensores del Astrodomo se fajan en buena lid.

Si sólo estos salvadores pudiesen haber rescatado Tiger Stadium, Crosley Field y otros. Terence Moore. MLB.com 28-02-2014. El último juego en el Astrodomo 03-10-1999: Los Astros ganan la división en el último juego de la temporada regular efectuado en el histórico estadio. Aquí estamos, casi 44 años después de su último juego de Grandes Ligas, y estoy pensando en Crosley Field, el cual junto a Tiger Stadium son mis estadios preferidos que ya no existen. Estoy pensando en Crosley Field, porque varios grupos en Houston están empujando como Cesar Cedeño al cruzar por tercera base, para evitar que las palas mecánicas impacten las paredes del Astrodomo en cualquier momento. Eso es tan agradable. Los Astros han pasado los últimos 14 años en su espléndido nuevo estadio llamado Minute Maid Park. Tampoco hay consenso sobre que hacer con el Astrodomo, el cual abrió sus puertas en 1965 como "La Octava Maravilla del Mundo" el primer escenario techado para jugar béisbol. Mientras la vieja estructura busca oxígeno por estos días, varios grupos se regocijaron a principios de este mes cuando el National Park Service (NPS) habilitó un desfibrilador para el Astrodomo al agregarlo al Registro Nacional de Lugares Históricos. La designación del NPS no significa que el condado y la ciudad hayan perdido sus derechos para decidir el destino del Astrodomo. Tampoco significa que todos esos grupos de preservación deban dejar de buscar soluciones financieras para mantener lejos a las palas mecánicas. Esto significa que ahora el Astrodomo es elegible para ayuda económica significativa de los federales a través de créditos de impuestos y otras cosas, pero principalmente significa que hay una oportunidad decente de que el Astrodomo no desaparezca. Estoy celoso. Como el más tradicionalista de los tradicionalistas deportivos, deseo que estos potenciales salvadores del Astrodomo pudieran viajar en un túnel del tiempo para salvar a Crosley Field y Tiger Stadium del futuro. No solo eso, esperemos que esos salvadores estén por ahí si, ¿o debo decir "cuando"? a alguien se le vuelva a ocurrir demoler Wrigley Field y Fenway Park. Esto no ocurrirá esta década, ni tal vez la siguiente. Pero sabes que ocurrirá. Le ocurrió a Crosley Field, el hogar de los Rojos en Cincinnati desde el 12 de abril de 1912 hasta junio de 1970. Crosley permanece muy profundo en mi alma: la terraza que fue la zona de seguridad del jardín izquierdo, la grada de luna y sol de la derecha, la gigantesca pizarra de Longines que era la pared del jardín central, el maravilloso olor a grama recién cortada, carne a la parrilla y cotufas. Mis dos hermanos y yo vivíamos en Crosley Field durante el verano, y fuimos al último juego vespertino efectuado allí un sábado. Tengo una fotografía en una pared de mi casa del turno final al bate en Crosley el 24 de junio de 1970, cuando los Rojos vencieron a los Gigantes. Además, tengo un asiento original de Crosley en la oficina de mi casa. De todas maneras, sin nada tan efectivo como estos grupos operando en pos de salvar los muros y fundaciones del Astrodomo, Crosley Field fue demolido dos años después de su último juego. Por lo menos Tiger Stadium duró 9 años antes de ser derribado. Sobrevivió todo ese tiempo porque similar a lo que ocurre ahora en Houston, Detroit tenía un número de entidades en aquel momento, que trataron de mantener a Tiger Stadium como una facilidad por tanto tiempo como fue posible. Algunos buscaron convertir partes de Tiger Stadium en condominios, con la esperanza de conservar el campo de Ty Cobb, Al Kaline y Lou Whitaker intacto como una manera de atraer compradores sentimentales. Luego llegaron rumores de convertir Tiger Stadium en un escenario de ligas menores con espacios para convenciones y un museo dedicado al equipo antíguo. Cuando todo eso falló, hubo un intento de transformar Tiger Stadium en un parque para futbol. Incluso hubo especulación de que eso ayudaría a Detroit para conseguir una franquicia en la Major League Soccer, pero eso no ocurrió. Por lo tanto Tiger Stadium siguió el camino de Ebbets Field, Polo Grounds, Forbes Field y otros estadios de beisbol construidos a principios del siglo XX. Además, otros estadios de Grandes Ligas llegaron y se fueron sin mucho reclamo de sus comunidades. Estaba el Milwaukee County Stadium, construido por los Bravos a principios de los años 50 al mudarse desde Boston hasta el sur de Wisconsin. Era más funcional que maravilloso. Su encanto se derivaba de haber sido la casa de los Packers de Vince Lombardi en par de ocasiones durante cada temporada de la NFL mientras servía como hogar a los futuros inquilinos del Salón de la Fama, Hank Aaron, Eddie Matthews y Warren Spahn. El Milwaukee County Stadium fue cerrado después de la temporada de 2000, y pronto fue demolido para convertirlo en estacionamiento del más cautivante Miller Park construido cerca de allí. Hablando de Aaron, él hizo famoso al Atlanta Fulton County Stadium por muchas razones luego que este fuese construido por los Bravos en 1966 al mudarse a Georgia. Más notablemente, el 08 de abril de 1974, cuando bateó el jonrón 715 sobre la cerca del jardin centro-izquierdo para convertirse en el rey jonronero de todos los tiempos. Aunque el Atlanta Fulton County Stadium fue derribado casi al final de la temporada de 1997, cuando los Bravos jugaban su primera temporada en Turner Field, el sitió donde aterrizó el jonrón 715 de Aaron es preservado con una gran placa en un estacionamiento cercano. Esa placa representa al lugar viejo. Lo cual me recuerda de algo más relacionado a Crosley Field: Esto vive como un lugar nuevo por estos días. Las autoridades locales de un suburbio de Cincinnati decidieron a finales de los años '80 construir una réplica de Crosley Field utilizando tantos de sus artefactos originales como fuese posible. Hasta recrearon la pizarra del jardín central, y luego ofrecieron el nuevo Crosley a las ligas juveniles. Mi hermano, Dennis, vive en Cincinnati, y su hijo, Sam, jugó uno de sus juegos de secundaria en el nuevo Crosley. Eso inspira memorias del viejo Crosley, pero estos grupos de Houston quieren algo más que una recreación del viejo Astrodomo. Ellos quieren conservar el verdadero. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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