martes, 4 de agosto de 2015

Billy Pierce, lanzador de poder de los Medias Blancas, fallece a los 88 años.

Richard Goldstein. 31-07-2015. The New York Times. Billy Pierce, el zurdo de los Medias Blancas de Chicago con una recta cortante, quien se convirtió en uno de los principales lanzadores de los años ’50, y dedicó 46 años de su vida a recaudar dinero para combatir el cáncer, falleció el viernes 31 de julio en Palos Heights, Ill., un suburbio de Chicago. La causa fue cáncer de próstata, dijo su hijo Robert. Pierce era de contextura pequeña, pero su mecánica fluida lo capacitó para convertirse en un pitcher de poder con el equipo conocido entonces como los Go-Go Sox, el cual dependía del pitcheo, la velocidad y la defensiva en una época dominada por los poderosos Yanquis. Lanzó en 18 temporadas de Grandes Ligas, Detroit (1945-48), Medias Blancas (1949-61) y San Francisco (1962-64). Pierce ganó 211 juegos, fue siete veces al Juego de Estrellas, agenció una efectividad de 1.97 que lideró la Liga Americana en 1955, acumuló 1999 ponches, 3.27 de efectividad (1201 carreras limpias/3306 innings lanzados), 32 salvados, 193 juegos completos, 38 blanqueos y un promedio de bateo de sus oponentes de .240 en 585 juegos (432 aperturas). Estuvo entre los 5 mejores en las Grandes Ligas en juegos completos (4to.), innings lanzados (4to.), ponches (4to.), victorias (5to.), aperturas (5to.) y blanqueos (5to.) entre 1945 y 1964. El zurdo se encuentra entre los lideres de todos los tiempos de los Medias Blancas en ponches (1ro., 1.796), blanqueos (3ro., 35), aperturas (3ro., 390), victorias (4to., 195), innings lanzados (4to., 2.931), promedio de bateo de oponentes (5to., .240), juegos completos (5to., 183) y efectividad (10mo., 3.19). “Generaciones de aficionados de los Medias Blancas perdieron a uno de sus héroes”, dijo el viernes el dueño del equipo Jerry Reinsdorf. Durante sus 13 temporadas con los Medias Blancas, Pierce a menudo se enfrentaba al as zurdo de los Yanquis, Whitey Ford (durante los años ’50 se enfrentaron 15 veces, quedaron 7-7 y los Medias Blancas ganaron 8 de los 15 juegos), quien era respaldado por los batazos de Mickey Mantle y Yogi Berra, entre otros. Los Medias Blancas tenían pocos bateadores de poder en alineaciones que usualmente tenían a Luis Aparicio en las paradas cortas y Nellie Fox en segunda base, con Minnie Miñoso en los jardines y Sherm Lollar como cátcher. “Hubo una vez cuando debía abrir un juego luego que nuestro equipo había sido silenciado por tres juegos seguidos”, le dijo Pierce a la página web de Major League Baseball en 2013. “A principios del juego, Louie bateó un imparable, robó segunda. Nellie lo llevó a tercera con un toque y alguien lo trajo al plato. Nellie, quien era mi compañero en la carretera, vino y me dijo, ‘Bien, amigo, ya tienes tu carrera, ahora mantenla’”. Pierce a menudo hacía eso. Hacía envíos por encima del brazo, dependía de las rectas pero las mezclaba con las curvas, sliders y cambios, él fue dos veces ganador de 20 juegos (1956 y 1957) y lanzó 38 blanqueos. “Tiene una coordinación maravillosa”, le dijo Lollar a Sports Illustrated en 1957. “Es agradable ver la manera como él bombea y zumba y lanza”. Mientras enfrentaba a los Senadores de Washington en el Comiskey Park de los Medias Blancas el 27 de junio de 1958, Pierce estaba a un out de un juego perfecto cuando el cátcher de reserva, Ed Fitzgerald despachó un doble como emergente a la raya del jardín derecho. Él terminó apuntándose una victoria 3-0, su tercer blanqueo seguido. Pierce lanzó 4 juegos de un hit y 7 de dos imparables durante su carrera. El jardinero central de los Medias Blancas, Jim Landis está impresionado de la ecuanimidad de Pierce ante el evento de un disgusto. “Íbamos al clubhouse y miraba a Billy, y no había manera en el mundo de saber que había pasado”, le dijo Landis a Danny Peary en la historia oral “Jugamos el juego” (1994). “Él se duchaba como lo hacía cada día y se iba a casa para estar con su familia. Eso es liderazgo, fuerte y silencioso”. “Él era un pitcher de control con una tremenda recta y una gran curva. Cuando yo llegué a Chicago, fui el primer jugador negro, y él siempre me trató con respeto. Era especial dentro y fuera del campo”, dijo Minnie Miñoso quien falleció el 1 de marzo. Los Medias Blancas vencieron a los Indios de Cleveland y a los ocupantes del terecr lugar Yanquis de Nueva York por el banderín de la Liga Americana en 1959, el primero de la franquicia desde los infames Medias Negras de 1919. Pero Pierce, afectado por una lesión en la cadera a finales de la temporada del ’59, fue relegado al bull pen mientras los Medias Blancas perdían la Serie Mundial ante los Dodgers de Los Angeles en seis juegos. Los Medias Blancas cambiaron a Pierce a los Gigantes de San Francisco antes de la temporada de 1962. Él rejuveneció su carrera en la Liga Nacional, tuvo marca de 16-6 con un blanqueo además de 3.49 de efectividad (ese año tuvo marca de 12-0 en Candlestick Park), y se apuntó una victoria y un salvado en el playoff de de 1962 donde los Gigantes vencieron a los Dodgers. Abrió dos veces en la Serie Mundial, con una marca de 1-1, mientras San Francisco perdía en siete juegos ante los Yanquis. En el playoff de tres juegos ante los Dodgers de Los Angeles por el banderín de la Liga Nacional, Mr. Pierce lanzó un blanqueo de hits para vencer a Sandy Koufax 8-0 en el primer juego, y se apuntó el salvado en el juego decisivo al retirar a los Dodgers por la vía del 1-2-3 en el noveno inning. En el tercer juego de la Serie Mundial contra los Yanquis, Mr. Pierce en enzarzó en un duelo de pitcheo sin carreras cuando los anfitriones Yanquis atacaron en el séptimo episodio para ganar el juego 3-2 y ponerse adelante 2-1 en la serie. Pero Mr. Pierce escapó de la eliminación en el sexto juego en Candlestick, al lanzar un juego completo para darle la victoria 5-2 a los Gigantes frente a Whitey Ford. Walter William Pierce nació el 2 de abril de 1927, en Detroit, donde su padre era farmaceuta. Fue una estrella de pitcheo de la escuela secundaria e impresionó a los scouts mientras lanzaba en un juego de las estrellas amateur en Polo Grounds en Nueva York en 1944. Firmó con los Tigres y lanzó brevemente en la temporada regular como novato de 18 años con el equipo de Detroit que derrotó a los Cachorros de Chicago en la Serie Mundial de 1945, allí ganó su único anillo de campeonato. Luego de oscilar entre las menores y los Tigres, Pierce fue cambiado a los Medias Blancas antes de la temporada de 1949. Tuvo una marca vitalicia de 211-169, lideró la Liga Americana en juegos completos tres temporadas seguidas y tuvo una efectividad de 3.27. Pierce, quién vivía en el suburbio de Chicago de Lemont, Ill., trabajó en ventas para una compañía de sobres después de retirarse del beisbol y recaudaba fondos para la investigación del cáncer. Los Medias Blancas retiraron su número 19 y erigieron una estatua de él a mitad de wind up en su U.S. Cellular Field en 2005. Además de su hijo Robert, es sobrevivido por su esposa, Gloria; su hijo William; su hija, Patricia Crowley; cinco nietos; y un biznieto. Pierce tenía costumbres sanas, evitaba la vida nocturna y la bebida. En sus primeros años con los Medias Blancas, recibió algún consejo del campocorto Luke Appling, quien estaba cerca del final de una larga carrera de Salón de la Fama. “Él dijo: ‘Muchacho, tienes que aprender a beber escocés. Es bueno para ti y te dará fuerza’”, recordó Pierce en “Jugamos el Juego”. “Así que bebí un poco. Fue lo más horrible que probé en mi vida. Pensé que era medicina”. Pero Pierce dijo: “Nunca tuve problemas con otros peloteros, donde si no bebía no era parte del grupo. Ellos entendían que mejor era que me fuera al cine”. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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