miércoles, 2 de septiembre de 2015

Diez lustros de aquel juego perfecto de Sandy Koufax.

Dodgers 1 versus Cachorros 0. 9 de septiembre de 1965 No-Hitters. The 225 Games, 1893-1999. Rich Westcott and Allen Lewis. De sus cuatro juegos sin hits ni carreras, Sandy Koufax guardó el mejor para terminar. Fue un juego perfecto para establecer un record en un desafío que se cataloga como uno de los duelos de pitcheo más grandes de la historia de las Grandes Ligas. No solo el zurdo de 29 años se convirtió en el primer pitcher en lanzar cuatro juegos sin hits ni carreras en las Grandes Ligas, lo cual ejecutó en cuatro años seguidos, su rival monticular, Bob Hendley, casi lanzó sin hits ni carreras también. Hendley permitió solo un imparable, y concedió un boleto ante los Dodgers inquilinos del segundo lugar. El juego estableció una marca para menos imparables de ambos equipos. Koufax llegó a la batalla del jueves 9 de septiembre en Dodger Stadium, ante los Cachorros de Chicago ocupantes de la octava posición, con una reluciente marca de 21-7. Había una multitud de 29.139 personas. Al combinar su afilada recta con una sinuosa curva y un control maravilloso, Koufax ponchó 14 Cachorros, incluyendo los postreros seis bateadores que enfrentó. Solo le sacaron seis pelotas del infield. Los Cachorros apenas batearon con fuerza dos pelotas. Con un out en el primer inning, Glenn Beckert, antes de poncharse, despachó un linietazo por la línea del jardín izquierdo que salió de foul. Un inning después, Byron Browne descargó un lineazo directamente a las manos de Willie Davis en el jardín central. Los Dodgers anotaron su única carrera del juego en el quinto inning. Lo hicieron sin conectar un solo imparable. Lou Johnson recibió boleto para iniciar el inning. Avanzó a segunda mediante toque de Ron Fairly. Cuando Hendley tuvo dificultades para mantenerlo cerca de la base, Johnson se robó la tercera base. Él siguió corriendo hacia el plato cuando el cátcher Chris Krug metió la pelota en el jardín izquierdo. Johnson terminó siendo el único jugador que se embasó en el juego cuando con dos outs en el séptimo rompió el sin hits ni carreras de Hendley con doblete al jardín derecho. Ese fue el único imparable del juego. Koufax, mientras tanto, avanzaba en el quinto inning, ponchó a Ernie Banks la segunda de tres veces. El brillante zurdo tuvo un par de jugadas cerradas en los innings postreros. Al iniciar el sexto, Krug la rodó por las paradas cortas y Maury Wills la tomó sin dificultades pero lanzó bajo a primera. Wes Parker, un fildeador sobresaliente, levantó el piconazo para completar el out. En el séptimo con dos outs, Koufax lanzó tres bolas seguidas ante Billy Williams, antes de regresar con dos strikes cantados. Williams entonces conectó un lanzamiento en 3-2 hacia la izquierda donde Johnson efectuó una fácil atrapada. Koufax terminó el juego en un esfuerzo glorioso. Ponchó a Ron Santo; Banks y Browne en el octavo. Koufax comenzó el noveno abanicando a Krug con una recta en conteo de 2-2. El próximo bateador era el emergente Joe Amalfitano. Koufax consiguió dos rápidos strikes y luego lo ponchó con otra recta imponente. El último bateador era el también emergente, antíguo campeón bate de la Liga Americana Harvey Kuenn, quien irónicamente había sido el último out en el sin hits ni carreras de Koufax en 1963. Kuenn aguantó un strike, luego dos bolas. Abanicó y falló el próximo lanzamiento. Con la cuenta en 2-2, Koufax lanzó otra recta invisible y Kuenn hizo swing y falló. Koufax había hecho historia en el beisbol. Terminó la temporada con una reluciente marca de 26-8. La cual sería seguida por una marca de 27-9 en 1966, el año final de la magistral carrera de pitcheo de Koufax. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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