lunes, 4 de mayo de 2015

Memorias agradables de las gradas de Wrigley Field

Terence Moore. MLB.com 07-03-2015 Imagínese a Fenway Park sin el monstruo verde. ¿Qué tal un rascacielos en vez del almacén que está detrás del jardín derecho en Camden Yards? Esas visiones no son tan impactantes como estas: La Estatua de la Libertad sin la dama de la antorcha, o nadie sentado en la silla del Lincoln Memorial, o nada en el monumento de Mount Rushmore. O la ausencia de las gradas en Wrigley Field. El asunto de las gradas es lo peor. Estoy prejuiciado como alguien quien a menudo alcanzaba el cielo en La Tierra al sentarse más allá de las paredes cubiertas de hiedra cuando era un joven aficionado de la zona norte de Chicago, y luego como periodista profesional.Dicho esto, aún cuando no sepa diferenciar un triple de un touchdown, debería saber que las gradas de Wrigley Field importan tanto como cualquier símbolo nacional o internacional de este lado del sol. Explicaré porque importan las gradas de Wrigley Field, pero lo haré solo luego de mencionar lo siguiente con un suspiro: Ellas no están más allí. Si, ellas regresarán, y lo harán como una espléndida combinación de lo viejo (la misma apariencia) y lo nuevo (más cómodas). Es sólo que por estos días han sido reemplazadas por polvo de construcción y maquinaria pesada. Fueron removidas luego de la temporada pasada como parte de una renovación del estadio de los Cachorros que ha permanecido en la esquina de Addison y Clark por más de un siglo. Cuando se complete el trabajo en Wrigley Field, habrá pantallas de video por primera vez, y las gradas regresarán a sus sitios originales detrás de los jardines izquierdo, central y derecho. Por el momento no regresarán. Debido a las temperaturas más frías en el medio oeste por mucho tiempo, los retrasos en las labores de construcción han diferido la culminación de estos trabajos para después del juego inaugural de los Cachorros en casa el 5 de abril. Como resultado, las gradas de los jardines izquierdo y central están programadas para abrir a mediados de mayo, y las gradas del jardín derecho están proyectadas para funcionar a partir de junio. Ya extraño las gradas. Otros sienten igual, especialmente porque la última edición de las gradas de Wrigley Field se ha mantenido por 77 años, desde que la ordenara Philip K. Wrigley, el dueño del equipo para ese momento. Él hizo algo más. Dejó a Bill Veeck convertirse en Bill Veeck. Durante la primera pasantía de Veeck con los Cachorros, él hizo de todo desde vender boletos hasta trabajar en el mantenimiento del terreno de juego de Wrigley Field. Luego que se construyeran aquellas gradas en 1937, Veeck sembró hiedra en las paredes de los jardines, y el resto es historia conocida. Las gradas de Wrigley Field importan, porque tienen hiedra, hacen la versión de los Cachorros de la mantequilla de maní y la mermelada. O, ¿son esas gradas de mantequilla de maní y de mermelada la inmensa pizarra manual que se extiende en el jardín central? Esa pizarra fue otra de las ideas de Veeck, la instalaron dos años antes de las gradas. Ahora, décadas después, la pizarra y las gradas son consideradas un dueto. Piense en esto, no se puede separar la pizarra de las gradas debido a la hiedra. También hay que incluir a Waveland Avenue que está detrás del jardín izquierdo y Sheffield Avenue detrás del jardín derecho, junto a la brillantez del sol y la luna sobre los confines de Wrigley. Las estatuas de las estrellas de los Cachorros. Los bares deportivos. El tren “L”. Los sonidos del ógrano clásico. Los postes con banderas mostrando los numeros retirados de jugadores de los Cachorros. La constante interpretación de canciones de los Cachorros. La divertida celebración del séptimo inning. El viento, siempre el viento, soplando notoriamente hacia adentro o más notoriamente hacia afuera. Cierre sus ojos y ubíquese en un día perfecto de verano en Wrigley Field, y verá todo lo que he mencionado. Sobre todo, verá personas instaladas en las gradas. Verá a Ronnie “Woo Woo” Wickers antes que a nadie, pero primero lo oirá. Sus pulmones son legendarios. Desde finales de los años ’50, él ha liderado cánticos tan frecuentes y potentes desde las gradas de Wrigley Field que el National Bobblehead Museum decidió darle a los interesados la oportunidad de comprar bobbleheads de Woo Woo en su página web. Wickers es uno de los Bleachers Bums (Vagabundos de los Bleachers) originales, un grupo de leales quienes empezaron a apoyar en masa a los Cachorros en los años ’60, con su presencia y sus voces, de manera incondicional. Ellos fueron la inspiración de una obra de tatro que se convirtió en película. Ellos abrazaron a una franquicia que no ha ganado un campeonato de Serie Mundial desde 1908 o un banderín de la Liga Nacional desde 1945. Aún así, los Bleachers Bums siguen asistiendo, siguen animando, siguen la tradición que hicieron popular de lanzar al campo las pelotas de los jonrones rivales para crear una algarabía en todo el estadio. Así que las gradas de Wrigley Field importan por esos Bleachers Bums, pero también importan porque Babe Ruth una vez dirigió su jonrón anunciado de 1932 a un punto de las gradas del jardín central que fueron reemplazadas por las que fueron removidas el año pasado por las renovaciones. El jonrón 500 de Banks 12-05-1970: Ernie Banks batea el jonrón 500 de su carrera en Grandes Ligas. Las gradas de Wrigley Field importan debido al “Homer in the Gloamin” (“Jonrón al atardecer”) de Gabby Hartnett que aterrizó en las gradas del jardín derecho en 1938, a pocos metros de donde caería el jonrón 500 de Ernie Banks 32 años después. Las gradas de Wrigley Field importan debido a esos momentos icónicos entre los peloteros y los aficionados. Gary “Sarge” Matthews recibía el saludo de los muchachos de las gradas del jardín izquierdo cada vez que tomaba su puesto. Andre Dawson recibía una reverencia de todos en las gradas del jardín derecho luego de trotar hacia su posición.. También estaba Sammy Sosa, quién corría hacia su posición en la derecha mientras levantaba la mano hacia aquellos que gritaban su nombre en los bleachers del jardín derecho. Principalmente, las gradas del Wrigley Field importan, porque sin ellas, abril cumpliría las palabras del poeta T.S. Eliot… Abril es el más cruel de los meses. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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