miércoles, 29 de junio de 2016

El Viejo Juego de Pelota, Recreado en Color.

Lisa Fields. 27 de mayo de 2007. The New York Times. Él sigue a Derek Jeter, Alex Rodríguez y el resto del equipo por lo menos una vez a la semana, pero luego de unos innings Graig Kreindler a menudo se siente motivado a apagar el televisor y bajar a su estudio de pintura del sótano en Airmont, NY. Ahí, en el atril frente a él, encuentra una estirpe diferente de Yanqui: Mantle. DiMaggio. Gehrig. Ruth. Los aficionados reconocen a estos inquilinos del Salón de la Fama en famosas fotografías que muestran momentos inolvidables de la historia del beisbol. Pero la mayoría de las personas hoy no tiene idea de cómo Babe Ruth cruzando el plato o Lou Gehrig dando su discurso de despedida aparecían en colores: las imágenes incrustadas en la memoria colectiva son en blanco y negro. Mr. Kreindler está tratando de cambiar eso, una escena memorable de beisbol a la vez. Usted podría pensar en él como el Ted Turner de los grandes momentos de la historia del deporte, excepto que Mr.Kreindler no depende de la colorización computarizada sino que realiza extenuantes investigaciones para asegurarse de que los matices que escoge son los precisos. Antes de llevar el pincel al lienzo, él frecuentemente pasa un mes descifrando los colores, desde los uniformes de los equipos hasta los anuncios de Philip Morris que cuelgan detrás de la multitud. “Licencia artística, no es una opción para mi”, dijo Mr. Kreindler, 27, quien ha ganado el Norman Rockwell Museum Award and Illustration Academy Award de la Society of Illustrators. “Quiero que eso sea perfecto. Puede ser que a veces sea un esclavo de eso, pero también me hace feliz”. Mr. Kreindler, cuyo nombre se debe al tercera base de los Yanquis, Graig Nettles, dice que su interés por el beisbol antiguo fue alimentado por la afición de su padre por cautivantes imágenes de Whitey Ford, Mickey Mantle y Willie Mays, y su colección de barajitas de beisbol, desde los años ’40. “Yo era el único niño de mi clase de cuarto grado que sabía quien era Don Larsen, que sabía porqué Gil Hodges pertenecía al Salón de la Fama”, dijo Mr. Kreindler. “Esos peloteros eran tan importantes para mi como los Yanquis actuales”. Mr. Kreindler aspiraba a una carrera de ilustración en ciencia ficción cuando se inscribió en la School of Visual Arts de Manhattan. Pero cuando, para una asignación en una clase de 2002, él necesitaba pintar una relación, pensó: ¿Por qué no un pitcher y un bateador? ¿Por qué no un joven Mickey Mantle? Armado con varias fotografías que mostraban el estilo de bateo de Mantle, Mr. Kreindler se enfocó en recrear el Yankee Stadium de 1951 o algo así. Revisó artículos de periódico en microfilm, se sumergió en el libro “Baseball Uniforms of the 20th Century” e investigó los Advertising Archives en línea para tener idea de lo más buscado en aquel período. La investigación era tan intrigante que él abandonó por completo el género de ciencia ficción. La pintura de Mickey Mantle de Mr. Kreindler fue aceptada en el concurso por la beca 2002 de la Society of Illustrators; el año siguiente él ganó una beca de 1000 $ por una pintura de Lou Gehrig en Yankee Stadium en 1939, la cabeza inclinada, parado frente a varios micrófonos en el home plate, próximo a dirigirse a la multitud congregada en su honor. Mr. Kreindler se sintió confiado en la precisión de esa pintura, excepto por un detalle: había sido forzado a calcular cuales colores aparecían en la publicidad de las hojillas de afeitar Gem luego que su investigación no arrojó pistas. Pero pocos meses después visitó la exhibición del American Museum of Natural History’s “Baseball as America” y vio la película casera suministrada por el National Baseball Hall of Fame. De pronto estaba viendo el Yankee Stadium de 1939 a colores, incluyendo la publicidad de Gem. “Esa era la pistola humeante que estaba buscando”, dijo él. Él contactó al Salón de la Fama para solicitar una copia de la película, y de una breve película casera del discurso de Gehrig. Luego de verlas, Mr. Kreindler notó que también había pintado algunos uniformes con el color equivocado. Decidió que tenía que rehacer la pintura. “Más que corregir una pintura”, dijo él. “Tenía que hacer una nueva, probablemente porque cuando era niño nunca borraba nada. Si no me gustaba lo que había anotado o dibujado, lo arrugaba y empezaba de nuevo”. Su segunda versión del discurso de despedida de Gehrig fue más grande, 38 por 52 pulgadas, y desde entonces Mr. Kreindler ha trabajado exclusivamente con lienzos con lienzos extragrandes. Él también ha pintado casi nada además de beisbol histórico, aunque hizo una excepción cuando un maestro de escuela primaria que conoció cuando trabajaba en su maestría de arte en educación le solicitó que pintara el momento cuando los Medias Rojas de Boston ganaban la Serie Mundial de 2004. A mitad de ese proyecto Mr. Kreindler conociço a Bill Goff, dueño y presidente de GoodSportsArt.com, la cual vende ediciones limitadas de impresiones de temas beisboleros. Él le pidió a Mr. Kreindler, el ardiente fanático de los Yanquis, que pintara una segunda versión de la victoria de los Medias Rojas para ser vendida a través de su compañía. “Me dije, ‘Eso dolerá, pero lo haré’”, recordó Mr. Kreindler con una sonrisa. “Era una escena deprimente de pintar para mi, pero era parte del entramado del deporte, y ciertamente tan válido como cualquier momento de los Yanquis”. Cerca de la mitad de las 600 impresiones numeradas y firmadas de Mr. Kreindler, 140 $ cada una, se ha vendido. Es raro que un artista de beisbol sea reconocido fuera del mundo del arte de los deportes, pero Dean Lombardo, dueño de la galería de Bellas Artes Objects & Images de Bronxville, NY., planea mostrar las pinturas de Mr. Kreindler y producir un catálogo de su trabajo más adelante este año. “Esta sería el único arte relacionado con deporte con el que he negociado”, dijo Mr. Lombardo. “Él combina algo que no he visto en otras personas: Mezcla la nostalgia con sorprendentes destrezas de pintura contemporánea, y para mi eso es un paquete completo”. Para crear y mostrar sus pinturas nostálgicas, impresionistas, Mr. Kreindler ha recurrido mucho a su hogar de la niñez en Airmont, en Rockland County, donde aun vive con sus padres. Las paredes despliegan su trabajo, y su estudio llena el sótano, con atriles desde el suelo hasta el techo, pliegos con bocetos de pinturas y anotaciones de pinturas terminadas. Su habitación está cargada de catálogos de subastas deportivas, libros referenciales de beisbol, videos de juegos clásicos. Un lugar prominente esta dedicado a la carta que Mr. Kreindler recibió del jardinero de los Gigantes de Nueva York Bobby Thomson en respuesta a una pregunta de investigación acerca de su jonrón de 1951 que le costó el banderín de la Liga Nacional a los Dodgers de Brooklyn, el “batazo que se oyó en todo el mundo”. (Este fue el único contacto que Mr. Kreindler ha tenido con cualquier pelotero que haya pintado), Si él no aspira a ver su trabajo en museos de arte, Mt. Keindler sueña con ver alguna vez su arte colgando de las paredes de del Salón de la Fama Nacional de Beisbol en Cooperstown, NY. Como un jugador de ligas menores trabajando para llegar a las mayores, Mr. Kreindler está buscando su oportunidad al donar sus pinturas a museos de beisbol pequeños. Él está completando un proyecto de cuatro pies cuadrados para el Museo Yogi Berra de Montclair, NJ, una pintura de Berra, el cátcher de los Yanquis, saltando en los brazos de Don Larsen luego del juego perfecto de este en la Serie Mundial de 1956. David Kaplan, el director del museo, dijo que la pintura tendría un lugar prominente cuando se complete la restauración de un año que se realiza en el museo. La próxima pintura de Mr. Kreindler será del juego sin hits ni carreras que Bob Feller lanzó con los Indios de Cleveland el día inaugural de la temporada de 1940, la cual está creando para el museo de Van Meter, Iowa, dedicado a Feller. El director del museo Feller, Scott Havick, habló de sus reacciones por el trabajo de Mr. Kreindler. “Estás ahí”, dijo él. “Te sientes ahí en ese momento”. Y eso es exactamente lo que Mr. Kreindler quiere oir. “Prefiero que las personas digan, ‘Recuerdo esos días en Yankee Stadium’, que ‘Tu pintura luce como una fotografía’”, dijo él. “Si alguien pensara en mi como si pensaran en un historiador visual de beisbol, como un artista en ese respecto, eso sería maravilloso”. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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