martes, 23 de mayo de 2017

Steve Palermo, el árbitro cuya carrera terminó a causa de una bala, fallece a los 67 años de edad.

Richard Sandomir. The New York Times. 15-05-2017. Steve Palermo, cuya carrera como árbitro de beisbol en las grandes ligas finalizó cuando recibió un disparó que le paralizó parcialmente en 1991 luego de intervenir para auxiliar a la víctimas de un atraco en las afueras de un restaurant en Texas, falleció este domingo 14 de mayo en Overland Park, Kan. Su esposa, Debbie, dijo que la causa fueron complicaciones de cáncer de pulmón. Mr. Palermo estaba en su décimo quinta temporada como árbitro de la Liga Americana, con la reputación de ser uno de los mejores sentenciando bolas y strikes. El 6 de julio, luego de arbitrar en tercera base durante un juego entre los Angelinos de California y los Rangers de Texas en Arlington, Tex., él fue a cenar al Campisi’s Egyptian Restaurant de Dallas. Cuando el empleado del bar notó que dos meseras eran golpeadas y robadas por atracadores en el estacionamiento, Mr. Palermo y otros cinco hombres salieron a detenerlos. Dos asaltantes escaparon con un chofer, mientras Mr. Palermo y un amigo perseguían a un cuarto hombre. Luego que el hombre fue sometido, sus cómplices regresaron en su carro, y uno disparó hacia el grupo con una pistola calibre .32. La bala que impactó a Mr. Palermo “me dio por encima de la correa y atravesó mi cuerpo”, le dijo al programa “Only a Game” de NPR este año. “E instantáneamente quedé paralizado. Estaba como fundido sobre el pavimento. Supe de inmediato, que aquello era serio”. Despues de la cirugía, su médico le dijo que era poco probable que volviera a caminar. Él rechazo el diagnóstico, con la esperanza de que volvería a arbitrar. Despues de tres meses de rehabilitación, él usó muletas y soportes en las piernas, para caminar sobre el terreno del Hubert H. Humphrey Metrodome de Minneapolis, donde hizo el primer lanzamiento antes del juego inicial de la Serie Mundial. “Que yo quisiera irme del beisbol, es una cosa”, dijo él ese día, y agregó, “Pero que alguien me lo quite de esta manera, no es justo”. Y, le dijo a The St. Paul Pioneer Press, “Espero ser abucheado otra vez”. Nunca arbitró otra vez, pero caminaría con bastón. “Tuvo dolor crónico por 26 años, pero lo disimulaba bien”, dijo su esposa, quien se casó con él cinco meses antes del tiroteo, en una entrevista. Fue contratado en 1994 por Major League Baseball como asistente especial de Bud Selig, director del consejo ejecutivo de las ligas mayores (su título antes de ser elegido comisionado), para estudiar la longitud de los juegos, todavía un problema del beisbol. También trabajó a medio tiempo como analista de MSG Network para los juegos de los Yanquis, desde 1995 hasta 1997. En 2000, MLB lo contrató como supervisor de árbitros, una posición que mantuvo hasta la muerte. Stephen Michael Palermo nació en Worcester, Mass., el 9 de octubre de 1949. Su padre, Vincent, fue director de escuela primaria, y su madre, quien de soltera respondía al nombre de Angela Gentile, era ama de casa. Ganaba algun dinero arbitrando juegos locales mientras asistía a la escuela secundaria. Un día, mientras oficiaba un juego de estrellas de pequeñas ligas cuando tenía como 19 o 20 años, fue descubierto por Barney Deary, administrador del programa de desarrollo de árbitros de MLB. Su entrada a la escuela de arbitraje de Florida a los 21 años de edad, terminó una carrera universitaria durante la cual había estudiado educación en tres instituciones. Avanzó rápidamente a través de las ligas menores y fue contratado a tiempo completo por la Liga Americana en 1977. “Fue un árbitro muy bueno, de mentalidad muy seria”, dijo Ted Hendry, quien trabajó con él en la Liga Americana. “Era justo, y sabía estar a la altura de las circunstancias cuando un manager se enojaba”. Mr. Palermo fue el árbitro de tercera base en el Fenway Park de Boston, el 2 de octubre de 1978, en el juego de playoff entre los Yanquis y los Medias Rojas. Cuando Bucky Dent de los Yanquis bateó un jonrón de tres carreras sobre el monstruo verde en el séptimo inning, para adelantar a su equipo, Mr. Palermo indicó que la pelota estaba en zona buena. Después del juego, su padre, fanático de los Medias Rojas, le reclamó. “¿Por qué no sentenciaste foul esa pelota? Preguntó su padre, de acuerdo a un artículo de Joe Posnanski en MLB.com. “Esa pelota fue buena como por seis metros”, dijo Steve Palermo. “¿Y?” dijo su padre. Mr. Palermo también fue parte del cuerpo arbitral de la Serie Mundial de 1983, cuatro series de campeonato de la Liga Americana, el juego de estrellas de 1986, y el juego sin hits ni carreras de Dave Righetti con los Yanquis el 4 de julio de 1983. Además de su esposa, cuyo nombre de soltera fue Debbie Aaron, a Mr. Palermo, quien vivía en Leawood, Kan., le sobreviven su madre; sus hermanas Anne Palermo y Linda Palermo LaFleche; y sus hermanos Jim, John y Michael. Un matrimonio anterior terminó en divorcio. Mr. Palermo dijo que no lamentaba la acción que terminó su carrera de arbitraje, y que esperaba que otros hubiesen hecho lo mismo si su esposa estuviera siendo atacada. Si él tuviese que decir que no lo haría otra vez, declaró a MLB.com, “Eso significaría que cometí un error. No puedo admitir que eso fue un error”. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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