miércoles, 14 de octubre de 2015

Dean Chance, ganador del premio Cy Young y némesis de los Yanquis, fallece a los 74 años.

Bruce Weber. The New York Times. 12-10-2015. Dean Chance, un pitcher derecho con cinco equipos de Grandes Ligas cuyo año ganador del premio Cy Young, 1964, califica entre las actuaciones más grandes en una temporada en la historia del juego, falleció el domingo 11 de octubre en su hogar de New Pittsburgh, Ohio. La causa fue un ataque cardíaco, dijo su hijo, Brett. Un muchacho del campo de extremidades relajadas, y ocasionalmente de labios relajados, con una variedad de pitcheos y un inusual envío donde volvía la espalda hacia el bateador hasta poco antes de lanzar la pelota., Chance lanzó 11 temporadas en Grandes Ligas, gano 29 juegos dos veces y disfrutó de un éxito especial ante los Yanquis, un equipo al que venció 18 veces. “Cada vez que veo su nombre en una tarjeta de alineación”, le dijo una vez Mickey Mantle al periodista deportivo Maury Allen acerca de Chance, “Siento que voy a vomitar”. Chance llegó a las mayores en 1961, lanzó en cinco juegos para los Angelinos de Los Angeles hacia el final de la temporada inaugural de una franquicia luego conocida como los Angelinos de California y ahora como los Angelinos de Los Angeles de Anaheim. Él tuvo éxito promedio en sus primeras dos temporadas completas, pero en 1964 emergió como pitcher dominante. Aunque su temporada empezó lentamente, estuvo afectado por una ampolla en un dedo, tuvo marca de 15-4 después del 1 de julio y terminó con 20-9, incluyendo 11 blanqueos, cinco de ellos en juegos que los Angelinos ganaron 1-0. Los Yanquis, quienes fueron campeones de la Liga Americana ese año, perdieron solo 63 juegos, cuatro de ellos ante Chance, quien los blanqueó tres veces; en un quinto juego contra ellos, él lanzó 14 episodios en blanco antes que un relevista perdiera el juego en el décimoquinto. En 50 innings contra los Yanquis, permitió 14 imparables y una carrera, un jonrón de Mantle, para una efectividad de 0.18. Contra la liga completa en la temporada, su efectividad fue 1.65, aún la segunda mejor de la Liga Americana (detrás de la 1.60 de Luis Tiant en 1968) en más de 70 años. Chance también lideró la liga en juegos completos e innings lanzados. Para la época, el premio Cy Young era otorgado al mejor pitcher de ambas ligas mayores, desde 1967, la Liga Americana y la Nacional han entregado premios Cy Young separados, y a los 23 años, Chance fue el pitcher más joven en recibirlo. (En la era del premio dual, lo han ganado pitchers más jóvenes, incluyendo a Fernando Valenzuela de los Dodgers en1981 y Dwight Gooden de los Mets en 1985). Wilmer Dean Chance nació el 1 de junio de 1941, en Wooster, Ohio. Sus padres, Wilmer Chance y Florence Beck, eran granjeros. Un atleta colegial estelar, el joven Dean jugó en equipos de campeonatos estadales de beisbol y baloncesto para Northwestern High School en West Salem y ganó 51 de 52 decisiones como pitcher, incluyendo 18 no-hitters. Fue firmado originalmente por los Orioles de Baltimore, y escogido por los Senadores de Washinghton en el draft de expansión de la Liga Americana de 1960, entonces fue cambiado a los Angelinos. Los Angelinos cambiaron a Chance a Minnesota luego de una temporada por debajo de lo acostumbrado en 1966, y el ganó 36 juegos para los Mellizos en las siguientes dos temporadas, incluyendo 20 en 1967, cuando lanzó dos no-hitters en agosto (uno acortado por la lluvia a cinco innings), comenzó el Juego de Estrellas por la Liga Americana y ganó el premio del Regreso del Año, entregado por The Sporting News. Él terminó su carrera jugando brevemente con Cleveland, los Mets y los Tigres de Detroit. Por todo, ganó 128 juegos y perdió 115, con efectividad vitalicia de 2.92. Un matrimonio, con Judy Larson, terminó en divorcio. Además de su hijo, le sobrevive una hermana, Janet Connelly, y dos nietas. Además de su pitcheo, Chance fue un notable del beisbol por otras razones. Por una cosa, él pudo haber sido el peor bateador en jugar en las Grandes Ligas; en 1966 bateó de 76-2, un promedio de .026, y de por vida bateó .066, la cifra más baja para cualquier jugador con al menos 300 apariciones en el plato; en 662 turnos oficiales al bate, él se ponchó 420 veces. Tambien conocido como un amigo de buenos momentos quien acompañaba a uno de los legendarios adoradores de la noche y las mujeres, en el beisbol, el pitcher Bo Belinsky. Luego de retirarse del beisbol, Chance trabajó en varias ocupaciones, incluyendo promotor de boxeo (dirigió al peso pesado Earnie Shavers y fue presidente de la International Boxing Association) y animador de carnaval. Él no era tímido. Los Angelinos indujeron a Chance al Salón de la Fama de la franquicia este año. En su discurso, el agradeció graciosamente al segunda base Bobby Knoop por hacer una jugada defensiva que salvó su victoria 20 en 1964. Ese era un grito lejano del joven Dean Chance, quien, antes de la temporada de 1965, sugirió a The Saturday Evening Post que titulara su artículo acerca de él “El Pitcher Mas Excitante Desde Bobby Feller”. “Dios mío”, dijo él al Post, “podrían corregir y llamar su historia ‘El Pitcher Más Excitante Desde Dizzy Dean’”. Y añadió: “Me vieron cincuenta mil en el Juego de las Estrellas el año pasado, y fui el condenado mejor pitcher ahí. Podrías llamar la historia ‘Desde la estrechez a la riqueza’. O ¿Qué tal esto? ‘¡El Año Más Grande de Siempre!’” Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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