jueves, 21 de julio de 2016
Esquina de las barajitas: Bagel Battalion. Rich Scheinblum 1971
Bruce Markusen.
Los trabajadores del Salón de la Fama también son aficionados al beisbol y les gusta compartir sus historias. Aquí esta la perspectiva de un aficionado desde Cooperstown.
El propio Rich Scheinblum admite que aparece como si se estuviera despertando en el preciso momento cuando le tomaron la fotografía de su barajita de beisbol. “En dos de mis barajitas, parezco como si hubiese salido de la cama y alguien me tomó una foto”, dijo Scheinblum durante una visita a Cooperstown en 2004. Claramente, una de esas barajitas es esta; es parte de la afamada serie Topps 1971 de bordes negros, la cual lo muestra como miembro de los Senadores de Washington, aunque usa la camiseta de los Indios de Cleveland. Gracias a la pose sin gorra vista aquí, Topps ha creado la ilusión de que Scheinblum es un consumado Senador.
Con su cabello fuera de lugar y su rostro un poco desencajado, Scheinblum no luce bien ahí, pero él aún tiene memorias agradables de rastrear sus barajitas Topps. Era un ritual anual que lo ayudaba a determinar si él iba a estar en el roster del día inaugural de su equipo. “Verme en una barajita era una gran diversión. Pero en ese momento era de una alta tensión nerviosa. Un muy buen amigo mío llamado Sy Berger, quién trabajaba con Topps Bubble Gum, caminaba hacia la habitación de casilleros, y todos los peloteros temblorosos, incluido yo, esperábamos que Sy regresara. Me guiñaba el ojo, así yo sabía que estaba en el equipo. Topps sabía quien iba a estar en el roster de 25 peloteros antes que nadie lo supiese. Así que los muchachos pasaban por un lado, le templaban la camisa a Sy y decían, ‘Sy, ¿lo hice este año? ¿Vas a hacer una barajita mía’ Era una situación muy singular”.
Conocido como un espíritu libre durante sus días de jugador activo, Scheinblum sigue siendo afable y llevadero en su retiro. Él visitó el Salón de la Fama en agosto de 2004 como parte de una conferencia de beisbol judío que se realizó en el museo. Al evento asistieron varios peloteros judíos, incluyendo a Ron Blomberg (el primer bateador designado), Mike Epstein (quien tenía el afamado apodo de “Superjew”), y Elliot Maddox y Bob Tufts (ambos convertidos al judaísmo). Como los otros peloteros, Scheinblum estaba más que feliz por hablar de sus experiencias como grandeliga judío.
Las circunstancias extraterreno tendían a solapar la habilidad de Scheinblum para jugar al beisbol. Los medios a veces se enfocaban en su herencia judía, y también notaban que él era una mezcla intrigante de herencia polaca, rusa y alemana. En una nota más ligera, él también gano algo de fama por filmar una serie de comerciales televisivos de trasplante de cabello, que lo convirtió en predecesor de Sy Sperling.
El ascenso de Scheinblum a las ligas mayores fue algo inesperado, debido a los obstáculos de su juventud. Nacido al sur dek Bronx, idolatraba a Rocky Colavito (otro neoyorquino) mientras resistía una niñez difícil. Su madre fue hospitalizada poco después de nacer él; ella falleció joven, cuando él solo tenía siete años de edad. Su padre decidió mudar la familia a Englewood, N.J., donde Richie tuvo dificultades con las tareas escolares. Para hacer las cosas más retadoras, el padre de Richie trató de apartarlo de jugar beisbol.
De alguna manera, Scheinblum fue salvado por su entrenador de pequeñas ligas, quien resultó ser una mujer. Ella era una antigua segunda base amateur de nombre Janet Murk. Al sentir que él podía aprovecharse de los pitchers derechos, Murk animó a Scheinblum a batear de ambos lados del plato. Gracias a la intervención de Murk, Scheinblum floreció como amateur, y eventualmente se convirtió en un tremendo bateador de ligas menores.
Aún así, su carrera profesional no llegó fácilmente, Un hombro separado asustó a varios scouts. Para probar que estaba en buena condición física, él decidió jugar en una liga de verano universitaria. Actuaba en juegos nocturnos, pero necesitaba un trabajo remunerado durante el día, asi se dedicó a la manufactura de hielo en cubitos. “Trabajábamos desde las 6 am hasta las 4 pm”, le dijo Scheinblum al Sporting News. “Nos pagaban 80 centavos la hora por hacer hielo en cubitos para la Polar Bear Ice Cube Company”. Como parte del trabajo, él tenía que entrar a un recinto donde la temperatura era 30 grados bajo cero.
Aún luego de firmar con la organización de los Indios, Scheinblum falló en establecerse como grandeliga regular, en parte por su tendencia a preocuparse por su juego. Era un pelotero que empezaba muy lento quien odiaba batear en clima frío (quizás porque eso le traía recuerdos de hacer aquellos cubitos de hielo), Scheinblum tenía dificultades para causar una buena primera impresión cada primavera. No hay mejor ejemplo que 1969, cuando los Indios le dieron su primera dosis de tiempo de juego, pero él empezó la temporada con una abismal seguidilla de 34-0 con los Indios. Cuando los Indios adquirieron a Hawk Harrelson en un cambio, Scheinblum se encontró en la banca. Esa temporada completa fue un largo fracaso, terminó con un promedio de bateo de .186 y solo un jonrón en casi 200 turnos al bate.
Como si esas dificultades no fueran suficientes, Scheinblum tenía que sufrir la indignidad de oir locutores internos de estadios y narradores radiales alterar la pronunciación de su apellido. Un locutor pronunció su nombre como “Shien-boom”, en vez de la pronunciación apropiada de “Shine-bloom”. Otro de alguna manera lo llamó “Shine-boop”, y otro se refirió a él como “Shine-bottom”. Si ellos solo hubiesen consultado el libro rojo de la Liga Americana, habrían encontrado la pronunciación correcta.
Despues de su temporada perdida de 1969, los Indios enviaron a Scheinblum de vuelta a las ligas menores en 1970. Prosperó en en Wichita AAA, al batear .337 con 24 jonrones. Pero antes que darle otra oportunidad en 1971, los Indios consideraron que había dejado de ser prospecto y vendieron su contrato a los Senadores.
Un comienzo lento en su carrera en Washington resultó en otro viaje a las ligas menores. Esta vez, Scheinblum fue al Denver AAA, donde castigó a los pitchers rivales a un ritmo de .417 de promedio de bateo para comienzos de agosto. Mientras crecía la especulación de que él podría batear .400 en la temporada. Scheinblum decayó un poco, y terminó con promedio de .388. Claramente, él no tenía nada que probar en las ligas menores, pero no subiría con la franquicia de los Senadores, la cual se estaba mudando desde Washington a Texas. Los flamantes Rangers vendieron su contrato a los Reales de Kansas City por 40.000 $.
La venta a Kansas City, un reciente equipo de expansión, era el cambio que Scheinblum necesitaba. En 1972, los números de ligas menores de Scheinblum finalmente se tradujeron al estrellato de las Grandes Ligas. Como jardinero derecho regular de los Reales y el manager Bob Lemon, Scheinblum se encontró bateando .341 para mediados de julio lo cual lo colocó al frente de los bateadores de la Liga Americana.
Para comienzos de septiembre, Scheinblum había empezado a decaer. Pero sus dificultades de septiembre parecían triviales en comparación a otros eventos deportivos mundiales. En los Juegos Olímpicos de Munich, 11 miembros del equipo olímpico israelí fueron tomados prisioneros y luego asesinados. En memoria de ellos, Scheinblum uso una banda negra en el brazo de su camiseta de las Reales. “Usé la emblemática banda negra”, le dijo Scheinblum a un reportero, “no solo porque ellos eran atletas judíos, sino porque eran seres humanos”.
A un nivel de mucho menos importancia, Scheinblum resistió algunos problemas físicos el mes final de la temporada. Fue golpeado en cada pie por pelotas lanzadas, una por John “Blue Moon” Odom y otra por el futuro inquilino del Salón de la Fama Jim “Catfish” Hunter. Richie siguió jugando adolorido, perdió 18 puntos de su promedio de bateo, y terminó con promedio de .300 pero sin título de bateo.
Quizás preocupados por su bajón de finales de temporada, los Reales consideraron la posibilidad de un cambio. Despues de la temporada, los Reales lo negociaron a los Rojos de Cincinnati por la futura estrella Hal McRae. El cambio de ligas no ayudó a Scheinblum, quien tuvo que aprenderse un nuevo grupo de pitchers mientras se ajustaba a su papel como cuarto jardinero detrás de los establecidos como Pete Rose, Bobby Tolan y César Gerónimo. Dado el irregular tiempo de juego, Scheinblum solo bateó .222 en 29 juegos. En la fecha tope de cambios del 15 de junio, los Rojos lo negociaron de vuelta a la Liga Americana, esta vez a los Angelinos de California por un par de jugadores oscuros que serán nombrados más adelante.
Con los Angelinos, Scheinblum hizo un dueto con el antes mencionado Mike Epstein para formar lo que los medios del sur de California llamaron el “Bagel Battalion” (No es tan memorable como “Muderer’s Row”, pro es más creativo”). Al principio, Scheinblum jugó bien para los Angelinos, al batear .328 en la temporada de 1973. Pero un pobre comienzo en la temporada de 1974 resultó en un cambio de regreso a los Reales; desde allí, los Reales lo vendieron a los Cardenales de San Luis, donde fue enterrado detrás de otra banda de talentosos jardineros, incluido el futuro inquilino del Salón de la Fama, Lou Brock.
Scheimblun aún tenía solo 31 años de edad y quería seguir jugando. Encontró una opción viable en la Japanese Pacific League, firmó un contrato de dos años con los Toyo Carp de Hiroshima. Como uno de los primeros peloteros judíos que jugó en Japón, se le hizo difícil explicar sus razones para no jugar durante el Yom Kippur.
A pesar de la dificultad cultural, Scheinblum bateó bien en sus dos primeras temporadas con los Carp. Él habría jugado más tiempo allí, pero se lesionó el tendón de Aquiles durante el receso entre temporadas; esa lesión terminó su carrera a la edad de 33 años.
En total, fue un camino tortuoso para Scheinblum, pero también fue un camino que lo vio perseverar una y otra vez. Esencialmente, él creció sin una madre. Tuvo personas diciéndole que un pelotero judío como él no llegaría a las Grandes Ligas. A veces, tuvo problemas para batear, tanto que su carrera pareció estar en peligro. Pero finalmente Richie Scheinblum lo hizo. También encontró el camino de varias barajitas Topps.
Aùn si él no lucíó exactamente como un modelo en una o dos de ellas, Scheinblum siempre disfrutó al saber que Topps pensaba que él era lo suficientemente bueno para ser merecedor de ocho barajitas a lo largo del camino. Cualquier muchacho estadounidense hubiera estado orgulloso de eso.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
Nota del traductor; Números de Rich Scheinblum con los Leones del Caracas en la temporada 1969-70: 54 J, 205 VB, 24 CA, 57 H, 4 2H, 1 3H, 6 HR, 34 CI, 20 BB, 17 K, 3 BR, .278 AVG.
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