martes, 26 de enero de 2016

Luis Arroyo, el mejor relevista del beisbol en 1961, fallece a los 88 años de edad.

Bruce Weber. The New York Times. 14-01-2016. Luis Arroyo, un zurdo de amplia contextura con una gran screwball quien fue Todos Estrellas en cada liga mayor, lanzó en dos Series Mundiales y como relevista ayudó a Whitey Ford a conseguir su mejor temporada con los Yanquis, falleció el miércoles 13 de enero en Guayanilla, P.R. Su hija, Milagros, dijo que la causa fue cáncer. Por todo, Arroyo tuvo una carrera promedio, pasó toda o partes de ocho temporadas en las ligas mayores con cuatro equipos diferentes. Pero en 1961 fue el mejor relevista del juego, un prototipo del especialista del último inning ahora conocido como cerrador. Los Yanquis fueron un equipo poderoso, esa fue la temporada cuando Roger Maris sobrepasó el record de Babe Ruth de 60 jonrones y Mickey Mantle agregó 54, y Arroyo, quien se había unido al equipo el año anterior, fue algo como un arma sorpresiva. De hecho él tenía un arma sorpresa. Algunos reportes de la carrera de Arroyo dicen que el desarrolló su screwball con los Yanquis, aunque hay evidencia de que ese lanzamiento formaba parte de su repertorio desde mucho antes. El envío, una curva que rompe en reverso, es difícil de lanzar y controlar y afecta el codo, por lo cual pocos pitchers lo usan. La mayoría que lo hace son zurdos, entre los famosos lanzadores de screwball están Carl Hubbell, Mike Cuellar y Fernando Valenzuela, debido a que el envío es especialmente efectivo para ellos contra bateadores derechos. En cualquier caso, la screwball de Arroyo fue especialmente temible en 1961. Arroyo apareció en 65 juegos esa temporada y terminó 54, lanzó 119 innings con efectividad de 2.19. Su marca fue una lustrosa 15-5, y él ha sido acreditado 29 salvados. (El término estaba en uso para la época, y The Sporting News había empezado a tabular salvados de acuerdo a una fórmula que ha sido modificada, pero el salvado no se convirtió en estadística oficial hasta 1969). Muchos de los juegos que él terminó habían sido iniciados por Ford, quien completó solo11 de 39 aperturas y cuyas 25 victorias (perdió solo cuatro) fueron el tope de su carrera de Salón de la Fama. “Cerveza para todos por mi cuenta”, dijo Ford en el camerino después de su vigésima victoria. “Y dos para mi muchacho, Luis”. Luis Enrique Arroyo Lugo nació en Peñuelas, P.R., el 18 de febrero de 1927; de acuerdo a un artículo biográfico de Baseball-Reference.com, él era el tercero de cinco hijos de Felipe Arroyo González, un trabajador de una plantación de caña de azúcar, y Modesta Lugo de Arrazose. El artículo dice que él abandonó la escuela secundaria para jugar beisbol profesional en la cercana ciudad de Ponce en 1947, aunque el tendría 19 o 20 años en ese momento. El inicio de su carrera profesional lo realizó en la liga invernal de Puerto Rico así como en las ligas menores estadounidenses, y llegó a las Grandes Ligas como pitcher abridor con los Cardenales de San Luis en 1955 a la relativamente avanzada edad de 28 años. Fue una auspiciosa temporada de novato. Ganó sus primeras seis decisiones y con marca de 10-3 en julio fue nombrado para el equipo de la Liga Nacional en el Juego de Estrellas. Él no jugó; recordó después que se estaba preparando para calentar en el bullpen cuando Stan Musial jonroneó en el cierre del décimosegundo inning para terminar el juego. (Él tampoco lanzó para su otro equipo Todos Estrellas, la escuadra de la Liga Americana en 1961). En el resto de 1955 fue menos exitoso, su marca final fue 11-8, y por las próximas temporadas él rebotó alrededor, jugó para los Piratas de Pittsburgh y los Rojos de Cincinnati. Fue con los Piratas que empezó a hacer su transición de abridor a relevista. Estaba jugando para el equipo afiliado de los Rojos en La Habana en 1959, el año cuando ocurrió la revolución cubana; los Rojos mudaron el equipo a Jersey City.Ahí fue donde los Yanquis lo vieron, y él empezó a jugar en el Bronx la próxima temporada. Lanzó en dos Series Mundiales para los yanquis: en 1960, contra su antíguo equipo los Piratas (los Yanquis perdieron en siete juegos), y 1961, contra otro antíguo equipo, los Rojos. Ese año él fue el pitcher ganador del tercer juego del triunfo de campeonato de los Yanquis de cinco juegos. Arroyo se casó por lo menos dos veces. Además de su hija, le sobreviven tres hijos, Paicky, Luis y Harold; 11 nietos; y una bisnieta. Luego de dos temporadas inefectivas y problemas en el brazo, Arroyo despedido por los Yanquis en 1963 con un registro acumulado de 40-32, 45 salvados. El jugó algo más en Puerto Rico, y después sus días como jugador activo terminaron, él fue manager en Puerto Rico y scout de los Yanquis. Años después el recordó que después de la temporada de 1961, los Yanquis le pagaron para que no lanzara en Puerto Rico durante el invierno, como lo hizo la mayor parte de su carrera, algo que luego vio como un error. Él ganó peso, dijo, aunque de contextura pequeña y con 100 kilogramos en su mejor momento, nunca fue esbelto. “Ellos dicen que él no parece un pitcher”, dijo de él su primer manager, Casey Stengel. “Entonces de nuevo ellos dicen que Yogi Berra no se parece mucho a un beisbolista”. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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