miércoles, 29 de octubre de 2014

Con los Gigantes en la Serie, una canción de rock sonará y sonará.

Con los Gigantes en la Serie, una canción de rock sonará y sonará. Tim Rohan. 26-10-2004. The New York Times. San Francisco.- La primera vez que Larry Baer, jefe ejecutivo de los Gigantes de San Francisco, habló con Steve Perry fue en 2008. Él recordó que Perry sonaba desconcertado. Perry, el antíguo cantante de Journey, había crecido en California central y era un furibundo fanático de los Gigantes. Se quejó con Baer de que los rivales Dodgers de Los Angeles estaban usando su canción “Don’t Stop Believin’” sin su permiso. Por supuesto, los Dodgers no era el único equipo que había convertido la canción de Journey en su himno. La canción tiene mucha conexión con los deportes, especialmente el béisbol. En la última década, por lo menos cuatro franquicias que han entonado regularmente la canción llegaron a la Serie Mundial. Los dos equipos de la Serie Mundial de este año, los Gigantes y los Reales de Kansas City, la han usado. Pero los Gigantes la aprecian como suya. La han entonado regularmente desde 2010, cuando el equipo ganó su primer campeonato desde que se mudó a San Francisco. Los Gigantes, quienes añadieron otro título dos años después, también son el único equipo que tiene a Perry, de 65 años, encabezando los cánticos en sus juegos. “Se ha convertido en una tradición local, y él es original de aquí”, dijo Baer el sábado antes que los Gigantes ganaran el cuarto juego. Él añadió: “Cuando esa canción suena en eventos públicos en San Francisco, la gente piensa en los Gigantes. Lo dejaré de ese tamaño”. Los fanáticos de los Medias Blancas podrían argumentar con otra historia. En 2005, A.J. Pierzynski, Aaron Rowe y Joe Crede, jugadores de los Medias Blancas para ese momento, oyeron “Don’t Stop Believin’” en un bar de Baltimore y la adoptaron como su himno. La sonaban en el clubhouse luego de las victorias. Hacia el final de la temporada, los Medias Blancas la sonaron en su estadio cuando estaban perdiendo. Luego que el equipo aseguró el banderín de la Liga Americana, Pierzynski agarró a un ejecutivo del equipo durante la celebración con champaña y le preguntó, “¿Puedes buscar a Steve Perry?” Perry asistió al primer y segundo juego de la Serie Mundial en el U.S. Cellular Field y estaba tan identificado con el equipo que viajó a Houston para los dos juegos finales. Los Medias Blancas barrieron a los Astros, y él encabezó la interpretación de la canción en el desfile de campeonato del equipo. Perry quería tanto que la canción, que fue estrenada en el album “Escape” de Journey en 1981, estuviese ligada a los Medias Blancas que llamó repetidamente al productor de MLB Productions para acordar que la canción fuese incluida en el DVD conmemorativo del equipo. Pero no todos los miembros de la banda darían su consentimiento para usar la canción. Aún así, eso no pudo evitar que la canción se extendiera hacia otros equipos. Los Tigres de Detroit empezaron a sonarla en 2006 y la usaron regularmente cuando fueron a la Serie Mundial de 2012, donde fueron barridos por los Gigantes. Los Reales también empezaron a sonarla este año luego que ganó una votación de los fanáticos. Pero dejaron de usarla cuando se encontraron con los Gigantes en la Serie Mundial. “Pensamos, ‘Tienen a Steve Perry; que lo hagan’”, dijo Toby Cook, vicepresidente de los Reales para asuntos comunitarios y publicidad. En agosto de 2008, Perry estaba en Dodger Stadium cuando sonó la canción durante el noveno inning de un juego cerrado. La multitud cantó cada palabra, lo cual era lo que había deseado Charles Steinberg de los Dodgers. Steinberg podría ser el experto principal en música para juegos de béisbol. Ha trabajado por casi 40 años en varios roles en el béisbol ligados a las relaciones públicas y el mercadeo. Consideren su curriculo. Él impuso “Thank God I’m a Country Boy” por años en los juegos de los Orioles. También hizo sonar a “Hells Bells” durante el calentamiento de bull pen de Trevor Hoffman en los juegos de los Padres. E hizo de “Sweet Caroline” un símbolo en los juegos de los Medias Rojas. Cuando Steinberg llegó a los Dodgers en 2008, quería saber que canción haría sonar allí. Todavía la buscaba a principios de agosto cuando el equipo adquirió a Manny Ramírez. Steinberg sintió una excitación que lo hizo sonar “Don’t Stop Believin’” en el juego de agosto cuando Perry fue al estadio. “Una canción funciona bien cuando lo hace sin provocación”, dijo Steinberg el sábado en una entrevista telefónica. “Ocurre sin ninguna manipulación. Es completamente espontáneo de parte de los fanáticos”. Los Dodgers sonaron la canción regularmente por unos pocos años. Esto eventualmente se acabó, y Steinberg se fue del equipo después de la temporada de 2009. Para entonces, Perry había planteado su caso a Baer, de los Dodgers usando su canción, dijo que quería demandar a los Dodgers, algo de lo que Baer lo disuadió, y le pidió a Baer que los Gigantes la sonaran en sus juegos. Baer le dijo que no usarían la canción mientras los Dodgers la estuvieran usando, pero que buscarían el momento apropiado muy pronto. Perry tuvo que esperar hasta el final de la temporada de 2010, cuando los Gigantes se aproximaban a los playoffs. Los Gigantes decidieron sonar una de dos canciones de Journey en el octavo inning. Si estaban ganando, sonarían “Lights”. Si estaban empatados o perdiendo, sonarían “Don’t Stop Believin’”. La primera vez que sonaron la canción, la pantalla de video mostró una toma relámpago de Perry, y como lo dijo Baer “el lugar se volvió un manicomio”. A partir de ese momento, se desarrolló una rutina. Cuando Perry asistía a un juego, lideraba a la multitud cantando las canciones, levantando los brazos y señalando. Se convirtió en un símbolo en la última fila de la Sección 219. “Era nuestra inspiración”, dijo Baer. Perry ha parecido más entusiasta con su espectáculo del octavo inning este año.. El sábado durante el cuarto juego, cuando terminó la parte alta del octavo con los Gigantes ganando 11-4, los fanáticos saltaron en la Sección 219 para darle un vistazo a Perry. Llegaron las primeras notas de “Lights”, y Perry se levantó, entendió sus brazos y llamó a que se levantara la multitud, su mano rodeaba su oreja. A medida que avanzaba la canción, corrió por el pasillo hasta el fondo de la sección y puso su brazo alrededor de un fanático. Antes del juego, trataron de entrevistar a Perry. “No puedo hacerlo”, dijo sonriendo. “Tengo mis propias supersticiones sobre ganar. Tal vez después de la Serie Mundial, después que ganemos”. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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