viernes, 12 de junio de 2015

Hace 50 años Jim Maloney lanzó diez episodios sin hits ni carreras y perdió el juego 1-0 ante los Mets de Nueva York.

Rich Wescott and Allen Lewis. No-Hitters. The 225 Games 1893-1999 Pocos pitchers lanzaban tan duro como James William Maloney. El corpulento derecho con recta de rayo laser fue una de los pitchers más temidos de su época. Maloney estaba anualmente entre los lideres de ponchados de la Liga Nacional durante una carrera en la cual una vez ganó 23 juegos y otra 20. Nació el 2 de junio de 1940 en Fresno, California. Él lanzallamas de hombros amplios llegó al beisbol profesional con el Topeka de la Three-I League en 1959. Debutó en las Grandes Ligas en 1960 con los Rojos de Cincinnati y poco después se embarcó en una seguidilla de siete temporadas con dobles figuras en la columna de los juegos ganados. Maloney lanzó brevemente con los Angelinos de california en su temporada final. Lanzó 12 años en grandes Ligas (1960-1971), 302 juegos, 154 triunfos, 84 derrotas. El lunes 14 de junio de 1965 en Crosley Field, Jim Maloney de 25 años lanzó uno de los mejores juegos jamás pitcheados. Pero todo lo que tenía que mostrar era una derrota. El monticulista lanzallamas lanzó sin hits ni carreras por diez episodios e igualó una marca de la Liga Nacional con 18 ponches. Pero perdió el no-hitter y el juego ante los Mets de Nueva York en el undécimo episodio, cuando Johnny Lewis, quién se había ponchado tres veces, se la sacó de jonrón. Maloney había perdido otro casi sin hits ni carreras el 19 de abril, terminó siendo un juego de un hit ante los Bravos de Milwaukee cuando Dennis Menke despachó imparable en el octavo inning de una victoria 2-0 de los Rojos. Cuando Maloney enfrentó a los Mets que ocupaban el décimo lugar, tenía marca de 5-2 con los Rojos que ocupaban el tercer lugar. Él se midió con Frank Lary ante una multitud de 5989 aficionados. Maloney lanzaba muy duro, a pesar de lanzar en el pequeño Crosley Field, el cual era conocido como un estadio de bateadores. Él ponchó a los tres bateadores del inning dos veces y en cuatro oportunidades ponchó dos bateadores en el mismo inning. Sus 18 ponches no solo establecieron una marca para el equipo, sino que igualó la marca de la Liga Nacional para más ponches en un juego. Él empezó ponchando a Billy Cowan, obligó a Chuck Hiller a roletear por el montículo y a Charley Smith a elevar a la derecha. Maloney concedió su único boleto a Ed Kranepool abriendo el segundo inning. Luego de ponchar a Lewis, Kranepool pasó a segunda con el rodado por tercera de Ron Swoboda, pero allí se congeló cuando Roy McMillan miró pasar el tercer strike. Maloney ponchó a Chris Cannizzaro, Lary y Cowan en el tercero. Smith se poncho pero llegó a primera con un out en el cuarto cuando el cátcher Johnny Edwars perdió la pelota del tercer strike. Pero Kranepool siguió con una roletazo por segunda base donde Pete Rose inició el dobleplay. Ningún otro Met se embasó hasta el undécimo, mientras Maloney retiraba 19 en fila. Antes de eso Maloney ponchó a Lewis y Swoboda en el quinto. Lewis, Swoboda y McMillan en el octavo. Al emergente Joe Christopher y Cowan en el noveno. Y a Smith y Kranepool en el décimo. Los Rojos tuvieron varias oportunidades de anotar, especialmente en el cuarto cuando con dos outs Vada Pinson, quién había sencilleado y avanzado hasta la antesala, trató de anotar con un passed ball cuando Gordy Coleman abanicó el tercer strike y la pelota se escapó. Pero el cátcher Cannizzaro se reivindicó al recuperar la pelota y hacerle un tiro perfecto a Lary quién cubrió el plato. Tommy Harper recibió un pelotazo con dos outs en el octavo, robó segunda y siguió hasta tercera porque el tiro de Cannizzaro pasó hasta el jardín central. Pero de allí no pasó puesto que Rose fue dominado con rodado al montículo. En el décimo, Edwards sencilleó, el corredor emergente Chico Ruiz pasó a segunda mediante sacrificio y hasta allí llegó porque Maloney y Harper fallaron con roletazos, Kranepool levantó un piconazo para completar el out del último. El juego de Maloney se deshizo en el undécimo episodio, cuando Lewis le bateó un vuelacercas sobre la cerca del jardín central abriendo el inning en cuenta de 2-1. Swoboda se ponchó, McMillan soltó imparable. Jesse Gonder la rodó hacia el campocorto donde Leo Cárdenas inició una doblematanza. Pero el daño estaba hecho, Maloney había perdido otra oportunidad de ganar un juego sin hits ni carreras. Traducción; Alfonso L. Tusa C.

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