martes, 29 de julio de 2014

El amor de la familia punto común entre los elegidos al Salón de la Fama.

Maddux, Glavine, Thomas cada uno grandemente influenciados por mamá y papá Phil Rogers. MLB.com. 27-07-2014. Cooperstown, N.Y. -Para casi todos nosotros, comienza de la misma forma. Mamá o papá nos dá un bate y una pelota, tal vez hasta un guante. No animan a salir a jugar y nos observan a ver que pasa. Nunca se sabe.Esa es la mejor parte del beisbol, tanto si son los mejores jugadores del mundo o los muchachos de tu cuadra. Algunas veces eres una estrella de la Pee Wee League, y atesoras el logo del uniforme por el resto de tu vida. Pero si tienes suerte, dedicado y con muchas destrezas, puedes terminar en un campo de grama al norte de la zona metropolitana de Nueva York, para ingresar al Salón de la Fama. De cualquier forma, cuando miras atrás, piensas en las personas que te metieron en el juego. El lazo eterno entre los padres y el beisbol fue un tema central en las inducciones de este domingo, como siempre lo es que el Salón recibe nuevos miembros. "No estuviera parado hoy aquí si no fuese por toda la gente positiva que he tenido en mi vida", dijo Greg Maddux. "Cuando tenía 6 años, mi papá, Dave, fue mi primer entrenador. Me enseñó a disfrutar el juego. Nos bateaba a mi hermano Mike y a mi incontables roletazos cada día luego del trabajo, y eramos felices haciéndolo". Maddux dijo que fue bendecido de que su madre, Linda, fuese la mamá perfecta. "Ella nos llevaba a cada práctica y cada juego, y se aseguraba de que nunca llegáramos tarde", dijo él. "La amo, y ella es mi seguidora más grande". Tom Glavine, compañero de Maddux en Atlanta entre 1993 y 2003, fue estrella de dos deportes cuando era un muchacho. En su juventud en Billerica, Mass., pasaba los inviernos jugando hockey y los veranos jugando beisbol, y sus padres siempre estaban ahí. "Tenía un par de metas en mente cada vez que me ponía un uniforme", dijo Glavine. "La primera era representar el logo de la parte frontal. Eso significaba jugar duro, jugar de manera correcta y darlo todo cada vez que salía al campo... La segunda era no avergonzar el nombre en la espalda. Quería representar a mis padres con lo mejor de mi habilidad. Ellos trabajaban duro para ganarse el respeto que tenían en la comunidad, y yo quería hacer todo lo que pudiese para proteger eso". Glavine dijo que siempre supo que iba a ser un atleta profesional. "Media Roja o Bruin, no me importaba", dijo. "Idolatraba a Bobby Orr, Carl Yastrzemski, Carlton Fisk, Jim Rice. Pero mis modelos era, y siempre han sido, mis padres, Fred y Millie. Ellos me dieron las mejores dos cosas que se pueden pedir para un muchacho. Me dieron su tiempo y me dieron su ejemplo". Glavine dijo como sus padres lo disciplinaron por lanzar bolas de nieve a los carros desde el portal de la casa, y como su papá rechazó cualquier indulgencia para el egocentrismo de su hijo luego de perder un juego de hockey en sus años pre-adolescentes. "Recuerdo un juego de hockey de muchacho donde no me fue muy bien, y en el carro de vuelta a casa, mi papá quería hablar del juego", dijo Glavine. "Él no quería criticarme, solo quería conversar. Luego de un rato de comportarme poco agradable en la conversación, porque no había tenido un buen juego, mi papá me dijo algo que nunca olvidé, y de hecho lo uso con mis hijos en el presente. El dijo, 'Vas a ir al camerino del equipo con una sonrisa en tu cara, y vas a salir de ahí con otra sonrisa, o no te traigo más". Frank Thomas sin duda tuvo charlas similares con su difunto padre, Frank Sr., quién falleció por dificultades cardíacas en 2001. La muerte de su padre es una herida con la que todavía lucha, de acuerdo a su hermana, Sharon Porter. La madre de Thomas, Charlie Mae, comandó la delegación que viajó desde Columbus Ga., para la inducción. Ella ha tenido sus propios problemas de salud, que la han forzado a usar andadera y algunas veces sillas de ruedas para movilizarse, y de acuerdo a Thomas, su madre no había salido de Georgia los últimos 15 años antes del viaje a Cooperstown. En la tarima en frente de los inquilinos del Salón de la Fama y una multitud de 48000 personas. Thomas lloró como un bebé cuando habló de sus padres. Le agradeció por inculcarle sus valores y ambición. "No teníamos mucho, pero mis padres trabajaban incansablemente para mi y mis cuatro hermanos", dijo Thomas. "Frank Sr., sé que estás mirando y sonriendo desde el cielo. Sin tí, sé, por completo, que no estaría aquí en Cooperstown hoy. Gracias por animarme y siempre decirme, 'Puedes ser alguien especial si de verdad trabajas en eso'". "Me lo tomé muy en serio, papá. Míranos hoy... Mamá, gracias por tu paciencia, y por creer en la misma visión. Sé que no fue fácil, pero te agradezco por todo tu amor maternal y apoyo. Criarnos a todos fue duro, pero tú y papá se aseguraron de que lo lográramos. Ustedes lo hicieron parecer fácil para nosotros". Mientras Thomas daba rienda suelta a sus emociones, Charlie Mae mantenía las suyas controladas. "Ella fue estoíca", dijo Thomas luego de la ceremonia. "Habíamos pasado un largo rato anoche en un fiesta, ella lloró todo lo que quiso anoche. Ella dijo, 'Sé que vas a llorar tan pronto como menciones el nombre de tu padre'...No entiendes que mi padre es todo para mí. Él me empujaba cada día para ir a practicar y hacer todas esas pequeñas cosas. El vivió para sus hijos, estaba muy orgulloso de mí. Me dejé llevar por las emociones. Lo siento, pero no lo siento. Es lo que soy". Somos lo que nos han dado nuestros padres. Ellos ponen el bate y la pelota en nuestras manos, y el misterio de la vida que nadie sabe lo que viene en el futuro. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

lunes, 28 de julio de 2014

Ensayos reverenciados del juego conducen a un honor de Salón de la Fama

Richard Sandomir. 26-07-2014. The New York Times. Cooperstown, N.Y., En 1980, Roger Angell escribió un retrato revelador de Bob Gibson que es uno de sus artículos de beisbol más admirados para The New Yorker. Gibson estaba en su quinta temporada de retiro, y Angell pensó que la gente podría haber empezado a olvidar que pitcher tan maravilloso y fiero, además de competidor, era él. Angell cree que Gibson le ayudó a mejorar sus oportunidades de ser elegido al Salón de la fama de béisbol, lo cual ocurrió en su primer año de elegibilidad. Cuando Angell encontró a Gibson este viernes 25 de julio en el Hotel Otesaga, reconoció que se había sentido intimidado de preguntarle a Gibson si le permitía entrevistarlo para lo que se convertiría en tres días brillantes en Omaha. "Bueno", dijo Gibson, a quien le gusta perpetuar su vieja actitud en el montículo. Angel contó la historia en la zona externa del hotel, donde estaba siendo reconocido al recibir el Premio J. G. Taylor Spink, el galardón de escritura del Salón de la Fama del béisbol. El porche impecable y el cercano lobby son como una expansiva habitación verde donde se reunen los inquilinos del Salón de la Fama antes de la ceremonia de inducción de cada año. Ernie Banks habló de los Cachorros y la filosofía. Tom Seaver conversó con el narrador Gary Thorne. George Brett hablaba animadamente con Angell. Tim McCarver, el amigo y catcher de Gibson, recordó que Gibson una vez lo había expulsado del montículo con este duro comentario: "Lo único que saber de pitcheo es cuanto te cuesta batear". Angell, 93 y delgado, se inclinaba en su bastón. Dirigiéndose a la familia reunida, periodistas deportivos, inquilinos del Salón de la Fama, colegas del presente y pasado de The New Yorker, dijo suavemente, "Esto es maravilloso". Angell a menudo es aclamado como el más grande escritor de beisbol, pero su trabajo principal era como editor de ficción para The New Yorker, el mismo trabajo que hizo su madre, Katharine White. "Ël era muy estricto sobre ser claro", dijo Charles McGrath, un antíguo escritor del The New Yorker quien contribuye en The New York Times, quien describía las observaciones monosílabas de Angell "(¡Argh!") al margen de su copia. La prosa de Angell es clara y erudita, elegante e informada; él es un aficionado con un ojo muy afilado para los detalles, un sentido del humor y una curiosidad acerca de la forma como actúan los atletas. Desde su debut como escritor de béisbol en 1962, una historia contada desde los estadios de entrenamientos primaverales de Florida: "El beisbol de Grandes Ligas de la costa oeste de Florida es un deporte primaveral jugado por los jóvenes para diversión de los viejos, una exhibición adormecida calentada por el sol celebra la juventud del año y la senectud de los aficionados". Ann Goldstein, la editora de Angell, dijo: "Su memoria para las jugadas y su habilidad para hacer una imagen metafórica es tan fuerte como siempre fue". El mes pasado, él ofreció un tributo a Don Zimmer en la página web de The New Yorker, en la cual escribió: "Él era una figura beisbolera de una época temprana: encantadoramente familiar, duro y resistente, lleno de jugadas y turnos al bate y estadísticas y anécdotas y sabiduría logrados desde decenas de miles de innings. El beisbol permanece siempre, sin cambios, o así solíamos pensar de niños, y Zimmer, sentado ahí, parecía decirnos si, tienes razón, nos vemos mañana". Angell no esperaba recibir el Premio Spink que han conseguido escritores como Ring Lardner, red Smith, Shirley Povich y Dick Young. Angel no era un reportero periodístico, ni siquiera un escritor diario y ciertamente no era mienbro de la Baseball Writers' Association of America. Llenaba sus libreta pero no tenía que convertir sus apuntes en un artículo bajo un apretado encabezado. Él tenía meses para digerir sus observaciones y entonces escribía largo, muy largo. "No tenía que escribir despues de un juego", dijo. "Eso era imperdonable". Él añadió. "Jerome Holtzman trató de incluirme", en referencia al antíguo periodista deportivo de Chicago y el premio de escritura, "pero había alguna oposición". Angell fue nominado por el capítulo de Nueva York de la organización de los periodistas de beisbol en la última década, pero el director del capítulo omitió la biografía, dijo Jack O'Connell, el secretario de la asociación. "Necesitábamos una biografía aun si todos sabían quién era él", dijo. "Era cuestión de procedimiento". Le tocó a Susan Slusser, una periodista deportiva de The San Francisco Chronicle, proponer que el capítulo Bay Area de la asociación nominara a Angel el año pasado. Ella creció como aficionada al beisbol y empezó a leer los artículos de Angel cuando tenía 8 o 9 años debido a la suscripción de su padre del New Yorker. "Uno de mis primeros libros de adulto fue 'Five Seasons'", la segunda colección de ensayos de béisbol de Angell, dijo ella, y añadió, "Todos reverenciamos el altar de Roger Angell". Cuando él aceptó el premio este sabado en Doubleday Field, Angel dijo que él coleccionó "habladores de .300 como un billonario cazando Cézannes y Matisses", tipos locuaces como Keith Hernández, Roger Craig, Bill Rigney y Dan Quisenberry. Y le dio sus gracias al beisbol, "el cual ha llegado a ser tan familiar y tan sorpresivo, tan espaciosos y tan exacto, y tan fácil de mirar y tan descorazonadoramente dificil que llenó mis cuadernos en un suspiro". Angel ya no escribe largos aertículos de béisbol para The New Yorker, solo piezas para blogs como la de Zimmer. Pero en febrero, él escribió, en distancia y con emoción, sobre su vida nonagenaria en "This Old Man". Comenzó con una descripción floja que rapidamente encontró su ruta hacia las imagenes beisboleras: "Revíseme. Los dos primeros nudillos de mi mano izquierda lucen como si hubiese trabajado para la K.G.B. No, es más como si hubiese sido el catcher del pitcher del Salón de la Fama Candy Cummings, el inventor de la curva, quién se retiró del juego en 1877. Artritis". A los 93 años, él es más viejo que el pitcher de la era de la bola muerta Smoky Joe Wood cuando Angel lo describía como "el viejo a mi izquierda" en Yale Field en 1981. El y Wood presenciaron un duelo de pitcheo entre Ron Darling de Yale y Frank Viola de St. John's, el cual fue preservado en su artículo "The Web of the Game"; hacia el final del juego, el se dio cuenta que era otra persona para haber exprimido las memorias de Wood. "Él había jugado pelota por catorce años", escribió Angell, "y la gente le había estado preguntando que hablara de eso por casi sesenta años. Para él, el último jugo y dulzor debió haberse exprimido de estos antiguos juegos hacía años,pero todavía esperaba responder a nuestra experticia amateur, nuestra insaciable curiosidad. Los viejos son vistos de la misma forma que los atletas; porque sentimos orgullo por ellos, esperamos su intimidad en retorno. Me había entrometido después de todo". Traducción: Alfonso L. Tusa C.

sábado, 26 de julio de 2014

En Cooperstown, un escritor de beisbol también es el gerente

Richard Sandomir. The New York Times. 24-07-2014 Como alcalde de Cooperstown, N.Y., Jeff Katz está inclinado a promover todas las atracciones de la villa, no sólo el Salón de la Fama del béisbol. Esta semana, luego de la inauguración de "An American Tragedy", una ópera de Tobias Picker, en el Festival Glimmerglass, Katz se halló en notable compañía extra beisbol. "Fue un momento perfecto de Cooperstown: Tobias alquiló una casa para una fiesta, ahí estaban Justice Ruth Bader Ginsburg, Oliver Sacks y Jonathan Miller", dijo él, en referencia a Sacks, neurólogo y escritor, y Miller, un director legendario de opera y teatro. "Oliver había escrito de Piker, quien tiene la enfermedad de Tourette, y yo le hablo a Justice Ginsburg del desarrollo económico de Cooperstown". Él añadió, "Eso no tenía nada que ver con béisbol". Pero el béisbol a menudo está en su mente, y no solo porque la ceremonia dominical de inducción al Salón de la Fama traerá decenas de miles de aficionados a la villa que tiene una población permanente de 1852 habitantes. Katz escribe libros de beisbol, un talento natural del principal funcionario elegido de una villa reconocida por el Salón de 75 años de antiguedad y el cuanto fantástico de que el juego fue inventado ahí. "Es una historia original que no pasa de ser un mito", dijo Katz en una entrevista telefónica el lunes 21 de julio. "Pero somos el sitio perfecto para ese mito. El beisbol no fue inventado aquí. Pero debió haber sido así". El primer libro de Katz, "Los Atléticos de Kansas City y la otra cara de los Yanquis", publicado en 2007, es una crónica de la relación depredadora de los años '50 entre los poderosos Yanquis y los perennemente débiles Atléticos. Los Yanquis trataban a los Atléticos como una sucursal de liga menor, se llevaban algunos de sus mejores jugadores, como Roger Maris, Clete Boyer, Bobby Shantz y Hector López, y usualmente devolvían mucho menos en retorno, o enviaban buen taleto al oeste pero eventualmente lo recuperaban, como a Enos Slaughter y Ralph Terry. "Los jugadores me contaron cosas reveladoras", dijo Katz. "Gil McDougald me escribió una carta diciéndome que Casey Stengel dijo una vez, '¿A quién quieren ustedes de los Atléticos' Eso lo dice todo. Y cuando los Atléticos obtuvieron a Maris de Cleveland, Ryne Duren le dijo que varios jugadores en clubhouse de los Yanquis gritaron, '¡Maris es de nosotros!'" El segundo libro, "Temporada dividida", que será publicado la próxima primavera, explora la temporada de 1981, cuando una huelga de peloteros a media temporada ocasionó campeones de cada mitad para cada división que debieron jugar entre si para determinar quienes jugarían la serie de campeonato de cada liga. Katz entrevistó a Marvin Miller, el antíguo lider del sindicato de peloteros, tres veces antes de la muerte de Miller en 2012, y a Ray Grebey, el negociador de los dueños, quien falleció el año pasado. Estudió los papeles del Comisionado Bowie Kuhn en el Salón de la Fama y uso notas detalladas tomadas en las sesiones de estrategia de los dueños por Harry Dalton, un ejecutivo de los Cerveceros de Milwaukee. "Se podía ver, a través de los apuntes de Dalton, que mientras los dueños decían públicamente que no estaban tratando de acabar con el sindicato, en privado decían que querían destrozarlo", dijo Katz. Katz, quien nació en canarsie, Brooklyn, consideraba sus opciones en Chicago en 2003 cuando se rindió a la romántica noción de mudarse con su familia a Coopperstown. No era un escritor o político cuando él, su esposa, Karen, y sus tres hijos se mudaron a una casa, entonces un apartamento sencillo, a cinco minutos del Salón. "Me di cuenta", dijo él, "que el gobierno de la villa necesitaba ser más progresista". Para 2005 era síndico de la villa, y para 2012 era el alcalde, un trabajo honorario que retuvo este año cuando se lanzó a la reelección sin oposición. En el camino, ha habido algunos debates sobre la rígida y feroz oposición a la explotación petrolera (aunque las perforaciones ocurrirían fuera de la villa) y a la instalación de parquímetros para generar fondos para la villa. Cooperstown tiene un presupuesto de aproximadamente 5.4 millones de dólares, casi 400.000 $ de los cuales provienen de los parquímetros que fueron instalados, pero solo obtiene el 1 % de los impuestos de ventas del condado y nada de los impuestos de alojamiento que generan sus hoteles. "Todos obtiene más dinero de Cooperstown de lo que se queda en la villa de Cooperstown", dijo Katz. Se espera que la villa esté abarrotada este fin de semana con por lo menos 50000 personas debido a la estatura de los seis inducidos: los jugadores Greg Maddux, Tom Glavine y Frank Thomas, quienes arrastrarán varios buses de aficionados desde Chicago y Atlanta, y los managers Tony LaRussa, Joe Torre y Bobby Cox, cuyo atracción se expande desde San Luis hasta Nueva York. El año pasado, las multitudes fueron las más reducidas en memoria reciente debido a la ausencia de inducidos vivientes. "La idea de que Deacon White iba a matar Copperstown fue un agradable encabezado", dijo Katz en referencia a uno de los inducidos, un tercera base del siglo XIX, desconocido para muchos aficionados contemporaneos. La contracción fue muy dramática en el Salón, el cual solo registró 7560 visitantes de viernes a lunes, por debajo de los 12475 de 2012 y muy por debajo de los 36993 de la inducción de 2007 con Tony Gwynn y Cal Ripken Jr. La asistencia anual del Salón ha caido cada año desde 2005, en gran parte debido a la recesión, se estabilizó en 253649 el año pasado. Pero este fin de semana debe significar un pico de visitantes que podría ayudar a subir la asistencia anual. "El nivel de energía y el número de buses nos lleva a creer que este será un fin de semana exitoso", dijo Jeff Idelson, presidente del Salón. Para Katz, el fin de semana le recordará otra vez de las conexiones entre su trabajo, su amor por el beisbol y sus libros. Recordó llevar a Phil Niekro a un restaurante local durante un fin de semana de inducción y encontrar a Goose Gossage en el bar cuando llegaron allí. Recordó una reunión en la oficina de Idelson para discutir sobre Doubleday Field con Brooks Robinson escuchando a dos metros. Y, dijo, que habló con Andre Dawson luego de un discurso del Presidente Obama en la galería de las placas del Salón. "Me había mudado a Chicago en 1987, y cuando los Cachorros firmaron a Dawson, presencié como una ciudad y un jugador se enamoraron", dijo Katz. "Así que cuando terminó el discurso, hablé con él de la temporada de 1981, que fue un gran año para los Expos, y él estuvo muy interesado. Que dia tan especial. Conocí al Presidente Obama. Hablé con Andre de Chicago, de mi libro y de Cooperstown". Añadió, "Estoy muy consciente cuando mi trabajo se confunde con el beisbol de las maneras más inesperadas". Traducción: Alfonso L. Tusa C.

miércoles, 23 de julio de 2014

Preguntas y respuestas con Tom Burgmeier. El caballo del bull pen en los años 80.

David Laurila. 24-01-2013. Si no fuiste aficionado al beisbol entre 1968 y 1984, probablemente no te sea muy familiar Tom Burgmeier. Aún si conoces el nombre, hay la posibilidad de que ignores que fue uno de los principales relevistas, todo un caballo de batalla, de su época. Más de 17 temporadas en Grandes Ligas, principalmente con los Reales, Mellizos y Medias Rojas, el zurdo apareció en 745 juegos y lanzó 1258.2 innings. Burgmeier no era para nada incompetente. Participó en el Juego de Estrellas de 1980. Terminó su carrera con balance de 79-55, 102 salvamentos y una efectividad de 2.23. Disponía de un control excelente, caminó sólo 2.7 bateadores por cada nueve innings. Rara vez boleaba más de un bateador por inning, aunque terminó 370 juegos David Laurila: ¿Cuál es la diferencia entre un relevista de los años 70 y principios de los 80 y otro de la actualidad? Tom Burgmeier: En mis tiempos, no importaba cuando llegabas al juego, podía ser el tercer inning, quinto o cuando fuera. Lanzabas hasta que te metía en problemas. Ahora todo está programado. Si alguien es relevo largo y el juego pasa del quinto inning, él nunca saldrá a relevar. Tienen un relevista del sexto inning y otro para el séptimo. No tienen uno para el octavo inning, lo llaman set-up. Entonces obviamente tienen al cerrador, quien es otro pitcher de un inning. Durante toda mi carrera, si venías a lanzar en el quinto inning, los dominabas en el quinto, sexto, séptimo y octavo. Te quedabas ahí a menos que tuvieran un cerrador estrella. Cuando yo estaba con los Medias Rojas, teníamos a Bill Campbell y Bob Stanley y todos eramos confiables para varios innings. Eso es lo que hacíamos. Me molesta cuando veo alguién que viene y tiene un buen repertorio, retira el inning por la vía del ponche, y en el próximo inning hay alguien más en el montículo. DL: Fuiste cerrador en 1980 y salvaste 24 juegos. TB: Yo era cerrador por definición. En total, tuve 19 salvados que fueron de más de un inning. Varios fueron de tres innings y hubo un par de cuatro innings. Esos fueron 19 de 24. Hoy, si un tipo consigue 35 o 40 salvados, lo más que podría tener es uno o dos de más de un inning. Tres veces en mi carrera relevé por ocho innings y una de ellas ocurrió cuando tenía casi cuarenta años. Me mantenía lanzando a esa edad. Estabas en el juego y seguías sacando outs. Nadie decía: "Oh, has hecho 40 lanzamientos, por lo tanto debemos sacarte del juego". DL: ¿Como dominabas a los bateadores? TB: Principalmente lanzando strikes y manteniendo baja la pelota. No hay secretos en beisbol. Todo es muy preciso, y aunque eso no significa que se tendrá éxito todos los días, si haces las cosas consistentemente como debes, vas a sacar outs. Manten la pelota baja, no concedas boletos, ten un cambio de velocidad y un lanzamiento quebrado a la mano. Si haces esas cosas, puedes ser exitoso. Siempre le digo a las personas, fui entrenador por 19 años, que el beisbol es el único deporte donde puedes hacer todo totalmente bien y salir mal. Y vice versa. Puedes hacer un lanzamiento perfecto, bajo y afuera, y el tipo parte su bate, y salé un elevadito detrás del primera base para empujar dos carreras, y pierdes el juego. El próximo día lanzas una en el medio del plato y el tipo batea para dobleplay 6-4-3. Todos te dicen, "Buen lanzamiento". DL: ¿Como hacía los outs Bill Campbell? TB: De la misma forma. Era muy agresivo. Tenía una screwball y la lanzaba de lado y en todos los ángulos, pero tambien era muy fuerte mentalmente. Jugamos juntos por tres o cuatro años en Minnesota y otros tres o cuatro en Boston. Eramos algo así como el mismo menú.¿Nos alimentábamos el uno del otro? No, pero Soup y yo hacíamos las cosas que el beisbol te reclama para ser exitoso. Como dije,eso es mantener la pelota baja, tener los lanzamientos quebrados a punto, y ser agresivo lanzando strikes. Sería tonto para un pitcher pararse en esa pila de tierra y decir, "Caramba, no quiero lanzarle a este tipo nada que pueda batear". El objetivo del juego es lanzar la pelota sobre el plato y hacer que él la batee. No "dejarlo" batear la pelota, sino "hacer" que la batee. Soup era muy bueno en eso. DL: Mark Clear tuvo dificultades para lanzar strikes, pero tenía un gran repertorio. TB: Su repertorio no era segundo de nadie. Él sabía que no tenía control, por lo que no trataba de bordar las esquinas. Pero tenía una de las mejores pelotas quebradas de todos los tiempos y lanzaba duro. En los radares de hoy, probablemente estaría cercano al rango de 100. Él estaba por encima de 95. También era muy agresivo desde el punto de vista mental. Su lema era, "Entra ahí y batea". En realidad era "Entra ahí y trata de batear". Siempre estaba tratando de lanzar strikes, nunca tuvo buen control. Él lo admite. Su repertorio era tan bueno como el de cualquiera. Cuando se trata de lanzamientos quebrados, los mejore eran Bert Blyleven y Mark Clear. Mark no era solo duro, sino extremadamente filoso. Pregúntale a cualquiera que le haya bateado. DL: ¿Que te hizo exitosos además de lanzar strikes y mantener la pelota baja? TB: Mi recta se movía bien, pero lo principal era la mantener la pelota baja y afuera. No me importaba quien bateaba, lanzaba bajo y afuera. Recuerdo una portada de la revista Life en los años '50. Él aparecía bateando y marcaron todas sus zonas de poder. Eran .450 adentro, tal vez .460 o .500, a medida que te alejabas, y te ibas abajo, el estaba alrededor de .220. Me di cuenta a temprana edad que si Ted Williams, probablemente el mejor bateador que haya vivido, bateaba .220 abajo y afuera, ¿adivinen donde voy a tratar de lanzar? A medida que avanzó mi carrera, fui más capaz de hacer eso. Yo lanzaba más rectas que curvas, como todos los demás, aunque no lanzaba tan duro como ellos. Recuerdo un juego en Fenway Park, Clear lanzaba y lanzaba. El día siguiente un tipo le dijo a Clear, "Muchacho, estabas lanzando realmente duro anoche". Mark le preguntó que tan duro. El tipo dijo: "Te medimos en 95". Le pregunté, "Que hay de mí. Que tan duro lancé". El dijo, "No lo pude registrar". Traducción: Alfonso L. Tusa C.

lunes, 14 de julio de 2014

Un devoto de toda la vida examina la evolución de su juego.

Joe Brescia. 13-07-2014 Paul O'Neill tiene recuerdos de los Juegos de Estrellas de su niñez Él tenía 8 años en 1971 cuando vino corriendo de jugar beisbol fuera de su casa en Ohio y vio con sorpresa con Reggie Jackson hacía un swing enorme. "Bateó un jonrón larguísimo ante Dock Elis, que pegó en una torre de iluminación del viejo Tiger Stadium de Detroit", dijo O'Neill de 51 años. "Tambien recuerdo a Pete Rose arrollando a Ray Fosse", dijo, en referencia al choque en el plato del juego de 1970. O'Neill, un antíguo jardinero derecho de los Rojos de Cincinnati y los Yanquis de Nueva York y analista de YES, jugó cinco veces en el Juego de Estrellas, y tendrá la oportunidad de referir otras memorias del Juego de Estrellas mientras mire el desafío de 2014 este martes en la noche por Fox. P: ¿Te gusta que el resultado del Juego de las Estrellas decida la ventaja de jugar primero en casa en la Serie Mundial? R: Si, pienso que eso le da un incentivo al juego. En el pasado, cuando la Liga Nacional y la Americana no jugaban interligas, era suficiente con demostrar que tu liga era mejor. Me gusta que algo lo estimule. Pero, de todas formas, siempre pensé que era divertido, porque el Juego de Estrellas de MLB era más competitivo que el de los otros deportes. P: Jugaste antes y después de los juegos interligas. ¿Que prefieres? R: Me gustan los interligas. Pero aun no estoy seguro de que se deban jugar todos los dias de la temporada. Siempre fueron un pequeño receso divertido. Me gustan mucho los juegos interligas en una ciudad. Ser parte de los Yanquis, siempre fue una gran experiencia jugar contra los Mets. P: Este es el último Juego de Estrellas para Derek Jeter. ¿Qué te viene a la mente cuando piensas en él como compañero de equipo? R: Él es un superestrella y el rostro de los Yanquis. La mayoría de los peloteros no van al Juego de Estrellas en su año final, eso dice mucho de él como jugador. Mariano Rivera, Cal Ripken Jr., y Ken Griffey Jr., son otros tres peloteros que me vienen a la mente. Eso habla de lo que ellos significan para el beisbol y lo que sus nombres significan para los aficionados. P: George Steinbrenner te llamaba el guerrero ¿Te sentías feliz con esa etiqueta? R: Para el momento, era casi vergonzoso. Pero ahora que miro atrás, era un cumplido. Tengo todo el respeto del mundo por Mr. Steinbrenner. Todos esos campeonatos que logramos, no habrían ocurrido sin él como dueño. P: Michael O'Neill, tu sobrino, está jugando para el equipo Clase A de los Yanquis en Charleston, S.C. ¿Cual es tu reporte de scout? R: Él tiene bastante talento, mucha velocidad, es un buen jardinero con un gran brazo. Ha mostrado algo de poder este año. Necesita aprender a leer los lanzamientos quebrados y dirigirlos a la banda contraria. Para ser jugador regular, necesita disminuir los ponches. P: Estuviste con el equipo ganador en tres juegos perfectos (Tom Browning, David Cone y David Wells) ¿Que clase de presión sentiste en el terreno? R: Mis pensamientos era, que me lleguen batazos fáciles. Es muy duro cuando tienes que lanzarte de cabeza o agarrar una pelota en medio de las luces. P: Hace pocos años, hubo rumores de que estabas interesado en dirigir a los Rojos ¿Quieres ser manager? R: No contaría con eso. No podría estar de vuelta en las ligas menores como en el pasado. Ves a muchas personas interesadas en ser manager. Cualquiera que jugó beisbol probablemente le gustaría ser manager. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

Y el pitcher bateó un jonrón

Que si los pitchers de la Liga Americana tienen más mérito porque deben enfrentar al bateador designado que tiene mucha más habilidad en el plato que un lanzador, es una afirmación relativa. Los pitchers de la Liga Nacional, de seguro son mejores bateadores que los de la Liga Americana, aunque ahora estos batean en los juegos interligas donde se juega en estadios de la Liga Nacional. Practican, se preparan y aunque no es su prioridad, pueden ganar un juego también con un toque de sacrificio, batear detrás del corredor, una base por bolas, o un jonrón con las bases llenas. Este domingo 13 de julio de 2014, Buster Posey y Madison Bumgarner despacharon vuelacercas con las bases llenas para liderar a los Gigantes de San Francisco a una victoria 8-4 sobre los Diamondbacks de Arizona en el AT & T Park. Fue la primera vez en la historia de las Grandes Ligas que el pitcher y el cátcher regular de un equipo batean jonrones de bases llenas en el mismo juego. “Es como tener una alineación de la Liga Americana”, dijo Posey al final del juego. Bumgarner (10-7), también tuvo una buena actuación desde el montículo, se apuntó la victoria luego de permitir cuatro anotaciones y 10 imparables con 5 ponches en 6.1 episodios. Pablo Sandoval bateó de 4-3 con una carrera anotada y Bumgarner también bateó un doble, quienes ganaron tres de sus cinco juegos antes del Juego de Estrellas. Cody Ross aportó un jonrón de dos carreras y Martín Prado bateó tres imparables con una remolcada para Arizona que perdió dos de sus últimos tres. “Hicimos muchos errores, fuimos incapaces de recuperarnos”, dijo el manager de los DiamondBacks Kirk Gibson. El abridor de los DiamondBacks, Vidal Nuño (0-1) fue castigado con cuatro carreras y seis imparables, con un boleto en cinco episodios. Arizona abrió el marcador en el tercero. Nick Ahmed sencilleó a la derecha. Nuño lo llevó a segunda con toque de sacrificio y anotó con imparable de Prado a la izquierda. Los Gigantes tomaron la delantera luego de sonar jonrones de bases llenas en el quinto y sexto episodios. Bumgarner bateó doble a la izquierda con un out, Hunter Pence recibió pelotazo y Sandoval soltó imparable para llenar las bases. Posey castigó un recta en conteo de 1-0, a las gradas de la izquierda. Matt Stites vino a relevar por Arizona en el sexto y no le fue mucho mejor. Joaquín Arias sencilleó y avanzó a segunda por error del centerfielder Ender Inciarte. Ehire Adrianza se embasó por error de Ahmed y Brandon Crawford reció boleto para llenar las bases. Bumgarner puso el juego en el congelador, luego de fallar el primer envío la mandó a volar sobre la pared de la izquierda para una ventaja de 8-1. Aaron Hill abrió el séptimo con imparable y Ross lo trajo al plato con jonrón a la izquierda. Dos bateadores después Ahmed sencilleó y entró en carrera con doble de Nick Evans a la esquina del jardín izquierdo. Sergio Romo solo necesitó 8 envíos para retirar a los DiamondBacks en el octavo y Santiago Casilla sacó el noveno a paso de conga. Bumgarner, quien fue reemplazado por su compañero Tim Hudson para el Juego de Estrellas por su apertura dominical, es el segundo lanzador de las Grandes Ligas con dos jonrones de bases llenas en una temporada, el otro fue Tony Cloninger con los Bravos de Atlanta en 1966. Fue la tercera vez que los Gigantes han bateado dos jonrones con las bases llenas en el mismo juego. La primera vez fue el 26 de abril de 1970 en Candlestick Park en una victoria 11-1 sobre Montreal. Willie McCovey y Dick Dietz la sacaron con tres en base. La segunda ocasión fue el 19 de septiembre de 1998 en una victoria 18-4 ante los Dodgers de Los Angeles en 3Com Park at Candlestick Park. Bill Mueller y Jeff Kent los autores de los cuadrangulares con bases llenas. Alfonso L. Tusa C.

viernes, 11 de julio de 2014

Si los Padres de San Diego quieren un mejor equipo, Kim Ng debería ser su próximo gerente general.

Tim Brown. Yahoo Sports. 07-07-2014. Kim Ng debería ser el próximo gerente general de los Padres de San Diego no porque el juego nunca haya tenido a una mujer en ese cargo, y no porque el vidrio del techo del juego sea tan viejo que se haya mantenido en su lugar con plomo, y no porque sea tiempo, lo que sea que eso signifique. Ni siquiera es porque Kim Ng merezca una oportunidad, por cierto que pueda ser. Kim Ng debería ser el próximo gerente general de los Padres porque San Diego merece un mejor equipo de beisbol. El dueño Ron Fowler y el presidente Mike Dee buscan una nueva dirección, luego de despedir al antiguo gerente a mitad de temporada. La responsabilidad del antiguo gerente general en que los Padres no sean capaces de batear o ganar suficientes juegos es tener menos tiempo para ver a los Padres no batear y perder mientras continúa pagando sus cuentas personales con dinero de los Padres. Como cualquier trabajo que demande 24 horas diarias, programaciones sin vacaciones y el ridículo público hora a hora, el antíguo trabajo de Josh Byrnes también tiene algunas desventajas. Pero nadie acepta estas responsabilidades forzado con bayonetas (aunque muchos actúan como si fuese así), así que asumamos que son mayoritariamente felices de pasar sus días midiendo el significado de las configuraciones defensivas y los juegos de una carrera. A fin de cuentas, los Padres entrevistarán alrededor de ocho candidatos, todos con cualidades diversas, con la esperanza de que el nuevo gerente general pueda hacer más con un buen sistema de granjas y un siempre competente manager que terminar irremediablemente fuera de carrera en el oeste de la Liga Nacional, lo cual han hecho en cinco de las pasadas seis temporadas y de nuevo en 2014. ¿Y que hay del candidato que una vez fue asistente del gerente general de los Yanquis de Nueva York y tuvo el mismo cargo con los Dodgers de Los Angeles? Esos son dos grandes mercados y si usted considera a los Dodgers bajo Frank McCourt, un mercado pequeño. Y dos, digamos, dueños volátiles. ¿Que hay del candidato que también trabajó en Chicago con los Medias Blancas? ¿Que hay del candidato cuyos años pasados como ejecutivo de MLB han transcurrido a profundidad en la locura del beisbol internacional, que ha viajado por los caminos tortuosos donde están los prospectos, que ha lidiado con la política ahí, que ha hecho dudar a los hombres beligerantes cuyos futuros descansaban en menos interferencia de MLB? El candidato que ha negociado contratos y cambios, preparado casos de arbitraje, desarrollado un sistema de granjas, supervisado el escauteo profesional y desarrollado métodos de análisis avanzados. El candidato cuya reputación limpia y sólida tiene mucha presencia para los hombres que manejan el juego, los que lo juegan, los que lo evaluan, los que lo analizan y los que lo venden. ¿Que hay de ese candidato? ¿Y que si el candidato fuera Kim Ng? Las conversaciones de las autoridades del beisbol generalmente con dos puntos en referencia a Ng y sus oportunidades de convertirse en la primera mujer gerente general del beisbol. Ella esta ridículamente calificada. Eso, probablemente no ocurrirá. Tal vez Fowler y Dee son lo suficientemente fuertes y seguros, sin embargo, para contratar a la persona más calificada que desarrolle las operaciones de beisbol para los Padres. Eso no requeriría romper ninguna barrera, o darle una mano a un mundo completo de mujeres jovenes cuyos intereses en el juego deberían incluir oportunidad, o darle la espalda a un sistema que usualmente mide a sus empleados por la amplitud de sus hombros y el peso de sus Louisville Sluggers. Aunque todo eso sería un subproducto de emplear a la persona más calificada para manejar a los Padres. Eso y un mejor equipo de beisbol. Hablé con un scout que ha conocido a Ng por muchos años y no tiene nada que ganar si ella se convierte en gerente general. Le pregunté por Ng, y las exigencias del trabajo, gerenciar en las buenas y las malas, ganar hoy y planificar para mañana. Sobre los instintos necesarios. Sobre la crueldad necesaria . Sobre pararse en una sala llena de gente que te subestima. ¿Podría ella hacer eso?, le pregunté. "No tengo ninguna duda", dijo él. "Deja a un lado el género. ¿Cual es el problema aquí? Pienso que son todas esas personas que piensan 'Ella lo puede hacer. Pero y ¿si me equivoco?'" Las clasificaciones de escauteo están llenas de antiguos gerentes generales, por supuesto. Muchas personas, hombres, han tratado. Ellos no puideron hacerlo. Es un trabajo difícil y exigente. Se cometen errores a menudo. Algunas veces de cada noche. Tal vez, como deporte, los dueños encuentran mejor ganar y perder con gente, hombres, que lucen y actúan como ellos. Había un manager de beisbol que odiaba a su jefe y que una vez fue un tipo divertido e interesante pero había sido desgastado por el juego y su política y ya no era divertido o interesante sino enojado e indispuesto para hablar del tema. Un día le preguntaron si un tipo, en su opinión sería un manager decente. En vez de contestar si y creerlo, o si porque eso es lo que saldría en el periódico y sería impropio decir otra cosa, o no si eso era lo que sentía de verdad, este manager de beisbol respondió con una pregunta. Un par de preguntas, para sondear la percepción de los hombres de posiciones altas, pero en realidad de la gente que los empleaba, El preguntó ¿Qué hace a un manager bueno? Dígame, dijo él. Dígame, que hace a un manager bueno. ¿Quién es ese hombre? Demandó él. ¡Por qué es contratado? Me dije, él sabe algo de beisbol. Tambien es cincuentón. Y probablemente es blanco. Lo cual, ocurrió, que era su descripción precisa. Lo cual probablemente, explica porque no respondió bien a la respuesta. Y porqué no ha hablado mucho desde entonces. Había sido empleado por un tipo que se parecía mucho a él.. El tipo que lo empleó se parecía mucho al tipo que lo empleó a él. Y todos se parecían mucho a los tipos que empleaban a las personas en el pasado, digamos hace un siglo. El juego desde entonces se ha hecho más generoso. No generoso: de mente abierta. No de mente abierta: sensible. No sensible: honesto.Un poco más dispuesto a creer, creer de verdad, que alguien distinto a ellos pudiera hacer un mejor trabajo no solo que ellos, sino que cualquier otro. Ese es el beisbol. Algunas veces lo intenta. Y algunas veces lo creemos y otras veces se entrevista al mismo candidato afro-americano 12 veces porque el comisionado dice que el proceso debe ser justo. Ng se ha entrevistado previamente para optar al cargo de gerente general en Los Angeles, Seattle, Anaheim, y una vez anterior en San Diego. Cada vez ella regresó a su trabajo, nada deprimida, pendiente del juego porque lo ama y es buena en eso y no porque lleva una bandera para otros. Honestamente, tristemente, hay muy,muy pocos de esos otros. Pero no estamos aquí por eso. Los Padres no deberían preocuparse de contratar a la primera mujer para hacer un trabajo que ella puede hacer y bien. Ellos deberían preocuparse de contratar a Kim Ng, porque es un trabajo que ella puede hacer y hacerlo bien. Porque San Diego merece un mejor equipo de beisbol. Traducción: Alfonso L. Tusa C.