viernes, 10 de julio de 2015
Esquina de las Barajitas: 1973 Topps: Paul Casanova.
27-12-2013. Bruce Markusen.
Cuando vi esta barajita por primera vez, imaginé que Paul Casanova en realidad no podía ser un cátcher. Primero, él luce muy tallado y atlético, más como un ágil jardinero que un cátcher musculoso o con exceso de peso. Aunque es difícil saber cuan rápido es un corredor a partir de una fotografía, parece como si Casanova supiera lo que hace al correr las bases. Con los puños apretados y los brazos extendidos, Casanova parece estar en una condición excelente. Al pasar por tercera base, nótese como su pierna izquierda toca la esquina interior de la base mientras su pierna derecha está a punto de trascender la almohadilla. Esos son fundamentos del corrido de bases sobre como recortar camino mientras se corre desaforadamente hacia el plato.
Técnica aparte, esta barajita de Topps es una de las más hermosas de la colección de 1973. Es un enfoque maravilloso de la acción de un corredor que parece dar el máximo esfuerzo. Sin ningún asomo de oscuridad, que es a veces un problema con las imágenes de acción de 1973, el cuerpo completo de Casanova aparece encuadrado en la fotografía. Finalmente, hay un agradable contraste entre la camiseta azul oscuro de los Bravos y la grama artificial verde detrás de Casanova. También hay algo de misterio ligado a la ubicación de la fotografía. Basados en el azul de visitantes, sabemos que es en un juego de gira de los Bravos, pero no puedo decir si es Candlestick Park o Veterans Stadium o algún otro lugar de la Liga Nacional.
Paul Casanova representó otros retos para mí. Mientras crecía en 1973, yo no tenía idea de que Casanova era latino, y no afroamericano. Más específicamente, él procedía de Colón, Cuba. El nombre, Paul Casanova, no daba pistas de sus orígenes. Al revisar su biografía encontré que su nombre completo era Paulino, lo cual me dio una mejor clave.
Adicionalmente, yo nunca habría imaginado que Casanova jugó en las Ligas Negras. Él nació en 1943, solo cuatro años antes de la llegada de Jackie Robinson, pero Casanova jugó en los remanentes de las Ligas Negras. Él fue un pelotero destacado con los viejos Clowns de Indianapolis, uno de los últimos equipos de puros negros que seguían activos.
Los Indios escautearon a Casanova mientras jugaba beisbol semiprofesional en Cuba. Al venir de lejos impresionaba con su presencia de liderazgo, los Indios le ofrecieron un contrato de agente libre en 1960. Pero él nunca vería la luz del día en Cleveland. La mayor parte del tiempo, servía como cátcher de bullpen, tomó solo seis turnos al bate para un equipo afiliado de categoría baja en la Northern League, antes de ser despedido. Los Indios decidieron darle una segunda oportunidad después de la temporada, lo firmaron en diciembre luego de seguirlo en el beisbol invernal. Pero lo despidieron el abril siguiente, esta vez sin darle un solo turno al bate de liga menor. Los Indios simplemente no pensaban que el batearía.
Sin otros equipos interesados, Casanova decidió pasar el verano de 1961 jugando para los Clowns, un equipo independiente de puros negros que se presentaba a lo largo del país. La vida era poco glamorosa con los Clowns, cuyos peloteros a menudo dormían en el autobús y algunas veces tenían que efectuar triplejuegos. Durante un triplejuego, Casanova bateó de 5-5, uno de sus imparables fue ante el legendario Satchel Paige. El desempeño de Casanova con los Clowns llamó la atención de los Cachorros, quienes aceptaron asumir la mitad de su salario y eventualmente le dieron un contrato a finales de septiembre.
Los Cachorros lo llevaron a su campamento de ligas menores en 1962 y lo asignaron a su equipo afiliado en la Texas League. Participó en dos juegos, consumió un turno al bate, y luego los Cachorros lo despidieron. Así que luego de un gran total de siete turnos al bate, Casanova había sido despedido tres veces.
Con apenas 20 años de edad, Casanova enfrentaba con una temprana encrucijada en su carrera. Él decidió olvidarse del juego y seguir una carrera en la construcción. Pero los Senadores de Washington, a través de los esfuerzos del scout John Caruso, mostraron interés. Caruso le dijo que se quedara en el beisbol. Al llegar octubre, Caruso y los Senadores le ofrecieron un contrato de liga menor. “Él nunca me vio batear”, le dijo Casanova a Bob Addie del Sporting News. “Todo lo que quería era verme lanzar. La próxima primavera, los Senadores lo asignaron al Geneva de la NY-Penn League.
Al recibir su primera dosis real de tiempo de juego en el beisbol organizado en 1963, Casanova bateó para un respetable .261 con siete jonrones en una liga conocida por su pitcheo. Los Senadores decidieron mantenerlo con el Geneva en 1964 ty lo vieron dominar la liga. Bateó .325 con 19 jonrones y un porcentaje de slugging de .508. Ahora estaba en lo suyo.
La gran actuación de Casanova en Geneva le ganó una promoción al Burlington en 1965. Asumió el papel del caballo de batalla, participó en 142 juegos, bateó .287, y descargó ocho jonrones.
La edición de 1965 de los Senadores necesitaba ayuda en la receptoría, donde Mike Brumley había bateado un magro .208 con .280 en porcentaje de embasado. Cuando Casanova terminó la temporada en las ligas menores, los Senadores lo llamaron a Washington para una presentación de final de temporada. Al debutar en las Grandes Ligas, Casanova se convirtió en el penúltimo jugador de las Ligas Negras en llegar a un roster de liga mayor. (Sólo Ike Brown, el futuro utility de los Tigres, debutaría después de Casanova). En un ensayo de cinco juegos, Casanova tuvo 14 apariciones en el plato y respondió con un promedio de bateo de .308. Fue una muestra muy pequeña de lo que podía hacer, pero le dio esperanza a los Senadores para el futuro.
De una manera conservadora, los Senadores pusieron a Casanova en el York AA de la Eastern League para empezar la temporada de 1966. Casanova bateó solo .211 en poco turnos al bate, pero los Senadores experimentaron una plaga de lesiones que afectó la situación de sus cátchers. Insatisfechos con Brumley, lo bajaron a las menores y llamaron a Casanova, quién de pronto se convirtió en su cátcher regular. En su primer juego completo en las Grandes Ligas, bateó un jonrón en el octavo inning, el cual rompió un juego sin hits de Fred Talbot.
El receptor novato respondió bateando .254 con 13 jonrones mientras jugaba buena defensa, donde destacaba una tasa de 46 % de éxito para retirar a los corredores rivales. Esos atributos compensaron su tentación de hacerle swing a lanzamientos malos, lo cual resultó en solo 14 boletos negociados en la temporada.
Casanova dejó una impresión única a la defensiva. Tenía una complexión distinta a la mayoría de los cátchers, era alto y de largas extremidades. Cuando los bateadores rivales tocaban la pelota, él reaccionaba con rapidez felina, saltaba sobre la pelota antes de soltar una bala hacia primera base. Al combinar un rápido movimiento de pies con un cañón en el brazo, Casanova ofrecía un paquete de talentos difícil de encontrar en un cátcher.
Aunque Casanova terminó detrás de un par de Medias Rojas, George Scott y Joe Foy, en la votación del Novato del Año, el manager de los Senadores, Gil Hodges, le dio su voto a su propio cátcher. “No cambiaría a ‘Cazzie’ por Scott o Foy”, dijo Hodges enfáticamente a Bob Addie. “Este muchacho puede llegar a ser un gran cátcher en verdad. Él ha hecho un gran trabajo en su primer año en las mayores”.
Como organización, los Senadores habían visto suficiente de Casanova para considerarlo su cátcher en el futuro inmediato. Un buen comienzo en la temporada de 1967 le gano alguna notoriedad, como los eventos del juego del 12 de junio ante los Medias Blancas. Casanova jugó los 22 innings detrás del plato, retiró a tres corredores, y después cerró con broche de oro su actuación al batear el imparable para ganar el juego. Fue su único imparable en nueve turnos al bate esa noche, pero sirvió para terminar el juego nocturno más largo en la historia de la Liga Americana.
“No estoy bromeando, no estoy cansado”, le dijo Casanova a UPI luego del juego de 22 innings. “Podía haber recibido otros 10 innings”. En otras palabras, él disfrutaba el juego.
Sus habilidades como catcher y bateador le valieron a Casanova un lugar en el equipo de la Liga Americana para el Juego de las Estrellas, aunque él no apareció en ese juego. Algo más significativo fue que recibió alguna consideración para el jugador más valioso de la liga ese octubre, los periodistas lo ubicaron en el puesto 21 de la elección. Si no hubiera sido porque tuvo un desliz en la segunda mitad, habría terminado mucho más arriba en la elección.
Los Senadores estimaban mucho el entusiasmo de Casanova en el terreno, lo cual lo convirtió en un pelotero divertido durante una época conservadora. Apreciaban su disposición a fajarse y exuberancia, la manera como corría hacia su posición al inicio de cada inning. También disfrutaban su ritual de cada turno al bate. En vez de caminar hacia el plato, él prácticamente corría hacia la caja de bateo. Hacía dos swings de práctica, se agachaba hasta casi tocar el suelo, y se preparaba para batear cualquier envío en la zona.
La plana mayor de Washington adoraba su defensa espectacular, en particular su poderoso brazo que le permitió retirar al 49 por ciento de los corredores. A los Senadores también les gustaba su poder potencial (nueve jonrones). Por el contrario, la falta de disciplina en el plato se convirtió en una preocupación. En 141 juegos, recibió solo 17 boletos. Por eso su porcentaje de embasado se mantenía en .273 al final de la temporada. Había bateado más descontrolado en 1967, que en su temporada de novato.
La falta de paciencia de Casanova lo afecto mucho más en 1968. Empezó la temporada con una profunda sequía ofensiva. Para finales de junio, su promedio de bateo era un intolerable .181. Aún en el contexto de una temporada de 1968 que vio a los pitchers dominar de manera muy marcada a los bateadores, los Senadores necesitaban más ofensiva de su cátcher. Por eso enviaron a Casanova al Buffalo AAA con la esperanza de que recuperar su swing y su confianza.
Durante casi un mes de estadía en la International League, Casanova bateó .273 con un par de jonrones. No eran grandes números, pero fueron lo suficiente para merecer otro llamado a finales de julio. Recuperó su puesto como cátcher regular y bateó un poco mejor en la segunda mitad, subió su promedio final hasta .196. Pero los números totales permanecieron deficientes. Un porcentaje de embasado de .210, respaldado por solo siete boletos, y un promedio de slugging de .252 simplemente no podían ser números auspiciosos. Hasta su defensa desmejoró, retiró solo al 38 por ciento de los corredores, una cifra que apenas estaba por encima del promedio de la liga.
Para 1968, Casanova también se había ganado la reputación de ser alguien que disfrutaba mucho la vida nocturna. Se quedaba hasta tarde en los clubes nocturnos, bebiendo y bailando mientras perdía la hora límite de llegada al hotel. Ese hábito le valió varias multas del manager Jim Lemon.
A pesar de sus dificultades, los Senadores no se cansaron con Casanova, quién lideraría a los cátchers de la Liga Americana en dobleplays en tres ocasiones. Él retuvo su puesto como titular en 1969, con el manager nuevo Ted Williams. En el lado positivo, Casanova negoció un tope personal de boletos. Del lado negativo, el total fue solo de 18, solo uno mejor que su tope anterior. Bateó un pobre .216 y se embasó solo 25 por ciento del tiempo. En un equipo donde la mayoría de los bateadores mostró mejoras significativas bajo la tutela de Williams, Casanova apenas se mantuvo con lo necesario.
Como sus debilidades ofensivas continuaban, Casanova perdió tiempo de juego, primero con el veterano John Roseboro en 1970 y luego con el joven Jim French en 1971. La estabilidad de esas dificultades impidió que Casanova hiciera el viaje de Washington hasta Texas, los Senadores se preparaban para mudar la franquicia y convertirse en Rangers.
Al acercarse a su cumpleaños 30, Casanova fue negociado. En las famosas reuniones invernales de 1971, los Rangers lo enviaron a los Bravos por el cátcher Hal King, un bateador mucho mejor que Casanova.
Los Bravos ya tenían a un buen cátcher bateador en Earl Williams, el Novato del Año de la Liga Nacional en 1971. Ellos querían (y necesitaban) a un buen cátcher defensivo de respaldo quién pudiera tutorear a Williams. Casanova cumplió ese papel a la perfección. Solo bateó .209 en 49 juegos, pero a los Bravos no les importó eso. Cuando él jugaba, mantenía a raya a los corredores rivales. Ellos solo intentaron 18 robos y fueron retirados ocho veces. Un 44 por ciento de éxito para Casanova probaba que su brazo seguía siendo muy bueno.
Luego de la temporada de 1972, los Bravos decidieron cambiar a Williams por sus dificultades defensivas, lo enviaron a Baltimore en un cambio de varios peloteros. Esa decisión significó más tiempo de juego para Casanova en 1973; se convirtió en el bateador derecho de una alternancia con el joven Johnny Oates. El tiempo de juego adicional dejó en evidencia a Casanova, cuyo juego defensivo, incluyendo su brazo, había desmejorado respecto a su actuación de 1972. Pero se vio involucrado en un momento histórico ese verano. El 5 de agosto, Casanova recibió el juego sin hits ni carreras de Phil Niekro contra los Padres. Niekro lanzaba bolas de nudillo casi exclusivamente, pero Casanova las manejó todas sin incidentes.
Mientras Casanova se preparaba para la temporada de 1974, se involucró en una aventura en Venezuela, su hogar durante el invierno. Junto al pelotero de los Medias Blancas Pat Kelly y su hermano Leroy Kelly jugador de la NFL, Cazzie abrió una discoteca. Era el negocio perfecto para el hombre a quien le gustaba la fiesta.
Con su personalidad extrovertida, Casanova se conectó con el pelotero más famoso de los Bravos. Él y Hank Aaron se hicieron amigos. Como Casanova, Aaron también había jugado en las Ligas Negras con los Clowns, aunque mucho antes. Al compartir un vínculo común, los dos hombres se hicieron los mejores amigos.
Mientras Aaron igualaba y rompía la marca de jonrones de Babe Ruth, Casanova observaba con especial interés. Poco después de largar su jonrón 715, Aaron vino al plato y bateó el número 716. Estacionado en el bullpen de los Bravos, Casanova capturó la pelota del jonrón y luego se la entregó a Aaron.
Casanova pasó buena parte de su tiempo en el bullpen ese verano, los Bravos lo habían reducido al puesto de tercer cátcher y asistente defensivo. Oates compartía ahora el tiempo de juego con Vic Correll, quién había sido adquirido desde los Medias Rojas. Limitado a 104 turnos al bate en 42 juegos, Casanova bateó .202. Jugó bien defensivamente mientras tutoreaba a los jóvenes Oates y Correll.
Los Bravos llevaron a Casanova de 32 años al entrenamiento primaveral de 1975, pero Aaron se había ido, había sido despachado hacia Milwaukee. Casanova enfrentaba una batalla cuesta arriba para tratar de hacer el equipo, en parte porque los Bravos tenían en alta estima a uno de sus cátchers jóvenes, Biff Pocoroba de 21 años. El detalle que faltaba llegó a finales de la primavera, cuando Casanova se lesionó el codo. El 28 de marzo, con solo dos días para terminar el entrenamiento primaveral, los Bravos dejaron libre al adolorido Casanova.
El despido de última hora afectó las esperanzas de Casanova de catchear para otro equipo, dado que la mayoría de los equipos buscaban reducir sus nóminas antes que agregar veteranos en el último minuto. La lesión en el codo redujo su fuerza más grande como pelotero. Nadie mostró interés en Casanova, lo cual le hizo retirarse luego de 10 años en las Grandes Ligas. Y con el despido de Casanova, solo un ex jugador de las Ligas Negras, un tal Hank Aaron, permanecía en las Grandes Ligas.
Retirado hace mucho tiempo de las Grandes Ligas, Casanova recién cumplió 72 años. La mayoría considera esa una edad de jubilación, pero no él. Siempre sonriente, él continúa trabajando con jóvenes en una academia de beisbol que él y dos amigos de las Ligas Negras abrieron en Florida. La academia es llamada afectuosamente “Paul’s Backyard”. Es un lugar donde Casanova instruye a los jóvenes sobre como jugar el juego apropiadamente.
Imagino que Paul también le dice a los niños como cruzar por las bases de la manera correcta, como lo hizo en su barajita Topps de 1973.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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