lunes, 21 de septiembre de 2015

Hablando de pelota con Rick Wise

Bruce Markusen. The Hard Ball Times. 23-06-2011. Como Chris Jaffe lo ha detallado, el 23 de junio marca el cuadragésimo aniversario de uno de los días más destacados que haya experimentado un pitcher de Grandes Ligas. Este fin de semana tuve la oportunidad de hablar con Rick Wise, quién visitó Cooperstown para participar en el Clásico del Salón de la Fama. Además de su obra maestra de 1971, el lanzador derecho recordó otro logro importante de su carrera. Markusen: Hablemos de su actuación de 1971, el no hit no run y los dos jonrones… Wise: Bien, este domingo (día del padre) es el cuadragésimoséptimo aniversario de mi primer triunfo en Grandes Ligas, en el día del padre. Ciertamente no olvidaré eso. Markusen: Bien, empecemos con eso. Wise: Yo tuve que lanzar después de un juego perfecto. No olvidaré eso. Jim Bunning pitcheó un juego perfecto, teníamos un doblejuego, en Shea Stadium. Yo tenía 18 años de edad y conseguí una oportunidad para abrir ahí. Recuerdo que buscaba una pelota antes del juego. Dije, “Necesito una pelota; ¡Tengo que calentar! Esa era una memoria de mi primer triunfo en Grandes Ligas. (Wise lanzó seis innings contra los Mets, permitió solo tres imparables y ninguna carrera limpia. Johnny Klippstein salvó el juego para Wise con tres innings de relevo en blanco). Markusen: Tienes muy buena retentiva para detallar y recordar algo que ocurrió hace mucho tiempo. Wise: Bien, los atletas tienen esa habilidad, me imagino. Cuan se trata de algo tan memorable, tu primer triunfo de Grandes Ligas, y luego a casi siete años de ese día, yo lancé mi no hit no run con los dos jonrones. La pelota, el bate y el guante de ese juego fueron llevados al Salón de la Fama aquí en Cooperstown. Junio 23. Hace 40 años. Markusen: Hablemos más de ese juego contra los Rojos. ¿Cómo te sentías en términos de los lanzamientos con que contabas en el montículo? ¿Qué recuerdas en términos de la parte del pitcheo ese día? Wise: Bien, mientras calentaba sentí que más me valía colocar mis lanzamientos porque estaba saliendo de los efectos de la gripe. Me sentía my débil ese día. Pero era mi turno de abrir. Calentando la pelota parecía detenerse a medio camino rumbo al catcher. Así que me dije que tenía que colocar bien mis pitcheos. Sudé los remanentes de la gripe en el primer inning; hacia mucho calor en la grama artificial de Riverfront Stadium. Pero yo tenía un buen ritmo. Ellos estaban poniendo la pelota en juego rápido; fueron 94 envíos en una hora y 53 minutos, y el juego se había terminado. Por supuesto, yo bateé los dos jonrones. Uno en el quinto ante Ross Grimsley, y otro ante un relevista en el octavo inning. Era Clay Carroll, un relevista muy bueno para ese momento. Markusen: Desde un punto de vista de bateo, Rick, los dos jonrones en un día. Eso tuvo que ser algo sorpresivo. Wise: Bien, no realmente. Bateé seis jonrones ese año. Conecté dos jonrones en un juego dos veces ese año. Igualé una marca de la Liga Nacional. Y uno de esos jonrones fue con las bases llenas. Yo trabajaba en el bateo. Siempre fui un buen bateador, mientras crecía en las pequeñas ligas; Babe Ruth, pelota de la American Legion, la secundaria, siempre bateaba tercero o cuarto. Largué 15 jonrones en mis primeros nueve años en la Liga Nacional, y entonces me fui a la Liga Americana y nunca bateé otro. Aunque regresé luego de cuatro años con Boston y dos con Cleveland. Volví a la Liga Nacional (con los Padres) pero mi coordinación ojo/mano había desaparecido luego de seis años sin batear (debido al bateador designado). Fue un día muy especial. Markusen:Fue una alineación muy buena la que enfrentaste ese día. Wise: Excelente. Había tipos que batearían 50 jonrones que estaban bateando de segundo. George Foster (Foster bateó segundo ese día y jugó en el jardín central. Pete Rose era el abridor, mientras Lee May, Johnny Bench, Tony Perez, y Hal McRae bateaban desde el tercero hasta sexto turno). Mientras el juego avanzaba, y se acercaba al final, el marcador estaba 4-0. Yo lo coloqué 4-0 con un jonrón solitario en el octavo. Pero ellos eran capaces de batear muchos imparables seguidos y anotar muchas carreras rápidamente. Así que no me permitía bajar la guardia. Tenía un buen ritmo y estaba colocando bien mis envíos. Hubo un par de buenas jugadas detrás de mí, pero nada excepcional. Fue algo muy memorable por decir lo mínimo. Han ocurrido como 20 juegos perfectos, o algo así (Wise perdió el juego perfecto debido a un boleto), pero soy el único en lanzar un no-hitter y batear dos jonrones en el mismo juego, es algo muy especial. De seguro, nunca lo olvidaré. Traducción: Alfonso L. Tusa C. Nota del traductor: David Concepción negoció el boleto en el sexto inning que terminó la posibilidad del juego perfecto para Rick Wise.

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